Por José de la Paz Bermúdez Valdés
* ¿Queremos avanzar en educación?
* Observado.
* ¿Queremos avanzar en educación?
A nadie le resulta extraño que el gobierno pretenda mejorar la educación en nuestro país, de hecho, todos aplaudimos esa decisión. Sin embargo, nos sorprendemos cuando para lograrlo los funcionarios educativos, sobre todo los de más alto rango, recurren a la pifia demagógica, y en aras de un lucimiento personal, pretenden sorprender a quienes ávidos de la información, sobre los afanes gubernamentales se realizan, escuchan las peroratas seudo intelectualoides.
Con motivo, de difundir las nuevas acciones emprendidas por la Secretaría de Educación Pública (SEP), recientemente estuvo en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, el secretario de la dependencia, el licenciado Emilio Chuayfett Chemor, quien presidió lo trabajos y presuntamente precisó las acciones a realizar en el nuevo ciclo escolar 2013-2014.
El funcionario, haciendo gala de la vasta información que sus asesores en la materia le proporcionaron, con cierto dejo de petulancia pretendió hacernos creer que incrementar las horas de estancia en las escuelas, satanizar a los maestros y alargarles los periodos de trabajo, representan la solución al bajo nivel de rendimiento escolar observado en los escolares de nuestro país y que se muestran el ranking internacional.
Exhibió como modelo de éxito el sistema de educación de Finlandia, país que representa toda un proeza de éxitos en educación, fruto de su reformas educativas implantadas a partir de 1958 y que lo han llevado a colocarse en el primer lugar de la escena mundial.
Les dijo a los asistentes — representantes de jefes de sector, supervisores escolares, directores de escuela y profesores de grupo– de la zona norte del país, que si Finlandia lo había logrado, por qué México no podría aspirar a dicha excelencia educativa. !Bravo Señor Secretario! !Excelente aspiración!
Sólo que no les informó que en Finlandia escolar empieza de las 8:30 o 9:= horas y concluye a las 15:00 horas (tres de la tarde) y que dicha jornada incluye un desayuno a los estudiantes al iniciar las actividades, un almuerzo que se sirve entre 12:00 y 12:30 horas y que los libros, y materiales escolares son proporcionados por la institución a cada uno de los 20 alumnos que como máximo atiende cada docente.
Tampoco les dijo, que los salarios de los profesores fluctúan de los 29 000 dólares estadounidenses anuales ( $372 000.00 pesos mexicanos anuales) o sea $ 31 416.66 pesos mexicanos mensuales y los $ 39 000.00 dólares estadounidenses anuales ($507 000.00 pesos mexicanos anuales) o sea $42 250.00 pesos mexicanos mensuales.
Es decir el promedio salarial mensual de los docentes finlandeses es de $ 36 833.00 pesos mexicanos mensuales. Y por lo tanto ser Maestro en ese país representa una posición social relevante. ¿Cuánto le paga a los docentes mexicanos Sr. Chuayfett? Seguramente, tiene usted todo el derecho del mundo a exigirles que cumplan con su deber.
Siguiendo con la perorata, el Secretario de Educación, informó que se ampliarían los periodos de estancia en las escuelas, se iniciaría el 12 de agosto de 2013 y concluiría el ciclo escolar el 15 de julio de 2014, debiendo quedarse los profesores del 16 al 31 de julio en las escuelas, para que se le impartan cursos de actualización y superación, y advirtió: !Quién no asista a los cursos, no le pago esa quincena!
De realizar una injusta comparación educativa entre México y Finlandia transitó hacia la amenaza, se sintió por unos momentos digno heredero de Hitler, Mussolini o José Stalin. !Porque lo digo yo!
Omitió el postulante decir, que en Finlandia el sistema educativo se sustenta en una estructura trifactorial: La familia, La escuela y los Recursos socioculturales: bibliotecas, ludotecas, cines, parques deportivos, etc.)
Que uno de los recursos favoritos de las familia es la lectura y que en este esfuerzo, las películas extranjeras no son dobladas, sino que son con textos, lo que obliga a los niños y adultos a leer permanentemente.
Se le olvidó al Secretario de Educación decirles a los asistentes que las escuelas en Finlandia están totalmente limpias y que los alumnos caminan en calcetines y que quienes asisten de partes retiradas, piden el rembolso de sus gastos de traslado.
Pasó por alto decirle a la concurrencia, que el sistema finlandés ofrece todo tipo de apoyo a las familias para la educación de sus hijos, empezando con el empleo, a efecto de que cuenten con los recursos suficientes para la manutención de los hijos y que la educación, es TOTALMENTE gratuita.
Sí, sí, sí, queremos ser como Finlandia, sólo unas cuantas preguntas Señor Secretario, ya que tan partidario es de compararnos con ese país. ¿Nuestros estudiantes tendrán aulas para asistir a recibir la educación que usted quiere que se les brinde? Porque hasta ahora el 70 por ciento de lo que se denomina escuelas, no cuenta con un edificio escolar. Las instalaciones habilitadas para tales efectos no cumplen ni con el 10 por ciento de los requerimiento de lo que es un aula escolar: construcción adecuada, iluminación, mesa-bancos o pupitres, pizarrones, ventilación y sobre todo materiales escolares.
¿Los maestros, esos individuos a los que usted tanto odia, recibirán el salario cercano a lo que reciben los docentes finlandeses?
¿El calendario escolar será considerando las necesidades pedagógicas y psicológicas de los alumnos y no la consideración laboral de eliminación gradual de la actual planta docente nacional?
¿Lo que usted denomina «cursos de actualización y superación» serán realmente eso, o se continuará como hasta ahora con el esquema de solicitar docentes en servicio para que asistan a supuestos cursos en las oficinas centrales estatales y posteriormente los reproduzcan ante sus compañeros? Ese proceder, se entiende porque no quieren pagar a profesionales en la impartición de cursos de preparación pedagógica y consecuentemente, la deficiencia en el desempeño de estas acciones es lo que ha producido bajo rendimiento.
¿Dotarán a las escuelas de los insumos necesarios a efectos de hacer realmente la educación gratuita? Hasta ahora , ni siquiera una hoja de papel para girar el oficio de reanudación de labores otorgan a las instituciones educativas, mucho menos, los equipos informáticos para cumplir las exigencias de información cibernética de calificación, altas, bajas y acreditación de los alumnos inscritos en las escuelas.
Pretenden hacer dinámica las direcciones de escuela y la supervisión escolar, le entregarán el material necesario para la realización de su función?
¿Se trata de cansar al magisterio? ¿De agotarlo, no otorgándole los recesos necesarios para el buen desempeño profesional? Porque hasta ahora las decisiones formuladas en la planeación del calendario escolar 2013-2014 sólo revelan ausencia de información adecuada de que es lo que debe hacerse en materia educativa. Más bien es exponente de una fobia rabiosa en contra del magisterio nacional.
¿De veras cree el Secretario de Educación que todos los profesores somos ignorantes? Tal vez, sería mejor que leyera un poco acerca de la historia de la educación en nuestro país y podría enterarse que el gran avance en materia educativa de México no ha sido debido a la SEP, sino a pesar de ella, que ha sido el deseo de superación del magisterio nacional el que le dio el fuerte impulso que hoy tienen los niveles de secundaria y preparatoria.
Una revisadita de la literatura educativa de México no le haría daño y quizás, tal vez, sólo quizás le borraría esa admiración por la educación finlandesa, que sin lugar a dudas tiene mucho de trascendente, pero que no ha sido escrita con la sangre de muchos mexicanos que han dejado lo mejor de su vida en las aulas: los Maestros de México.
* Observado.
Muy mala señal ha enviado al pueblo de Matamoros con sus declaraciones la reciente electa alcaldesa Leticia Salazar. Decir que el gobernador del estado la conoce y que por esa sola razón le va a ir bien a Matamoros, constituye una ausencia de cálculo político muy grave.
Probablemente continuando con su vieja postura de subordinación a los dictados de sus jefes — no hay que olvidar que cuando fingió como regidora, como diputada local o como diputada federa– sólo hizo lo que le ordenaba su superior jerárquico, hoy piense que obedeciendo dócilmente lo que señalen desde el gobierno del estado las cosas serán mejores.
Olvida, que tiene una responsabilidad, defender los intereses de la ciudadanía. No se trata de su sometimiento personal, al que está acostumbrad por tal de obtener beneficios, no, se trata de exigir lo que le corresponde al municipio. Tarea difícil, pero impostergable.
Hasta ahora no nos ha dicho como piensa solucionar el problema de la inseguridad. ¿Continuarán las cosas como hasta ahora?
