CENA DE NEGROS
Marco A. Vázquez
Triste este México, de la chingada diría una de las mujeres de la casa que suele ser sincera en exageración y a la que hoy hay que secundar porque, ¿qué otra cosa se puede decir de un territorio donde puedes matar a una persona por unos pesos o te puedes pasar por muerto a un costo de 250 mil del águila?, peor aún nuestro asunto es que estando “muerto” un hombre “resucite”, compita para ser presidente municipal de su pueblo y, aun con todos los pecados que arrastra, se le elija por la mayoría de ciudadanos.
Por eso estamos como estamos, porque en este país resulta muy barato violar la ley y cualquier cosa motiva a hacerlo, porque el mexicano es rápido para sacar su cartera y sobornar al tránsito, al policía, al vendedor de la compañía de cable o teléfono, e incluso a los hijos a quienes por un dulce los hace cometer excesos o dejar de hacer cosas o que le sirvan en algo.
Lo preocupante es que pocos parecen darse cuenta de la situación real, por ejemplo, el hecho del muerto vivo se toma como “normal” y lo mismo sucede en cada exceso, cada delito, tan lo es que la noticia del nacimiento del príncipe del Reino Unido puede durar tres días en Televisa y Tv Azteca y ocupar cientos de espacios en la prensa, pero el caso de Lenin Carballido, alcalde electo de San Agustín Amatengo, Oaxaca (que es el “alcalde zombie” porque se hizo el muerto para librar la justicia pero resucitó para ser candidato) apenas si les mereció mencionarlo.
Le explico el caso de este personaje que fue cobijado por el PAN, el PRD y el PT para ser candidato a alcalde, resulta que se hace una investigación a su persona, le encuentran una denuncia por una violación tumultuaria a una joven, también por otros delitos, pero cuando se va a la Procuraduría a ver el resultado de las averiguaciones previas lo más que encontraron fue un acta de defunción a su nombre, oficialmente esta “muerto” y por ello ahora se le conoce como el alcalde zombie, porque a pesar de ello se registró de candidato y ganó.
Quizá pocos se ocuparon del caso porque la mujer violada no era una princesa, ni nació en Francia, España o Inglaterra o cualquier lugar del extranjero, o, quizá,no le dieron suficiente espacio en la prensa porque tan solo es una situación que se ve “muy común”, y además iba a gobernar una de esas comunidades pobres de Oaxaca que ninguna autoridad federal les hace caso.
Vil discriminación, pero si, dibuja de cuerpo entero el caos que se vive en México, los abusos que pueden cometer los poderosos, más aún, el costo “tan barato” dicen ellos, por violar la ley y lamentablemente es lo que nos tiene así en la inseguridad, porque campea la corrupción y la impunidad.
El caso es que Lenin Carballido hoy está detenido, con él esta acusado el oficial del registro civil de esa comunidad que en el 2004 firmó su acta de defunción con la que estaba “oficialmente muerto”, también lo acompaña un médico que extendió su certificado de muerte, y aparece, en el expediente y como “abogado que arregló el asunto por 250 mil pesos” el entonces alcalde de la misma comunidad de nombre Celso Mora Jiménez.
Quizá si, quizá haya muchos casos de ese tipo, pero es incomprensible porque no se hacen las denuncias correspondientes, porque no se les da el debido espacio para que la sociedad tome conciencia, tampoco se sabe porque no se actúa en forma para evitar que sigan ocurriendo.
Todavía más incomprensible es ver como un pueblo puede apoyar a un violador para que sea su máxima autoridad, como pueden confiarle sus hijos, su futuro, son cosas que tal vez ya sea tiempo de investigarlas en serio, que se metan los psicólogos sociales y los sociólogos a hacer su chamba.
El ataque del zombie no debe quedar impune, deben buscarse a todos los culpables, ponerlos tras las rejas, para que sirvan de ejemplo y exhibirlo para que la sociedad no siga confiando en delincuentes.
Por supuesto, la situación debe llevar a los legisladores a pensar en forma seria la posibilidad de implementar pruebas de control y confianza y de antidoping para todos los candidatos a puestos de elección popular, o por lo menos para los alcaldes, diputados, gobernadores y el presidente de la República.
Le repito, si no se actúa en forma debida este México va a aterrizar en el caos, en la ingobernabilidad, en la anarquía y eso no es bueno para nadie.
Los hechos detallan que cada vez los políticos son más cínicos, que cada vez los delincuentes son más osados, más audaces y ya no los asusta la justicia de los hombres y en ocasiones no temen ni a Dios y por eso es necesario acabar con la impunidad y la obligatoriedad de que se cumpla con la ley.
El zombie quedará en los anales de la historia de México como un hecho bochornoso, más porque los periódicos extranjeros le dan difusión y mucha más que los nacionales, más porque primero fue la BBC de Londres la que entero del caso y luego, en notas de 20 segundos, los noticieros televisivos del país.
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