Democracia cara y mala…
Por: Rosa Elena Gonzalez
Tiste, vergonzoso, indignante, y hasta para pensar en acabar, o modificar, el sistema político mexicano es que el 63 por ciento de la población mexicana desconfié que exista la democracia en nuestro país.
De acuerdo a una encuesta, únicamente el 37 por ciento de los mexicanos avala la transparencia y democracia en México, muy real, ese porcentaje es gente que trabaja para el sistema, afines a dos o tres partidos políticos que triunfaron en la pasada elección, y por supuesto, familiares de personajes que están en el poder.
Más triste es que en un país donde se luchó mucho por la democracia ésta se haya convertido en la más cara del mundo, además, la que menos confianza inspire.
Un estudio realizado por Corporación Latinobarómetro con base en Santiago de Chile, en México apenas el 37 por ciento de la población muestra aceptación o cree que vivimos en un sistema democrático.
El mismo estudio detalla que México ocupa el último lugar de América Latina y el Caribe, refiriéndose al apoyo popular a la forma de gobierno que se realiza, también se desconfía de la transparencia para elegir a nuestros gobernantes y más en el manejo de las políticas sociales.
Seguramente muchos políticos dirán que ese sondeo no es válido porque fue ejecutado por una compañía que no es mexicana, cuando la verdad es que para tener mayor certeza es mejor que las mediciones sean realizadas por gente que no esté involucrada con el sistema político de nuestro país.
El problema con ese nivel de credibilidad del pueblo para su democracia es grave, más si se toma en cuenta que esos análisis son serios ya que vienen financiados por instituciones extranjeras con el objetivo de hacer la medición de confianza y paz social que se tiene en cada país.
Y decimos que el problema es grave porque al conocerse a nivel mundial van a disminuir las inversiones fuertes o los fondos monetarios internacionales, ya que también dejan de confiar en la transparencia del manejo de los recursos… eso es lo que tienen que reflexionar en las altas esferas del poder.
Urge, entonces, que comiencen a generar confianza entre la población, que el gobierno federal trabaje con transparencia y por el bien del pueblo, que se dejen los discursos y se vean las acciones, en síntesis, se requiere que las instituciones encargadas de promover la democracia recobren la credibilidad y que los partidos políticos vean más por el bienestar y grandeza del país que por sus intereses personales y de grupos.
Cierto, es mucho pedir, es tanto como una carta a Santa Claus de un niño pobre, sería un verdadero milagro que los políticos se apliquen, busquen, estructuren y ejecuten acciones de beneficio social para que el pueblo sienta que le ven le escuchan y atienden, y precisamente ese es el problema, eso es lo que se requiere para que se genere confianza en el sistema.
Hace dos días que Latinobarómetro dio a conocer que en el 2013 la democracia en México solo tiene una aceptación popular del 37 por ciento, Argentina el 70 por ciento, incluso Venezuela, país con un presidente desquiciado como NICOLAS MADURO que dice se le aparece CHAVEZ en forma de pajarito, tiene un 87 por ciento de aprobación a su democracia.
Asegura Latinobarómetro que el nivel democrático en México es casi de 20 puntos menor que el promedio regional de 18 países, de 56 por ciento, Honduras y Guatemala registran 44 y 41 por ciento respectivamente, por lo que nuestro país es el último de la región porque su convicción democrática es menor al 40 por ciento, la verdad es para dar vergüenza.
Desde 1995 Latinobarómetro realiza estudios y encuestas en México, tal vez por ello indica que el apoyo a la democracia de nuestro país ha caído desde el 2002 y va contrario al fervor democrático que se vivía hace poco más de una década, hoy los mexicanos manifiestan desilusión e indiferencia.
La encuesta fue realizada a 20 mil 204 personas en 18 países de América Latina y el Caribe, en México del 31 de mayo al 30 de junio del 2013 se hicieron 2 mil 204 entrevistas de manera personal en vivienda con un margen de error de más menos un 3 por ciento en cada país, el número de entrevistados solo es el reflejo de la percepción del pueblo mexicano que ve una democracia cara y decadente.
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