Opinión con sentido

La agonía de un sexenio y sus últimos estertores de muerte

La agonía de un sexenio y sus últimos estertores de muerte

Por: Vicente Hernández

“Nadie instaura una dictadura para salvaguardar una revolución, sino que la revolución se hace para instaurar una dictadura.”
«George Orwell» 

El odio, los ataques, las descalificaciones y las victimizaciones vertidas durante las mañaneras, por un casi desquiciado presidente de la república, han provocado una marcada división entre los mexicanos, clasificándonos entre los buenos y los malos, y obviamente los malos son aquellos que se atreven a cuestionar, denunciar, exhibir y señalar la constante intromisión al proceso electoral de Andrés Manuel López Obrador y la corrupción galopante en sus faraónicas obras de la refinería que no refina, el aeropuerto que no despega, y un tren que se descarrila, mientras que los buenos son aquellos sumisos, genuflexicos y acomodadizos gobernadores, fanáticos del morenismo, alcaldes, diputados de Morena, y algunos convenencieros personajes de la oposición, que por miedo a represalias políticas, o buscando una futura embajada, guardan un silencio cómplice ante las corrupciones, violaciones a la ley, ataques y descalificaciones, que por el flanco derecho lanza López Obrador, mientras que por el flanco izquierdo lanza Mario Delgado desde el cuartel general de Morena.

Este lunes, para no variar, nos desayunamos con la noticia del fallido atentado en contra del candidato del PAN al gobierno de Puebla Eduardo Rivera Pérez, perpetrado por varios individuos, de los cuales se logró la aprehensión de dos, quienes se equivocaron de domicilio y golpearon a dos de sus vecinas, para después dejar un mensaje de advertencia para su vecino (Eduardo) que “lo recibirían con un plomazo en la cabeza”.

Dirá el lector a estas alturas del texto, que este es un hecho cotidiano, en un país donde son asesinadas de 70 a 100 personas diariamente, con 182,791 homicidios dolosos en lo que va de este sexenio, pero estas cifras parecen no importarle al presidente López Obrador, quien asegura que la gente en México está feliz, feliz, feliz, a pesar de celebrar sus inútiles reuniones de seguridad a las seis de la mañana, y que al parecer, está más interesado en cuidar su “Investidura presidencial” pero eso sí, atacando de la manera más ruin y cobarde, desde el pulpito mañanero convertido en una nueva versión de la Santa Inquisición, durante por lo menos los últimos cuatro días a María Ampara Casar, presidenta ejecutiva de la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) a la cual acusó de cobrar “una pensión ilegal” de casi 130,000 pesos mensuales, derivada por el fallecimiento, su conyugue, Carlos Fernando Márquez Padilla García, ante el cual María Amparo Casar, solicitó el pago del seguro de vida, ayuda a gastos funerarios y la pensión post-mortem a favor de sus hijos, y otra más para ella, la cual asciende a 124,948 pesos mensuales, por el hecho de haberse dictaminado de parte de los altos directivos Pemex, el 7 de octubre de 2004, la pensión de viudez, que desde el 15 de febrero le fue suspendida,  y ahora esta demandada por fraude, por lo que hoy día paso de ser víctima, a presunta delincuente.

En la mañanera de este lunes, un furibundo López Obrador, arremetió en contra de quienes apoyaron a María Amparo Casar por ‘violación a la privacidad, ya que en los principales diarios nacionales apareció un desplegado titulado “Ya Basta” que firmaron más de 50 personalidades, entre escritores, periodistas, politólogos, entre otros, en los que muestran su solidaridad a María Amparo Casar, directora de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) pero como era de esperarse, López Obrador califico de “Pasquín inmundo” el manifiesto, mostrando su  inconformidad con la respuesta de apoyo que instituciones como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) e intelectuales, tuvieron en defensa de María Amparo Casar, luego de que se difundieron datos personales, y se le señalara por posible corrupción en el caso de su suspendida pensión, en la Mañanera del pasado 3 de mayo.

Durante estos casi seis años de tortuoso desgobierno de Morena, el presidente que debiera estar mas preocupado por el combate al crimen organizado, e implementar un mejor sistema de salud, ya no como el de Dinamarca, pero al menos igual al que teníamos los mexicanos antes del inicio de su sexenio, de ordenar la detención de los culpables del derrumbe de la línea dos del Metro, de encarcelar a su amigo Ignacio Ovalle Fernández por el fraude que cometido por mas de 15 mil millones de pesos en contra de Sagalmex, debiera estar avergonzado de las actividades corruptas de sus dos hijos, Andrés «Andy», y Gonzalo López Beltrán, acusados de corrupción y tráfico de influencias, y ser los intermediarios o «coyotes» del Tren Maya, quienes se encargaron de repartir contratos sin licitación, y que los aprovecharon para hacer de Amílcar Olán un exitoso empresario a través del tráfico de influencias.

Andrés Manuel se va el ultimo de septiembre a “La chingada” (así se llama su rancho) dejando en la impunidad los “Moches” disfrazados de “aportaciones” millonarias, recaudadas por sus hermanos Pio y Martiniano López Obrador, y por la hoy gobernadora del Estado de México Delfina Gómez Álvarez, supuestamente para fortalecer las finanzas de Morena, pero estos “detallitos” no son dignos de comentarios de parte del presidente, porque según él, son ataques infundados de sus enemigos favoritos, los conservadores, los periodistas Carlos Loret de Mola, Ciro Gómez Leyva y Joaquín López Doriga y los intelectuales “Orgánicos” En resumen, la situación del país le ha valido madre al presidente, a él solo le interesa que su candidata Claudia llegue al poder, y así poder tener las mayorías en las dos cámaras, para poder hacer lo que en este agónico sexenio que ya lanza sus últimos estertores no pudo hacer realidad, y entre ellos el proyecto mas importante para el y su pandilla, que es la aprobación de la nueva “Constitución Morena” que de ser aprobada, de ser un país democrático, pasaremos a ser un país totalitario y bananero, para allá vamos, si este dos de junio votamos por Morena, pero no dejemos de votar aunque sea por la candidata de la oposición.

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