REFORMA HACENDARIA TERMINARA EN MISCELANEA FISCAL
Tamaulipas México.- No existe medida más popular que evitar el pago de más impuestos en estos tiempos de recesión económica, aunque esto pudiera significar que el Estado no cuente con suficientes recursos para mejorar la infraestructura, para promover la competitividad o que dificulte la redistribución del ingreso.
¿A qué viene todo lo anterior se preguntará el lector? Viene a cuento por la discusión en el congreso de la Unión de la iniciativa de reforma fiscal, la cual mediante presiones de actores económicos y políticos se hicieron ajustes al dictamen para quedar fuera el IVA a medicinas y alimentos, hipotecas, rentas colegiaturas, servicios educativos y la homologación del 11 al 16% del IVA.
Cabe decir que el merito de descarrilar parcialmente una reforma fiscal deviene de la negativa de la los contribuyentes a pagar más impuestos y de la ineficiencia y desacreditamiento del estado como administrador.
Así pues, si el gobierno tuviera excelentes servicios públicos y evidencias irrefutables de que las políticas sociales son eficientes para avanzar en la equidad social en el país, seguramente algunos sectores de la sociedad estarían más dispuestos a contribuir, a pesar que nadie le gustaría pagar más impuestos de lo que paga ahora.
Por otro lado hay quienes afirman que lo gravámenes que quedaron excluidos de la reforma fueron meros señuelos o distractores de la atención de la sociedad del resto de contribuciones y cargas al contribuyente con la citada reforma que quieren aprobar con propósitos meramente recaudatorios.
De tal suerte que los grandes contribuyentes empresa trasnacionales y nacionales tienen dientes, y se podrán defender. En cambio, la clase media, el contribuyente cautivo, el empresario pequeño o mediano, el agricultor, el ganadero etc. son las verdaderas víctimas.
Por tanto los que pagan impuestos son todos aquellos mexicanos que trabajan legalmente, menos los políticos, ya sean estos de derecha, de izquierda o de centro.
Tengamos presente que con los ajustes al IVA es un grave error eliminar el Impuesto Empresarial de Tasa Única (IETU) y el impuesto a los depósitos en efectivo (IDE), que son los más productivos y con bajos o nulos costos de operación.
Por otra parte el sector agropecuario el más golpeados por las crisis económicas, descapitalizado, impactado por fenómenos climatológicos, enfermedades y plagas, asistencia técnica, retiro gradual de apoyos, insumos por las nubes, ahora le quitan las ventajas fiscales cuyos afectados serán los pequeños y medianos productores esperan que el Congreso de la Unión modifique la iniciativa.
Aquí surge la pregunta obligada ¿Por qué la iniciativa no enfocó sus baterías para aumentar la base gravable de los contribuyentes y no buscar que las personas que cumplen paguen más de lo correspondiente?
Está visto que los gobiernos federal y estatal carecen de legitimidad para pedir más dinero si antes no demuestran su eficacia e integridad para gastar bien. El gobierno ha prometido que los ingresos de la reforma hacendaria serán para el seguro de desempleo y la llamada pensión universal
Como podrá verse la experiencia pone en duda la capacidad de dirección y administración de los gobiernos para diseñar y ejecutar con eficacia programas de desarrollo social. Después de más de dos décadas de gastos históricos en materia social la cifra de pobreza sigue aumentando en forma exponencial.
Conviene hacer notar que si una reforma fiscal implica el sacrificio de algunos segmentos de la población, es muy importante que la sociedad perciba un sacrificio también de sus gobernantes.
Pongamos como ejemplo, reducir el gasto corriente, acotar el financiamiento de los partidos políticos, contener y transparentar las subvenciones a los grupos parlamentarios de todos los congresos del país, eliminar la publicidad gubernamental y sólo mantener los de campañas de interés público.
Cierto que no se ha determinado cuál va a ser la pérdida recaudatoria que va a presentarse como producto de los ajustes que van a realizarse, sin embargo contará con los ingresos petroleros cuya reducción va realizarse en forma gradual a partir de 2015
De ahí que la receta del Gobierno para evitar la recesión -o para impedir que ésta empeore va a aumentar el déficit de presupuestal. Hacienda dice que lo llevará a 1.5 por ciento del PIB para 2014, pero a costa de un aumento bestial de la deuda pública.
En definitiva la reforma hacendaria de Peña Nieto, aun cuando tiene un cariz social, pretende avanzar en la formalización de la economía, al final terminara en una miscelánea fiscal, quedando en duda su viabilidad, particularmente en la financiación de programas sociales en un país con recesión económica, además estar lejos de resolver la baja recaudación en México.
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