¿Quién jinetea el dinero del Cbtis?
Fin a las cuotas escolares, ¿una quimera?
¿Asumirá el estado los costos?
Sospechoso manejo de presupuesto
HECTOR MIGUEL CHAVEZ
H. Matamoros, Tam.- Precisamente en el Día del Niño se dio a conocer que el Senado de la República aprobó la eliminación de las cuotas escolares en las escuelas. Turnó la reforma a los diputados para que sea aprobada y posteriormente puesta en vigor.
Eso significa que todos los niños tendrán oportunidad de entrar a la escuela sin necesidad de pagar las onerosas cuotas, que en algunos casos se han convertido en el gran negocio y fuente de riqueza para unos cuantos.
También significa que el estado va asumir la responsabilidad total del mantenimiento de edificios escolares, el pago de maestros y personal administrativo, que es lo que se usa de pretexto para fijar cuotas que ya han hecho selectiva la educación y han profundizado la división económica en la sociedad.
Esto es, interpretando optimistamente la intención de la reforma, ahora falta ver si hay sanciones severas y reales para los que sigan cobrando cuotas, o si hay algún truco escondido que permita justificar el negocio.
¿Y EL NUEVO CBTIS?
Desde hace poco más de tres años, se aprobó la construcción de un nuevo CBTIS. Aparentemente se autorizó el presupuesto y se anunció que de un momento a otro se empezaría la construcción.
El problema era el terreno, pero Juan Villafuerte Morales, el líder de la CTM lo donó al fraccionamiento Campestre del Río para su construcción.
Como ya estaba todo autorizado, proyecto y presupuesto, se puso a funcionar provisionalmente en un edificio localizado sobre la calle Quinta y Juárez.
Se suponía que en cuestión de semanas se iba a levantar el edificio, y mientras tanto la presidencia municipal se hizo cargo de pagar la renta de más de 60 mil pesos mensuales.
Pero han pasado tres años y los funcionarios de la Secretaría de Educación Pública se hacen como que les habla la virgencita. No responde los llamados de la Presidencia Municipal, de los maestros, de los padres, ni de todas las personas y grupos que están demandando que se haga la obra.
Está por salir ya la primera generación de estudiantes y es fecha que el Cbtis todavía no tiene clave y por extrañas razones, la SEP ha tardado tres años y no puede resolverlo.
Sin embargo, pese a no tener clave, la misma Secretaría de Educación Pública paga la nómina y la escuela depende totalmente de ella, salvo en el caso de la renta que están sangrando al municipio.
Lo sospechoso de todo esto, es que el presupuesto ya está autorizado y el proyecto también, y sin embargo ¿dónde está el dinero?. ¿Quién lo está jineteando?, ¿Por qué es que no atienden los llamados?
El problema data desde la administración federal anterior, y ahora que hubo cambio sigue exactamente lo mismo.
Aunque éste no es el único caso. La construcción de los Cobat, como el del 5 de Mayo y el que dirige el profe Rodríguez, han tenido el mismo tortuoso camino del sospechosismo.
Además de que son presupuestos inflados, no hay rendición de cuentas ni transparencia en su manejo, porque se dan el lujo de ignorar a la sociedad como si se tratara de un asunto de caridad que esté haciendo algún grupo privado, y no de servidores públicos comprometidos a servir con el dinero del pueblo.
Ya es tiempo que rindan cuentas, y de que los organismos de la ciudad se sumen a la exigencia y apoyen este gran proyecto educativo, pues contribuye a palear un poco el problema de la falta de espacio que padecen los jóvenes egresados de secundaria anualmente, pues más de 5 mil se quedan sin ingresar al bachillerato por falta de escuelas suficientes.