Puede el PRI perder 3 de 8
Oscar Contreras Nava
La selección de candidatos casi siempre define el triunfo o la derrota de los partidos, porque su perfil social, experiencia en el escenario político y su pertenencia a un grupo en su comunidad, cuenta mucho para que garanticen un buen papel en la contienda electoral.
Y es que si no cumplen con estos requisitos básicos, su trabajo político se complica mucho para lograr el voto de los ciudadanos y después, lo tienen que buscar ofreciendo dádivas a la gente, manipulando encuestas para inhibir el voto o simplemente evitar que lo emitan.
Un ejemplo de una buena selección de candidatos, es la que el PRI de Tamaulipas realizó cuando eligió para buscar una diputación local a Cristabell Zamora, Viviano Vázquez, Ernesto Robinson Terán, Lolis de la Garza, Raúl César González García, Griselda Dávila Beaz, Ricardo Rodríguez Martínez, Carlos González Toral, Lalo Hernández Chavarría y Erasmo González, con ellos el tricolor tiene el triunfo asegurado, y a su vez refresca el escenario estatal con nuevas caras de políticos priistas.
Sin embargo, el PRI eligió también a Fernando Castillo, Aida Zulema Flores Peña, Laura García Dávila, Jesús de la Garza, Juan Báez Rodríguez, Blanca Valles y Homero Reséndiz Ramos quienes tienen experiencia política y con esto se quiso asegurar la mayoría en el Congreso del Estado.
Pero bueno, esto mismo no sucede en Nuevo Laredo con Carlos Montiel Saeb, quien al llegar a la candidatura del PRI a la alcaldía, generó un ambiente adverso entre los grupos del poder local y en el arranque de su campaña se abrieron en su contra.
Por ello apoyaron a Carlos Cantú Rosas Villarreal, como candidato del PAN a la alcaldía y para sorpresa de muchos su trabajo político-electoral ha destacado, a pesar de que goza de la herencia política que le dejó su padre y tiene muchas posibilidades de ganar la elección, aunque ahora se diga que pusieron en orden a los grupos y que van a colaborar para que Montiel Saeb gane la elección, lo cual, muchos priistas lo ponen en duda.
Este es un caso muy especial porque el PRI no tenía ningún problema para ganar la elección en Nuevo Laredo. El tricolor había realizado un trabajo político excepcional, que un candidato, hasta pateando un bote, podía ganar una elección, pero una mala negociación y la falta de consensos entre los priistas, hicieron que se reventara la armonía que gozaban y ahora, ahí mismo, tienen un problema difícil de solucionar, pero nunca imposible de resolver.
En Tampico esto no pasa, aquí el PRI eligió a Gustavo Torres Salinas como candidato a la alcaldía, y los grupos de influencia estuvieron de acuerdo para que lo fuera, ya que saben que el diputado local, con permiso, es parte del grupo gobernante y nunca se opusieron a su candidatura.
Es tal su apoyo que aceptaron a Toño Martínez Torres, como delegado del PRI, sin cuestionar absolutamente nada, pero éste abusando de la buena fe de los tampiqueños, poco a poco, fue apropiándose del escenario local, y lo primero que hizo fue sacarlos de la toma de decisiones y ahora el mismo candidato no puede dar un paso si él no lo autoriza.
Esto ha generado que los grupos que vean ahora a Martínez Torres con mucho cuidado. Saben que si Gustavo siendo candidato se dejó manipular, lo peor sería que cuando gane la alcaldía, le imponga a sus principales colaboradores y el gobierno municipal lo maneje a su antojo y sin ninguna oposición, tal y como le hizo con la lista de síndicos y regidores.
Pero como la justicia divina siempre está presente en el panorama de la política, y actúa en los momentos más precisos para ejercer su mandato, la panista Tere Sosa a raíz de esta circunstancia, y de la incorporación de la alcaldesa Magdalena Peraza Guerra, al equipo de promoción de Torres Salinas, sus posibilidades de ganar la elección han crecido y hasta con el mismo apoyo del priismo tampiqueño.
Si el PRI llega a perder en Tampico, será algo extraordinario e inusitado en la historia del puerto, porque teniendo un buen candidato a la alcaldía, dejaron que fuera manejado por un burócrata de la política. Ni más ni menos.
Finalmente, en Matamoros parece que el priista Salvador Treviño Garza lleva alguna ventaja con el trabajo de algunos grupos de priistas que se le sumaron al final de su campaña. Bueno, hasta Marco Antonio Bernal Gutiérrez y Adrián Gallardo Landero se unieron a su proyecto y esto pudiera generarle más votos.
Sin embargo, tenemos que reconocer que la panista Lety Salazar ha trabajado políticamente en el municipio desde hace más de una década y ha formado una estructura que seguramente se movilizará para hacerla ganar este próximo domingo. Tienen experiencia. Han sufrido derrotas y están preparados para la competencia. Además, los panistas como Sampayo, Chito García y Sacramento la apoyan y esto marca una diferencia.
Por ello, en Matamoros la elección no está nada fácil, pero no había otro candidato del PRI que fuera mejor que Chava, que reuniera a todos los grupos a su favor, pero lo que no se sabía es que su equipo estuviera tan sobrado como para desdeñar los apoyos, que desde siempre le ofrecieron y les falto humildad para aceptar que no podían con la elección.
Así que si pierde Chava no será porque no lo apoyaron los demás priistas, sino porque su gente siempre se quiso comer el pastel, así como lo hizo Erick Silva y Poncho Sánchez Garza.
En fin, al principio dijimos que siempre es importante elegir buenos candidatos para dar una buena pelea electoral, ahora vemos que aunque esto suceda, en ciertas ocasiones esto no basta, y es necesario que el PRI de Tamaulipas aprenda de los triunfos que seguramente tendrá en el estado, pero también de las derrotas que sufrirá posiblemente en tres de los ocho municipios más importante por no tener la suficiente sensibilidad política, para seleccionar a candidatos con carácter y a la vez con humildad, que no es lo mismo que debilidad. Así de simple.
A Madero no lo contamos porque ahí el PRI ya está perdido con Esdras Romero Vega, quien sin duda carga con la pesada historia de corrupción de quienes lo pusieron en el camino a la derrota. Pero mañana les platicamos más detalles sobre este caso.
Para finalizar, la Cámara de Diputados aprobó una iniciativa en materia de disciplina financiera de estados y municipios, en la que faculta a los diputados para ejercer “control político” con la finalidad de limitar las deudas estatales y crear un sistema de alertas sobre las entidades que más deben.
Esta propuesta contempla reformas a seis apartados constitucionales para fijar controles y lineamientos al financiamiento de los estados y municipios y es seguro que se apruebe en el segundo periodo extraordinario que se tendrá y con esto desde luego, en pocas palabras, a los gobernadores y alcaldes les cortaron las alas para endeudarse así no más porque sí, ya les daremos más detalles de este asunto.
Al cierre. La Senadora Cristina Díaz acepta que los gobiernos del PRI han cometido “pecados” de cara a las elecciones y acusa a otros partidos de hacer lo mismo. O sea que como el PAN y el PRD lo hace, el PRI también.
¡Qué bárbara! Este criterio no se justifica para nada y no cabe duda que a nuestros dirigentes falta aplicar la ética política en sus actos, discursos y mensajes hacia la sociedad, porque esto es motivar a la impunidad.