Con información de Milenio
En todo el mundo, aproximadamente 970 millones de personas enfrentan trastornos mentales, siendo la ansiedad y la depresión los más comunes. En México, la situación no difiere mucho, con desafíos en la infraestructura de salud mental, incluyendo una distribución desigual de servicios y financiamiento insuficiente, lo que se traduce en largas esperas para el tratamiento y cobertura limitada.
Norma Alicia Ruvalcaba Romero, directora de la División de Disciplinas Básicas para la Salud en la Universidad de Guadalajara, destaca la importancia del cuidado de la salud mental de los adultos para el bienestar de los niños. Padres y educadores juegan un papel crucial como modelos a seguir en la regulación emocional y manejo del estrés.
La salud mental de los adultos impacta directamente en los niños. El estrés y la fatiga de los padres pueden influir en el comportamiento de los niños, quienes pueden reflejar estas emociones. Además, aprender a manejar situaciones difíciles puede ser fundamental para la alfabetización emocional de los niños y para crear ambientes seguros en casa.
A nivel mundial, las condiciones de salud mental son la principal causa de discapacidad, y las personas con trastornos graves pueden tener una esperanza de vida más corta. El suicidio sigue siendo una de las principales causas de muerte entre los jóvenes.
Ruvalcaba Romero resalta la necesidad de mejorar las políticas públicas y aumentar la inversión en salud mental, con un enfoque en la prevención desde la infancia. En Jalisco, la asignación de presupuesto para la salud mental sigue siendo baja, lo que subraya la importancia de políticas que aborden tanto la prevención como el tratamiento de los trastornos mentales.
