Afirma el dicho popular que unos son los que persiguen la liebre y otros son los que la atrapan.
En el caso de la política en nuestro estado, tenemos un clarísimo ejemplo de esta situación, en la intensa, extenuante, apasionada y mortal persecución de una presa (la gubernatura) emprendida por el Dr. Rodolfo Torre Cantú, y una sorpresiva, cómoda, atípica y carente de merito, obtención de la presa por el actual gobernador Egidio Torre Cantú.
El cazador que en la actualidad se esfuerza más por atrapar la codiciada presa, es sin duda el Ing. Homero de la Garza Tamez, Vicegobernador de facto que actúa con el nombramiento de Secretario de Desarrollo Social, con jurisdicción y mando en todos los asuntos propios de su Secretaria, de las otras oficinas del Ejecutivo, del Partido Revolucionario Institucional y con injerencia en los gobiernos municipales surgidos del PRI.
Homero de la Garza, el supersecretario que goza de todas las confianzas de su patrón Torre Cantú, el funcionario consentido del gobernador, el hombre al que le han subcontratado el manejo político de Tamaulipas, debería estar preocupado por la competencia que le ha surgido con la candidatura a la presidencia municipal de Ciudad Victoria de Alejandro Etienne Llano.
De la Garza Tamez correteaba (en tiempo pasado) solito la liebre por todas las praderas, llanos y montes de la geografía tamaulipeca. Hoy ya no es así. De resultar triunfador el miembro de una de las familias consentidas del sexenio, Alejandro Etienne, en la elección para definir el próximo alcalde de la capital, las opciones locales para la sucesión egidista serán dos: el propio Etienne y el puntero Homero de la Garza.
Si la definición del candidato priista a la gubernatura del estado se sigue resolviendo en Tamaulipas, con el método que inauguró y provocó Manuel Cavazos Lerma al imponer a Tomas Yarrington, los más fuertes competidores serán el titular del a Sedesol y el probable alcalde victorense.
Si la restauración del presidencialismo tricolor se alcanza plenamente, ya le podemos ir viendo cara de (candidato a) gobernador a un político chilango con raíces en Tamaulipas.
A los intereses de Homero de a Garza conviene que pierda Etienne o por lo menos que su triunfo sea muy raspado, muy cuestionado.
Homero va a sufrir el desgaste propio de quien ejerce el poder y toma las decisiones, mientras a Etienne solo le ocupa su propia candidatura.
Homero lleva tiempo gozando de la confianza del Ejecutivo, pero ya no tiene trucos nuevos para “apantallar” a su jefe y amigo. Alejandro Etienne tiene tres años para sorprendernos con sus habilidades y talentos, que no ha podido mostrar por la naturaleza más bien discreta de los trabajos que ha desempeñado.
En su calidad de “delfín” del Gobernador, Homero es el enemigo a vencer y el obstáculo a superar y destruir para los que aspiran a ser candidatos del PRI (y de otros partidos) al gobierno de Tamaulipas. Etienne está concentrado únicamente en la elección de la capital.
Ayuda mucho a Etienne la predilección que el mandatario tamaulipeco siente por la ciudad capital. Perjudica a la imagen que los priistas tienen de Homero, la responsabilidad que le han asignado en Tampico, un municipio en el que muy probablemente se refrende el voto mayoritario a favor de Acción Nacional.
El Supersecretario Homero de la Garza ya llegó al nivel máximo de su capacidad, ya le han subcontratado una gran parte del poder gubernamental, ya alcanzó el techo de su popularidad. Etienne por su parte apenas empieza su carrera propiamente política y tiene tres años para convencer (a Egidio Torre) y vencer en la carrera por el afecto de quien determina la candidatura priista… si no dispone otra cosa Enrique Peña Nieto.
oscardiaz482@msn.com
Reynosa, Tamaulipas a 3o de abril de 2013
PD
