OBSERVANDO
Por José de la Paz Bermúdez Valdés
* La falsa elevación de la calidad de la educación.
* Observado.
* La falsa elevación de la calidad de la educación.
El gobierno de la república equivocadamente ha pretendido convencer a la sociedad mexicana que evaluando al magisterio nacional elevará la calidad de la educación en nuestro país.
Obedeciendo las consignas internacionales del organismo OCDE, y nacional de «Mexicanos Primero», cuyos intereses en ambos casos son de corte empresarial y sectarios, con toda la amplitud del término, que oportunamente señaló el brasileño Paulo Freire.
Pues bien, resulta, que la iniciativa de reforma constitucional que modifica los artículos tercero (3o) y 73, a la que pomposamente denominaron «Reforma Educativa», no tienen y los más elementales rasgos de dicha dimensión y por el contrario sólo es el acatamiento de mandatos externos a la autoridad educativa nacional.
Revisada con detenimiento, por diversos especialistas de organismos nacionales : El Colegio de México, la Universidad Autónoma de México, La Universidad Metropolitana, El sistema Nacional de Investigadores y algunos investigadores en lo particular, dichas modificaciones, bajo ninguna circunstancias permitirán la elevación de la calidad de la educación.
Según dichas entidades, debe observarse que en las modificaciones legislativas, no se modifican los planes y programas educativos nacionales, no hay alusión a modificaciones a los contenidos curriculares, mucho menos hay la pretensión de establecer nuevas mallas curriculares a la educación normal y consecuentemente permanecen intocados, asuntos tales como la metodología de la enseñanza y las técnicas para atender el rezago educativo.
Evidentemente se creyó que evaluando al magisterio automáticamente como caída del cielo, la calidad en la prestación del servicio educativo, sufriría una elevación tan rauda que permitiría considerar al actual gobierno de la república como el gran artífice de dicho auge educativo.
Nada más alejado de la realidad. Jamás en el contenido de la reformas legislativas y posteriormente en el establecimiento de la legislación secundaria: Adecuación a la Ley de Educación, Ley que crea el Instituto Nacional de Evaluación Educativa, Ley del Servicio Profesional Docente, contemplan los instrumentos necesarios para arribar a tal finalidad.
El ejercicio de educación comparada, en el cual el secretario de educación pública Emilio Chuayfett Chemor, señala su aspiración de que nuestras escuelas funcionen igual o en forma parecida como las de Finlandia, no deja de ser uno de los chistes más jocosos de la picaresca gubernamental.
Por principio de cuentas, en dichas disposiciones legales, no se señala el incremento presupuestal que debe dársele al sector educativo. Urge que de las 249 876 escuelas existentes en el país, por lo menos el 80 por ciento sean realmente escuelas, es decir cuenten con un edificio escolar. Actualmente de esa numeraria sólo el 30 % tienen aulas. Es decir sólo 74 963 de lo que se denominan escuelas son edificios escolares y 174 913, son remedos de escuelas, ya que son instituciones educativas que funcionan con aulas bajo de un árbol, bajo de una escalera de un paso a desnivel, en chozas de paja, en enramadas enjarradas con lodo, en casas de madera, en casas de las deshabitadas y abandonadas por derechohabientes del Infonavit, en fin que son construcciones de todo tipo, pero que no cumplen los requisitos fijados por los Institutos de Infraestructura Física Educativa. En Tamaulipas se llama ITIFE (Instituto de Infraestructura Física Educativa) Requisitos que sólo son exigidos a los particulares, ya que los gobiernos estatales y el de la república violan las normas dictadas por ellos mismos.
Y así como no se fija en ninguna de las disposiciones legales emanadas en la denominada Reforma Educativa, el incremento a realizar para que existan escuelas, dónde puedan ser evaluados los docentes y asistan los niños y jóvenes, tampoco se señala, cuánto habrá de invertirse para dotar del mobiliario y el equipo a dichas «escuelas».
Otra omisión importante en la «Reforma» lo constituye la inversión a utilizarse en la capacitación, actualización y superación de los docentes en servicio, ya que si la pretensión de las autoridades educativas es elevar la calidad educativa, se hace indispensable que exista un presupuesto para contratar al personal especializado que ofrezca los niveles de preparación para que el magisterio nacional eleve sus niveles de eficiencia.
Tal vez no contemplaron este presupuesto — el de la preparación del los docentes– porque quieren continuar con la farsa de los cursos inconexos, con el ahorro presupuestal de la reproducción de cursos, sin cubrir el trabajo realizado por los docentes que «asesoran» a sus pares, sin recibir compensación alguna.
Recientemente en Tamaulipas enviaron a las Jefaturas de Sector y Supervisiones Escolares un oficio convocatoria para que los titulares de esos niveles jerárquicos invitaran a profesionales de la Física, Química y la Agronomía a impartir cursos para docentes, a efecto de prepararlos para la impartición de las Ciencia en la educación primaria. La cuestión se detuvo, porque los supervisores y jefes de sector tenían que conseguir los profesionistas en dichas áreas del conocimiento, pero dicha invitación debía ser a título gratuito. Pero se le exigía a quienes aceptaran que rindieran informes de que es lo que iban a enseñar, cuánto tiempo durarían los cursos, a qué horario se sujetarían los docentes, cuál era el nivel de avance y finalmente un informe que contuviera los resultados obtenidos. !Todo gratuitamente!
¿Sabe usted estimado lector, cuantos profesionistas aceptaron? Acertó. Ninguno. Nadie quiere regalar su trabajo. ¿De quién fue la gran ideota? El documento enviado a los jefes de sector y supervisores escolares viene firmado por el Secretario de Educación de Tamaulipas Diódoro Guerra Rodríguez.
Ahora bien, en las leyes secundarias tampoco se consigna que a los docentes se entregarán lo materiales para el desarrollo de su función. Gises o plumones para pintarrones, hojas de papel (tamaño carta y tamaño oficio) carpetas (folders) para construir y archivar los portafolios de evidencias, las computadoras e impresoras para rendir la información que ahora exigen las autoridades educativas por vía electrónica. Por supuesto el servicio de internet y de telefonía, ya que demasiada frecuencia piden que se comuniquen para realizar las aclaraciones pertinentes.
Hasta ahora la Secretaría de Educación Pública (SEP) y sus representantes en los estados Secretaría de Educación en Tamaulipas (SET) jamás han dotado del material que se utiliza en las escuelas y si en cambio exigen resultados. En la mayoría de los casos no se proporciona una oficina a los supervisores escolares y a los jefes de sector.
¿Con esa precariedad, se podrá elevar la calidad de la educación?
Ojalá que el gobierno mexicano que ha obedecido a pie juntillas las indicaciones de la OCDE y de Mexicanos Primero, reciba el apoyo económico para otorgárselo a las escuelas del país. De lo contrario, sólo ha sido una demostración de que quienes aprobaron la Reforma Educativa, tan sólo son un puñado de ignorantes que oyeron sonar el cencerro y no supieron por donde.
* Observado.
Los nuevos legisladores locales provenientes del Partido Acción Nacional (PAN) ya sostuvieron su primer encuentro con el gobierno de Egidio Torre Cantú, desgobernador de Tamaulipas. Resulta que después de la toma de protesta de la nueva legislatura local la LII (Sexagésima Segunda) todos los diputados locales fueron invitados a la Casa de Gobierno, allá por el rumbo a la salida por la carretera a Monterrey.
Antes de ingresar a las instalaciones de la casa de gobierno, generoso, como es Egidio, sobre todo con el dinero del pueblo, porque él jamás se mete la mano a la bolsa, ordenó que a cada legislador le fuesen entregados dos pines, uno de oro y otro de plata, el primero con un valor de $ 5 000.00 y (cinco mil pesos) el segundo con valor de $ 3 000.00 (tres mil pesos).
Los legisladores blanquiazules de inmediato protestaron, al unísono señalaron que después del embate del huracán «Ingrid» gran cantidad resultó damnificada y que el dinero gastado en esas cuestiones suntuarias, mejor deberían emplearse en ayudar a esas familias, por lo que no aceptaban dicho regalo y que si esa era la condición — aceptarlos los pines– para entrar a la comida con el titular del poder ejecutivo, mejor no entraban.
Hubo tironeos, palabras fuertes, grito y finalmente los representantes del gobierno estatal aceptaron en no entregar los pines a los legisladores y entregar el valor de los mismos a la familias damnificadas.
Un primer gesto de dignidad y de vergüenza. Ojalá el gobierno esttal tuviera.
En nuestra próxima columna le relataremos acerca de la fiesta privada que tuvo el desgobernador de Tamaulipas en un hotel céntrico de ciudad Victoria, para despedir a los alcaldes y a los diputados locales, costo, asistentes y de dónde se llevaron músicos, mobiliario y otras cuestiones. Este relato retrata de cuerpo entero la clase de individuos que nos desgobiernan, sobre todo ante la existencia de miles de familias damnificadas por los embates de la naturaleza.