Por: Vicente Hernández
“Toda reforma, aun cuando sea necesaria, será llevada por los espíritus mediocres hasta un extremo tal que, a su vez, necesite ser reformado.”
«Samuel Taylor Coleridge»
Son poco mas o menos 2.2 billones de pesos, pertenecientes a unos 20 millones de trabajadores los que están en juego en la pretendida reforma al IMSS, con la cual el gobierno pretende manejar todo este dinero, aduciendo como ya es su costumbre, de que existió corrupción en el pasado en el manejo de esos recursos, y por eso dicen, lo administrarán ellos, por su parte en la oposición, o lo que queda de ella, aseguran que ese dinero fue aportado por las cuotas obrero-patronales a las cuentas individuales de los trabajadores que cotizan al Infonavit, y que el gobierno no tiene en ese cuantioso fondo metido, ni un solo peso o centavo, por lo tanto no tiene el derecho de querer disponer de este dinero que está depositado en 29 entidades financieras.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum asegura que se manejarán los recursos con probidad y transparencia por parte del gobierno, entonces qué caso tiene quitarle el control a los trabajadores, porque si existe alguna sospecha de corrupción, que se investigue y metan a la cárcel a quienes estén defraudando a los trabajadores, que son los auténticos dueños de sus afores, y los que están en contra de la citada reforma, exponen que si el gobierno desapareciera estos afores para inyectar recursos al Tren Maya, a la refinería de Dos Bocas, al aeropuerto Felipe Ángeles o a Pemex, la base trabajadora como se podrá defender, porque estos, a partir del próximo año, estarán cooptados por el gobierno de la Presidenta, y porque además los jueces que saldrán electos por la farsa de la elección popular, serán incondicionales a los designios de la titular del Poder Ejecutivo Federal, así que si se aventuraran a demandar al gobierno en tribunales, saldrán con un veredicto a favor del gobierno.
Y ni pensar que la Comisión Nacional de Derechos Humanos los apoyará en este reclamo, porque la titular de este organismo Rosario Piedra Ibarra, es mas morenista que Mario Delgado y Luisa María Alcalde juntos, y por lo tanto, si le fuese planteado el asunto de la desaparición de sus dineros, seguramente la titular Piedra Cuatrotera, asumirá la postura de las avestruces cuando se ven en apuros, así que la preocupación de los trabajadores, radica en que en todas las reformas constitucionales propuestas por López Obrador se procesaron con la mentira y la simulación, de que se activaba la democracia chaira y espantaba con la muletilla de la corrupción.
Algunos piensan que los supuestos beneficios que traería el que el gobierno administre el dinero de los trabajadores, creando el Fondo de Pensiones para el Bienestar, que busca asegurar la imprescriptibilidad de los ahorros en cuentas individuales para el retiro de las y los trabajadores al servicio del Estado, es una quimera, ya que los jilgueros oficialistas dicen, que esta reforma y esta nueva dependencia federal, tienen como objetivo primordial garantizar una vejez digna y tranquila para todos los ciudadanos mexicanos, ¿A chingao, entonces si el gobierno no administra los mas de dos billones de pesos, llegaran los mexicanos que cotizaron al Imss, viejos indignos, intranquilos y jodidos?
Pero a raíz de que, sobre esta reforma se han comenzado a elevar voces, tanto de los trabajadores como del sector empresarial, así como de la oposición en voz de Ricardo Anaya, quien advirtió: ‘‘Van a disponer de tu dinero para comprar terrenos y ponerse a construir casas’’ agregando que una vez más, un dinero que antes lo podían administrar los trabajadores, ahora lo van a usar para hacer negocio en bienes raíces, y no habrá controles de vigilancia, en tanto el vocero oficial y coordinador de la bancada de Morena en la cámara de diputados, Ricardo Monreal, anuncio que las modificaciones a la ley se discutirán a partir del 6 de enero, en las comisiones de Trabajo y Previsión Social y de Vivienda, al tiempo de escuchar a empresarios, sindicatos y a todos los interesados, incluidos las cámaras y los industriales, aunque este prometido parlamento abierto para escuchar a los afectados, será una bufonada, con lo que provocarán más la irritación de los trabajadores, y al final la aplanadora morenista votara todo a su favor, sin quitarle ni una coma, tal como les ordeno ya saben quien ¿Y entonces las opiniones de los trabajadores y empresarios?, al final del día, se las pasaran por el arco del triunfo, y si no, pal baile vamos.
