Con información de Milenio
Anoche, el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó la suspensión inmediata de relaciones diplomáticas con Ecuador. Esta decisión surge luego de la detención del ex vicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, quien se encontraba refugiado en la embajada mexicana en ese país.
En sus redes sociales, el mandatario explicó que la canciller Alicia Bárcena le informó sobre la irrupción de la policía ecuatoriana en la embajada para llevarse al ex funcionario, describiendo este acto como una «violación flagrante» al derecho internacional.
Minutos después, Bárcena confirmó que, tras consultar con el Presidente, se determinó romper relaciones diplomáticas con Ecuador, debido al allanamiento de la embajada en Quito por parte de la Policía Nacional y el ejército ecuatoriano.
Las repercusiones no se hicieron esperar, con diversos líderes internacionales expresando su solidaridad con México y condenando la acción de las autoridades ecuatorianas. El presidente de Chile, Gabriel Boric, manifestó su preocupación por la violación del derecho al asilo, mientras que el ex presidente brasileño, Lula Da Silva, denunció la violación de la Convención Americana sobre Asilo Diplomático y la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
Por su parte, la embajada ecuatoriana en México amaneció asegurada por elementos de seguridad, ante la convocatoria a una manifestación contra la representación mexicana en Ecuador. Esta situación ha desencadenado una serie de reacciones internacionales y tensiones diplomáticas entre ambos países.
La Secretaría de Relaciones Exteriores anunció que el personal diplomático de México en Ecuador abandonará el país de manera inmediata, y recurrirá a la Corte Internacional de Justicia para denunciar las violaciones al Derecho Internacional cometidas por Ecuador.
La decisión de López Obrador de romper relaciones diplomáticas con Ecuador refleja la gravedad de la situación y subraya el compromiso de México con el respeto a la soberanía y los principios del derecho internacional.
