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CENA DE NEGROS

Marco A. Vázquez

Como ciudadano, padre de familia, mexicano, tamaulipeco que desea una transformación del país y ve como único camino viable una buena educación me es imposible estar en contra de la reforma educativa.

Ilógico, reitero, imposible estar en contra de una reforma a la Ley General de Educación que plantea evaluar maestros, premiar solo a los mejores, acabar con los comisionados o reducirlos a su mínima expresión, y la razón de estar en contra es porque ahí se fuga mucho dinero que podría servir para contratar más maestros o tener mejores escuelas.

Sin embargo, también como ciudadano, padre de familia, mexicano y tamaulipeco, igual propongo escuchar a los maestros, atender sus propuestas de obligar a las autoridades a que también se evalúen, que ya no sea posible qué, por ejemplo, en la SET de Tamaulipas existan jefas de áreas que ni licenciatura tienen, que por ser esposas del cuñado del dirigente sindical puedan desempeñar puestos de alto nivel, de esos que ganan 125 mil pesos mensuales más lo que se hacen pagar por sus plazas de maestros, y sin tener mérito alguno.

Se supone que será la reforma educativa la que impedirá ese tipo de situaciones y quizá sea lo más urgente, porque ahí es donde se fuga la mayor parte del presupuesto, y porque nada va a cambiar mientras no se corrija en forma adecuada el problema.

La propuesta de expertos, hay que decirlo, es empezar a limpiar la SEP, (incluya la SET) de arriba hacia abajo, acabar con los grandes mercaderes de plazas, con quienes ocupan puestos sin merecerlos, con quienes están desempeñando labores donde nada más estorban, acabar, por ejemplo, con los que forman parte de la Comisión Nacional de Libros Gratuitos que entregan productos con errores de ortografía elementales, y en lo local, exterminar a los que venden plazas y con quienes corren o contratan personal de acuerdo a sus intereses.

Mismamente se hace necesario erradicar a personajes con puestos de alto nivel que tiene en la SET nomás como producto de negociaciones entre el sindicato y el gobierno, es decir, con canonjías.

Si, la reforma educativa es urgente, es un avance como de mil años, se lee bien bonita y en teoría puede ser la solución de nuestros problemas, pero nada pasará mientras no se optimicen y se les de calidad a las autoridades educativas.

La lógica dice que no puedes barrer las escaleras de abajo hacía arriba, y los maestros, sobre todo los de reciente ingreso, son el último peldaño, tanto en sueldos como en la importancia que les dan los directores de escuelas y la propia autoridad, entonces ellos no pueden ser el problema más grande, sino sus jefes, los responsables.

Más aún, con qué calidad moral, o con que herramientas van a evaluar a los maestros si las autoridades desconocen el tema.

Es verdad, viene un Instituto Nacional de Evaluación, pero… ¿de dónde saldrán los evaluadores?, ¿se podrá evitar la corrupción?, ¿cuánto costará un examen?, ¿la idea es acabar con los indeseables?, todas esas son preguntas que se hacen los maestros frente a grupo, y si, son válidas, e incluso motivos suficientes para salir a la calle a protestar ante lo que parece una ley hecha para fastidiar más que para corregir.

Entonces, son días de ir aclarando todas las dudas, también de dejar constancia de que ya no hay reversa en las reformas, que será un instrumento para mejorar la calidad y que, al paso del tiempo, a todos nos dejará una ganancia, a los buenos maestros mejores sueldos, a los padres de familia la certeza de que no tenemos un loco o un burro cuidando a nuestros hijos, por citar ejemplos.

Todo lo anterior viene a colación porque en cinco municipios de Tamaulipas grupos reducidos de maestros se manifestaron contra la reforma educativa, y no queremos que lleguen a fastidiar ciudades, y más aún, que vayan a fastidiar a nuestros hijos dejándolos sin clases, sin la oportunidad de ser mejores.

Y una vez más, estoy a favor de los maestros, pero de los buenos maestros, de los que no temen mejorar para, de esa forma, hacer mejores a nuestros hijos.

Si, ya es imposible seguir sosteniendo tantos vicios en la Secretaria de Educación, desde los muy burros que ocupan puestos directivos hasta a los mercaderes de plazas que están como buitres nomás esperando quien se jubila para agarrar sus horas y acomodarlas con sus amigos, compadres, y en el más grave de los casos, con el mejor postor, ándele, a eso hacemos referencia y no a los buenos maestros, qué quizá sean pocos pero los hay.

Le dejo el twitter @gatovaliente para que nos siga, también el correo electrónico y la cuenta de facebook a sus órdenes para lo que guste y mande… marcovazquez20001@hotmail.com

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