Estado

LETY SALAZAR Y RODOLFO TORRE, UNA ALIANZA

PicMonkey Collagenmn

POSDATA
GASTON ESPINOSA GLZ.

Se equivocaron los que apostaron por enfocar la artillería periodística en contra de la alcaldesa de Matamoros Leticia Salazar. Lejos de amainarla forjaron su carácter y su interés de seguir hablando con la verdad y la realidad de las cosas.
Fueron días intensos se refriega impresa y digital a punto tal que lejos del daño deseado se le posicionó en el ánimo de la sociedad a punto tal que hasta en los municipios más pequeños de la entidad ya se le conoce y se le califica como una mujer entrona, hecha y derecha.
Alguien de gobierno creyó que haría un favor institucional al volcar todo el aparato n contra de la presidente municipal, craso error, hoy tienen una contendiente seria para la sucesión dentro de tres años, lo malo para ello es que pertenece al PAN.
Emplearon rudeza innecesaria, no había razones para tanta arenga, pues Leticia siempre fue una buena socia del extinto candidato del PRI al gobierno de Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú. Cercanos colaboradores de Rodolfo dan cuenta de estrechas relaciones de amistad y de trabajo con la ahora alcalde de Matamoros, quien siempre ha tendido puentes de comunicación con el actual Gobernador Egidio Torre Cantú, pero alguien de la primera fila no la deja llegar, olvidando que el propio RTC pagó de cabo a rabo algunas campañas de Lety.
De hecho, la llegada de Alejandro Valladares como jefe de prensa del ayuntamiento fronterizo, -un personaje cercano a Enrique Cárdenas del Avellano-, nos da cuenta de esa estrecha relación de la panista con el priismo tamaulipeco, por eso no se entiende ese afán servicial que lejos de ayudar merma y solo produce rivales con alto sentido de competencia. El veneno no mata si no te lo tomas, es claro que Leticia Salazar lo sabe y aplica muy bien.
UN TRISTE RANKING PARA TAMAULIPAS
Nuevo Laredo y ciudad Victoria están consideradas dentro de las 50 ciudades más peligrosas del mundo, de acuerdo al Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, dato que obtienen promediando el número de asesinatos y la cantidad de habitantes de cada municipio.
Son nueve municipios de México los que ocupan el nada agradable ranking y entre ellas dos pertenecen a nuestro Tamaulipas. Nuevo Laredo ocupa el lugar el lugar 8, con 288 homicidios dolosos en 2012, tomando en cuenta que tiene una población de 395 mil habitantes, es decir hay 72.85 asesinatos por cada 100 mil habitantes.
En tanto ciudad Victoria, la capital de Tamaulipas, con una población de 333 mil 517 habitantes, registró en 2012 un total de 126 homicidios dolosos, es decir 37.78 asesinatos por cada 100 mil habitantes.
Las otras ciudades de nuestro País con el mayor porcentaje de asesinatos son Acapulco, Torreón, Culiacán, Cuernavaca, Ciudad Juárez, Chihuahua y Monterrey. De hecho el puerto de Acapulco ocupa el segundo lugar a nivel mundial como la ciudad más peligrosa, con un promedio de 142.88 muertes por cada 100 mil habitantes.
Sin duda son números que ponen a pensar a cualquiera y deja en claro que no ha sido suficiente el esfuerzo que realizan los tres niveles de gobierno para mantener y dar certeza a la ciudadanía.
El tema de seguridad sin duda será uno de los puntos centrales en el informe del Gobernador Egidio Torre Cantú, y que recientemente elogió la estrecha coordinación que existe con el Presidente de México Enrique Peña Nieto para hacer frente a este problema que ocupa y preocupa a todos.
COMPLICE DE MALDADES Y TRAMPAS
Cuando asumió la presidencia municipal de Ocampo, Juan Enrique Liceaga, se comprometió a no ser cómplice de gobiernos corruptos, en clara alusión a su antecesor Abraham Pineda. Han pasado casi dos meses y es tiempo que el alcalde no da cuenta del estado en que encontró la administración, pero no se requiere de analistas profesionales para declarar que lo suyo es una presidencia en bancarrota.
Hay deudas por todos lados, el dinero que llega solo alcanza para sueldos y abonar un poco a los proveedores que diariamente hacen fila exigiendo sus pagos. Lo raro del asunto es que Liceaga sigue sin hablar claro a su pueblo, no dice nada de cuanto encontró a su llegada. En el pueblo todos saben que Abraham estrenó ranchos y casas, hasta el funcionario de segundo nivel en ese gobierno estrenó automóvil de lujo, como el famoso “chiquis” su entonces jefe de prensa y asesor del corazón.
El silencio que ahora envía Juan Enrique no es nada favorable, es quizá el prólogo de que va a lo mismo. Callar lo convierte en cómplice, no actuar lo transforma en otro corrupto más. Pobre Ocampo.

Notas relacionadas

Botón volver arriba