Las vacaciones de los burocratas de tamaulipas.
Tamaulipas México.- Mientras la mayoría de los tamaulipecos no están en condiciones de disfrutar las vacaciones de verano, por la inseguridad que prevalece, porque no les alcanza el dinero o bien, porque sencillamente deben trabajar sí o sí, en cambio la alta y mediana burocracia del gobierno de Tamaulipas está en Jauja, disfrutando la mexicana alegría en los paraísos turísticos del jet set internacional.
Viene a cuento lo anterior por la parálisis gubernamental generada con motivo del primer periodo vacacional que disfrutaran los más de 15 mil burócratas estatales, que inició el 22 de julio para retornar el 5 de agosto del actual, contando las dependencias con las guardias respectivas durante el asueto.
Por tanto la high politics class tamaulipeca ha desaparecido literalmente del territorio, de ahí que ya no se escuche la voz de secretarios, diputados, alcaldes, regidores y síndicos tan dados a la declaración cotidiana, se difuminaron de la escena pública.
La pléyade de servidores públicos estarían visitando entre otros destinos Dubái, Indonesia, Hawái, tostándose la piel bajo el sol en playas de Oceanía, Europa, Asia, sud América, sur Texas y quintana Roo, o esquiando en colorado. Apostando en la Vegas
Está visto que los altos funcionarios de los tres órdenes de gobierno y dirigentes sindicales burocráticos son seres privilegiados que no sufren en carne propia la crisis económica, sus exorbitantes remuneraciones permiten disfrutar de ese aristocrático estilo de vida, en contraposición a las penuria econonomica que sufre la mayoría población, afectada drásticamente en su nivel mínimo de bienestar.
De ese orden de ideas se desprenden algunas cuestiones a considerar sobre el tema del descanso vacacional:
Empero cabe preguntar ¿Tiene sentido que un gobierno entero se pare por vacaciones? La respuesta es no, porque al no interrumpirse las labores burocráticas en los centros de trabajo de las dependencias gubernativas, se incrementaría la eficacia y productividad del aparato estatal.
En esas condiciones el Secretario de Administración Jorge Abrego Adame debería replantear al ejecutivo la modernización del actual sistema vacacional del gobierno del estado ya obsoleto, para sustituirlo por otro más flexible como el de las vacaciones escalonadas, sin la rigidez del tan común “cerrado por vacaciones”. Sirva de ejemplo el sistema vacacional del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Así pues, el sistema vacacional escalonado traería consigo más ventajas y beneficios tanto para los particulares gobernados, como para los servidores públicos y la economía en general.
En los hechos quien tenga la necesidad desarrollar un proyecto productivo o cumplir con algún trámite administrativo o fiscal, solicitar una licencia, un permiso, una autorización, una concesión, tienen la limitante encontrar las oficinas de gobierno cerradas por vacaciones, amén de que los funcionarios de guardia no cuentan con capacidad de decisión para resolver los asuntos administrativos.
Cabe señalar que en teoría la administración pública centralizada y paraestatal está integrada por un cuerpo profesional de servidores públicos organizados en una pirámide jerárquica que operan bajo normas, reglas sistemas, procedimientos, políticas, hábitos y costumbres que le dan estructura al aparato administrativo, llamado burocracia.
No pasa inadvertido que el actual sistema de administración de personal ha sido diseñado por la ley para frenar la acción gubernamental dos veces al año por las vacaciones de los servidores públicos, cuya suspensión de labores atenta contra la productividad y la emisión de resoluciones y actos administrativos, así como la prestación de los servicios en perjuicio de lo particulares gobernados.
Por otro lado conviene observar que un sistema de administración que ejecute bien sus funciones y que preste eficazmente con dinámica operativa sus servicios en forma permanente y uniforme, sin cierre de oficinas, sin violar derechos laborales otorgando a sus trabajadores vacaciones escalonadas, mejoría la administración, y fortalecería al gobierno.
Regresando de este periodo nacional habría de queda resuelta la erradicación total del vector del dengue, las remociones de algunos mandos de primer nivel y medios del aparato burocrático estatal, la reprogramación de estrategias y objetivos institucionales.
En definitiva se hace necesario reformar la Ley del Trabajo de los Servidores públicos del Estado, para establecer un sistema de vacaciones escalonadas para los trabajadores de base, de confianza y funcionarios durante los doce meses del año, cubriendo su ausencia con trabajadores extraordinarios supernumerarios etc., y a los funcionarios con los de nivel jerárquico inmediato inferior