Guillermo Martínez García: Eres un cobarde
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A los adjetivos antes empleados para nombrar a Guillermo Martínez García – dipsómano, teporocho, pornógrafo, supuesto violador, alcahuete, corrupto, inepto – hoy agrego el de cobarde, pues solo un cobarde se escuda en el anonimato para responder a las criticas…
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Guillermo Martínez García: Eres un cobarde
A los adjetivos antes empleados para nombrar a Guillermo Martínez García – dipsómano, teporocho, pornógrafo, supuesto violador, alcahuete, corrupto, inepto – hoy agrego el de cobarde, pues solo un cobarde se escuda en el anonimato para responder a las críticas
Periodista fracasado
Lo primero que supe del sujeto que se perfilaba para ocupar la jefatura de prensa en el naciente gobierno de Egidio Torre Cantú, fue que heredó un periódico de su padre a quien apodaban “El Metro”.
Guillermo Martínez García regresaba a Tamaulipas luego de muchos años de residir en Monterrey; volvía a Ciudad Victoria, la ciudad en la que experimentó el fracaso al “quebrar” la empresa periodística que le dejó su padre, aunque también le dejó buenas ganancias a su familia con el lucrativo negocio del transporte publico. De la chatarra ambulante que los victorenses conocen como autobuses azules, salió para educar a Memito en la universidad más católica, elitista y reaccionaria del noreste de México.
Pornógrafo
Conservo el archivo digital de la página 2 de varias ediciones de la “Revista H”, en la que se observa claramente el nombre de Guillermo Martínez García en el directorio de esta publicación cuyo atractivo principal son las fotografías de mujeres desnudas, por lo que se puede catalogar a la revista como un producto de pornografía ligera o “soft porn” para decirlo al estilo norteamericano.
Definir al vocero del gobierno de Tamaulipas y del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia como pornógrafo, no es una ocurrencia ni un intento de insultar, es simplemente una definición sustentada en lo que ha sido el Coordinador de comunicación social del gobierno.
Dipsómano o Teporocho
Hasta que escuché media docena de conversaciones en las que me contaron detalles de las borracheras que se corría el jefe de prensa de Egidio Torre Cantú, precisamente con algunos de los convidados por el vocero del gobierno estatal a las bacanales que con regularidad disfruta el funcionario tamaulipeco avecindado en Monterrey, me atreví a escribir sobre la enfermedad del encargado de las relaciones del gobierno tamaulipeco con la prensa.
El aliento, la mirada, el gesto y el ánimo con el que realiza su trabajo, delatan la afición al alcohol del individuo que ingiere bebidas embriagantes de manera consuetudinaria y en cantidades mayúsculas, y que toma decisiones alcoholizado, lo que es más grave y perjudicial para el gobierno estatal.
“Precioso Martínez”
Por la lectura de la reseña del periódico “La Pista” y el portal “Notimar” me enteré de la acusación que una madre de una menor de quince años dirigía en forma pública y acompañada por un centenar de personas, al Coordinador de comunicación social, Guillermo Martínez García, señalándolo de violar a su hija.
En las fotografías del plantón que frente al palacio de gobierno encabezó la Sra. Marisol Contreras, madre de la victima, se observan los cartelones en los que se acusa a Guillermo Martínez García de violación, y la fotografía del jefe de prensa en esos carteles ataja cualquier duda o confusión respecto a la persona que se acusa de uno de los delitos mas reprobables que puede perpetrar un individuo.
El trampa Guillermo Martínez
Fue el periodista José Ángel Solorio quien publicó los detalles de un trabajo de investigación en el que se documenta que Guillermo Martínez García, su protector y padrino José Manuel Basave (cuñado del gobernador) y otros, fueron los proveedores de los cuadernos y artículos escolares que el gobierno de Tamaulipas adquirió y repartió entre los estudiantes de nivel básico en el ciclo escolar pasado.
La empresa “fantasma” que proveyó el kit de artículos escolares tenía su domicilio fiscal, de acuerdo a la investigación de Solorio, en una de las múltiples propiedades del Padre del Ejecutivo del estado.
La prohibición de hacer negocios para quienes trabajan en el gobierno, la conoce y entiende el mas modesto de los servidores públicos, el mas atarantado de los burócratas, y con mas razón la debería comprender y acatar (Martínez García) el que consigna en su curriculum el haber sido Director de desarrollo social en el gobierno de Monterrey, Jefe de prensa del gobierno de Nuevo León y alto funcionario de la presidencia de la republica.
Guillermo Martínez el panista
Tengo entre mis archivos digitales una copia simple del balance contable mensual de la administración municipal de Santa Catarina, Nuevo León, en la que se incluye un pago a Guillermo Martínez García, por los servicios publicitarios prestados a esa administración municipal emanada del Partido Acción Nacional.
Conociendo la lógica y el pensamiento de los funcionarios de Tamaulipas, este detalle en la vida de Guillermo Martínez es lo más reprobable que ha hecho, lo que le puede acarrear más problemas y desconfianza entre sus compañeros y superiores.
Guillermo Martínez García puede ser un borracho perdido, un violador, un individuo promotor de la pornografía, un sujeto autoritario, ineficiente, sinvergüenza, inepto, corrupto y todo lo malo que usted quiera agregar, ¿pero ser panista?
Memo el pararrayos
La fortaleza de Guillermo Martínez en el gobierno de Tamaulipas, su permanencia en el cargo a pesar de su ineficiencia y de los graves escándalos en los que se ha visto involucrado, se sustenta en la habilidad que ha tenido para ser más que un simple colaborador, para convertirse en el cómplice de sus jefes.
Resulta paradójico que los golpes no lo maten (políticamente) sino que fortalecen a Guillermo Martínez y eso es porque ha sabido ejercer bien como pararrayos de sus superiores, como “ánodo de sacrificio” de sus patrones.
Los escándalos lo reafirman en el cargo porque… tal vez, y eso es una hipótesis que se explora cada vez mas… porque al acusar a Guillermo Martínez se evade la acusación a sus jefes, los verdaderos culpables de algunos muertitos que le cargan al regiomontano.
Guillermo Martínez el alcahuete
La abultada bolsa que le encargaron repartir a Guillermo Martínez para contar con el silencio y la complicidad de algunos medios de comunicación, se ha abierto generosamente para “pagar” las atenciones que recibe el patrón de Memo en sus frecuentes visitas a la frontera.
Sin el carisma ni la estampa del Geño Hernández, las exigencias para complacer al jefe se incrementan de tal forma que es necesario gestionar – en realidad ordenar – a los municipios que colaboren para mantener las buenas relaciones con la prensa.
Guillermo Martínez el cobarde
En los párrafos anteriores compartí con ustedes una breve síntesis de los artículos que anteriormente escribí, y del soporte que tuve para redactarlos. En mis críticas a Guillermo Martínez, como en todos mis escritos, he tenido pruebas de lo que afirmo y el cuidado de señalar cuando solo se trata de una sospecha o de información proporcionada por terceros. En todo caso siempre he firmado mis escritos.
He ofrecido retractarme cuando me prueben que estoy equivocado, reconocer cuando mi información es incorrecta o mi apreciación es errónea.
A los adjetivos antes empleados para nombrar a Guillermo Martínez García – dipsómano, teporocho, pornógrafo, supuesto violador, alcahuete, corrupto, inepto – hoy agrego el de cobarde, pues solo un cobarde se escuda en el anonimato para responder a las criticas que se hacen de frente, en el ejercicio de la labor periodística, en un oficio en el que Martínez García ha fracasado, pues lo suyo siempre ha sido ser lacayo de los poderosos.
oscardiaz482@msn.com