Por: Mauricio Fernandez
La visita de Peña Nieto semejó más un tour, un viajecito de placer que la visita de un estadista preocupado por sus gobernados. En lugar de traer apoyos en cantidades mas que suficientes, solo prometió que se haría un censo casa por casa para que no hubiera intermediarios. Peña Nieto, resguardado por cientos de elementos militares se distancia cada vez más del ´pueblo y sus coordinadores, sus manejadores de imagen creen que transportando a los periodistas y reporteros como ganado, en la parte trasera de camionetas abiertas se ganan el respeto y la simpatía de los comunicadores. Ellos hacen sufridamente su labor, pero el trato es indignante, humillante. Si el mantense Alejandro Guevara Cobos es el coordinador de giras, habría que ir pensando en que le faltan tamaños para este cargo.
Por otro lado, se notó la ausencia en los reportes periodisticos de Homero de la Garza, Secretario de la SEDESOL Estatal, pero se privilegió la del Delegado Federal Edgardo Melhem, para quien quiera darle una interpretación política a este hecho.
Por su parte, los veracruzanos y tamaulipecos tienen muy poco o nada que agradecer a Peña Nieto ya que las medidas urgentes de apoyo provenientes del FONDEN no han sido distribuidos aun, por lo que los para los damnificados el tour de Peña solo sirvió para dos cosas.
Otra situación sería si llegando al Estado, hubiera dado ordenes de que en ese momento se desplegara todo el aparato de apoyo, se dispararan los resortes que activan el flujo financiero para hacer llegar a los hermanos en desgracia esa ayuda que imploran a gritos.
Pero no, eso sería pedirle demasiado a un presidente que vino solo de visita, a ver de lejecitos la desgracia de los tamaulipecos y veracruzanos.
Su llegada y partida fue por completo irrelevante para quienes esperaban mucho, pero mucho más de la visita del Presidente de México.
