Por La Libre
Por Edelmira Cerecedo García.
Un día muy agitado fue el miércoles, levantarse temprano atendiendo a la invitación de un amigo y funcionario de la Presidencia de la Republica,como ES EL Coordinador de giras del Presidente Enrique Peña Nieto. Hablamos del Mantense Alejandro Guevara Cobos, nada más de este señor, casi nadie diría usted.
Bien el asunto es que la investidura que representa es bastante marcada para algunos y bastante pesada para otros; la situación es que el estigma que han colocado desde la Dirección de Comunicacion Social de Gobierno hacia los medios de comunicación mantenses cala hasta los huesos, al brindarnos el trato de una banda de rufianes.
Poco importo que la invitacion al evento hubiera sido corrida por el mencionado colaborador del Presidente de la Republica, ante el olimpico desprecio mostrado por la Direccion de Comunicacion Social del Gobierno del Estado que no se digna a voltear hacia los medios mantenses;para ellos es como si no existieramos.
El Staff de Prensa del Estado que dirige el Lic. Guillermo Martinez es la ejecutora de ese son que hemos estado bailando durante ya casi tres años; Esa despectiva manera de ver a los mantenses como fugitivos que se exilian en la capital, y no como periodistas que tienen el deseo de hacer un trabajo y que este se les sea reconocido, tal como el caso de los llamados «grandes medios», columnistas y periodistas que trabajan en aquella Ciudad.
la distinción en el trato fue patetica. A ellos, todos los honores, todas las atenciones, la urgencia de Karla Cabrera de no hacer esperar a tan «afamados» medios consentidos de Gobierno y asus comunicadores consentidos fue sin lugar a duda la gota que derramo el vaso.
Ellos llegaban y de inmediato conseguían el acceso, un asiento en lugar privilegiado; Nosotros, los pueblerinos mantenses (como -al parecer nos ve Karla Cabrera) colocados como fichas sobre un tablero.
Nos ponían en grupito y nos hacían hacer filas, bajo el sol o igual bajo el toldo en la sombra, insistentemente se le decía que no era un capricho, sino una invitación a la que acudíamos, que éramos de diversos medios y casi, casi llegamos a la humillacion de decirle, como parvulitos, que nos íbamos a portar bien que no romperiamos nada entrando, como si no supiéramos cual debe de ser el comportamiento de cada persona en un recinto de esta magnitud.
La Historia data, que anteriormente un evento de este nivel y magnitud, el Departamento de Comunicación Social de Gobierno del Estado, corría las invitaciones a los diferentes diarios de todos los municipios, en algunos momentos, mandaban los gafetes de accesos, el boleto del pasaje y hasta la habitación del hotel al que tenías que llegar.
Las atenciones se ofrecían , cada quien acudía cordialmente hacer su trabajo, o mandaba a uno de sus reporteros o fotógrafos, en algún momento el mismo Director de Comunicación se placeaba entre ellos y con gusto les daba las atenciones de saludos y por supuesto les invitaba algún lugar a comer o les facilitaba el saludo con el mismísimo Gobernador.
Qué tiempos aquellos, en donde subirse a un autobús con el Gobernador como Medio de Comunicaciòn era algo dentro de lo normal, y extraordinario a la vez; ahora ni siquiera se te puede agendar una audiencia ya no digamos con el gobernador, sino ni con el Director de Comunicaciòn…y luego las trabas de ese personajes que tienea su mando como es la Señora Karla Cabrera, quien entorpece laas funciones, el trabajo de los comunicadores en lugar de facilitarnos esa tarea, una labor que le sirve al Gobernador, al Presidente a todos ellos al ser nosotros, los medios, una correa de transmision entre gobernantes y gobernados.
Cada uno de quienes escribimos, tomamos fotos, hacemos o intentamos hacer una columna, cargan una cámara, cada uno créame Sra. Karla Cabrera es tan madre de familia como usted, es tan profesional como usted; todas hemos tenido oportunidades extraordinarias de hacer un trabajo como el que usted hace, todas hemos tenido una oficina propia, asistentes y capacidad para manejar una lista a nuestro antojo, pero siempre tratamos de ver mas para adelante que para atras.
Cuando usted salga de ese puesto en el que hoy la fortuna y, creemos, tambien su capacidad la colocaron, cuando este verdaderamente conciente de que eso solo dura un tiempo, y de que el tiempo se agota ya rapidamente y un dìa amaneces siendo nada y alguien de los que hoy negó que entrara, o no atendió minimizandolo como si no valiera nada, mañana puede estar en su lugar y usted ya no será nada sino un simple personaje mas que hace fila bajo el sol, una periodista mas que lo único que quiere es hacer su trabajo.
Hoy pareciera que usted considera que no son ni eso, y que ustedes pueden darse e lujo de mirarnos por encima del hombro.
No es a nosotros a quien mas perjudica señora, sino a la imagen de su jefe, ya que usted va en su representacion.
