Estado

La herencia negra del panismo

 

collageJose Angel Solorio MartínezLas delegaciones federales operarán como tierra de nadie en este proceso electoral. Los doce años de dominio panista en estas áreas de la administración federal, enquistó una burocracia azul que se resiste –y resistirá- a operar como apéndice priista. Miles de trabajadores en estas instituciones, se quedaron con el chip panista. Y para el colmo del PRI no pueden ser desplazados porque sus derechos laborales fueron puestos a buen recaudo por los gobiernos de Fox y Calderón.

¿Y..?

Nada del otro mundo.

Así es. Nada que no se pueda resolver. Sólo que el tiempo corre en contra de los candidatos y del tricolor en la entidad. La red clientelar que generó el trabajo de las Delegaciones federales en Tamaulipas, conservadoramente se calcula en algunos 250 mil ciudadanos. La mayoría de ellos –principalmente el padrón del programa de la SEDESOL conocido como Oportunidades- sufragaron en favor de los candidatos panistas.

(En San Fernando el padrón de Oportunidades rebasó los 18 mil miembros y ya vimos cómo le fue al candidato a diputado federal priista).

Hoy los titulares de las delegaciones están amarrados de las manos, para desplegar a plenitud sus tareas socio-políticas. Padecen un tejido laboral que está a la defensiva, que trabaja a medio gas y escuchan con más atención lo que dicen los diputados y senadores panistas, que lo que ordena su jefe formal. Los cuadros medios, incluso, en algunas delegaciones federales no han podido ser removidos.

Y en algunas otras dependencias se dan grotescos casos de autoridad: el delegado de la PROFECO, Felipe Garza Narváez ve transcurrir el tiempo con su arrugado nombramiento en el bolsillo de Delegado federal de una dependencia que no ha podido asumir.

¿Política ficción?..

Eso parece.

En la urdimbre del poder federal en el rubro de las Delegaciones, se han generado cotos de poder que no han podido ser removidos: las áreas de prensa se amurallaron en sus derechos laborales. El resultado: los jefes de prensa de las delegaciones, mantienen más informados a sus ex jefes que a sus nuevos patrones.

A eso se suma, que los aparatos de inteligencia del Estado siguen en manos de panistas confesos. La relevante Delegación del CISEN sigue trabajando como un brazo de espionaje del panismo y no como un instrumento de acopio y análisis de la información socio-política para la toma de decisiones de las administraciones estatal y federal.

Mala noticia para el gobierno estatal y el partido tricolor.

¿Cuánto tiempo llevará la despanización de las Delegaciones federales?

No se sabe.

Lo que es una certeza, es que el proceso no dará resultados en el corto plazo.

(La CORETT, la SEDESOL, el IFAE y la PROFECO se suman como ejemplos fehacientes del poder azul, que el PRI no ha podido desmantelar. Vamos: ni siguiera erosionar un poco el conglomerado laboral heredado por el panismo).

O sea: el poder político de las Delegaciones federales opera con tantas incertidumbres que se ve complicado que pueda apuntalar exitosamente al partido que ahora sirven. En otras palabras: los candidatos del PRI y el PRI, deberán que rascarse con sus propias uñas. Poco, muy poco influirá en la correlación de fuerzas político-electorales la labor de los Delegados federales y de la gente a su mando.

Los candidatos del PRI, tendrán que esperar tiempos mejores…

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