Opinión con sentidoPolítica

México: ¿rumbo a la colombianización del 2024 en adelante?

Por: Vicente Hernández

“El lenguaje político está diseñado para que las mentiras parezcan verdades, el asesinato una acción respetable y para dar al viento apariencia de solidez.”
«George Orwell»

A treinta años de la tarde del miércoles 23 de marzo de 1994, en la colonia Lomas Taurinas de Tijuana, todavía recordamos con cierto dejo de tristeza el artero crimen del malogrado candidato del PRI a la presidencia de la republica Luis Donaldo Colosio Murrieta, a manos de Mario Aburto, que de un balazo cambio el rumbo de la historia política en nuestro país, convirtiendo este crimen como un símbolo de la descomposición político-social, con el cual da inicio a nivel nacional, una serie de asesinatos relacionados con los intereses económicos-políticos, agregándoseles en nuestros días el ingrediente del crimen organizado.

Y si bien, este artero crimen nos conmociono en su momento, de igual manera nos impacto el asesinato en Tamaulipas de otro candidato del PRI, pero este a la gobernatura del Estado en la coalición «Todos Tamaulipas», me refiero al Doctor Rodolfo Torre Cantú, perpetrado el 28 de junio de 2010, una semana antes de las elecciones, crimen que a casi 14 años de haber acontecido, a la fecha no ha sido esclarecido, no hay nadie detenido, ni se han dado a conocer las causas probables de su asesinato, y este reprobable hecho quedo sepultado con la candidatura de su hermano Egidio, que gano la elección y gobernó durante seis años.

Nuevamente un asesinato viene a sacudir nuestros recuerdos del cometido hace treinta años en Lomas taurinas, me refiero al cometido hace días en la persona de Giselda Gaytán, candidata de Morena a la alcaldía de Celaya Guanajuato, cobarde asesinato que tiene una similitud con el de Luis Donaldo Colosio, porque también fue durante sus respectivas campañas, y en ambos los candidatos iban caminando, rodeados de simpatizantes, cuando por la espalda sus asesinos les disparan a quemarropa un balzo en la cabeza, aunque en el primero para rematarlo, Mario Aburto solo hace otro disparo, contrario al segundo caso, donde el sicario tiene tiempo para dispararle otros cinco, o seis tiros más, para asegurarse que la candidata muriese en el sitio.

A veces es odioso recurrir a estadísticas, máxime cuando de crímenes se trata, pero estamos viviendo en el México contemporáneo tiempos inéditos de violencia política, comparada quizás (aunque guardando las proporciones) con los años de la guerra, que el narcotraficante capo de capos Pablo Escobar Gaviria líder del Cartel de Medellín le declaro al gobierno colombiano, y que desato el caos en Colombia, al ordenar el asesinato de políticos, candidatos presidenciales, jueces, magistrados, periodistas, y cientos de policías por los cuales les pagaba a su gente dos millones y medio por cada agente muerto.

La sangre y el dolor se apoderaron de este país en el periodo que va de 1984 a 1993, año en que fue abatido a tiros por la policía colombiana uno de los jefes del narco mas famosos por su crueldad, y con su muerte poco, a poco, el país se fue recobrando de ese periodo que ensangrentó sus calles, y vistió de luto cientos de hogares, por estos hechos de sangre vertida en Colombia, es que algunos columnistas, y analistas dieron por casi un hecho que México estaba a punto de “Colombianizarse” ante la expansión territorial que han demostrado, en especial durante este sexenio, los diversos carteles del crimen organizado.

De acuerdo a los datos proporcionados por la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, durante una reciente mañanera, en lo que va del actual proceso electoral, han sido asesinadas 15 personas que deseaban ocupar un puesto de elección popular, aunque el portal La Silla Rota tiene otros datos, ya que ha contabilizado hasta el momento 63 crímenes relacionados al proceso electoral 2023-2024, tomando en cuenta casos desde junio de 2023, además se han registrado un total de 156 agresiones a políticos y personas relacionadas con el proceso, estimándose un incremento del 212% en comparación con el primer reporte preliminar, en el que se registraron 50 casos de violencia electoral, entre el 4 de junio de 2023 y el 7 de febrero de 2024.

Hasta estos primeros días del tercer mes del año, los meses con más candidatos ultimados fueron enero y marzo de 2024, con 8 registros cada uno y las entidades con mayor casos de agresiones de este tipo registradas son: Michoacán (34), Chiapas (13), Morelos (12), Jalisco (siete) y Oaxaca (seis), mientras las personas afiliadas al PAN son quienes más han denunciado amenazas, con un total de 21; le siguen el PRD, con 15; el PRI, con 11, y Movimiento Ciudadano, con 9.

En lo que va de este año 2024, estos son los políticos asesinados: 4 de enero – Alfredo Giovanni Lezama secretario general del Partido Acción Nacional y regidor en el ayuntamiento de Cuautla Morelos, 5 de enero – David Rey González Moreno candidato a la Presidencia Municipal de Suchiate, en el estado de Chiapas por la coalición Frente Amplio por México, 5 de enero – Sergio Hueso candidato a la presidencia municipal de Armería por Movimiento Ciudadano, 11 de enero – Miriam Ríos quien era comisionada y activista de la comunidad LGBT de Jacona, en Michoacán, 14 de enero – Samantha Fonseca activista trans y precandidata al Senado de la República, asesinada en la colonia Santiago Tepalcaltlapan, alcaldía Xochimilco, 24 de enero – Marcelino Ruiz Esteban expresidente municipal de Atlixtac, en Guerrero.

1 de febrero – Jaime Vera precandidato a la alcaldía de Mascota, en Jalisco, por el Partido Verde Ecologista de México, 7 de febrero – Juan Pérez Guardado político y funcionario de Fresnillo, Zacatecas, 7 de febrero – Cecilio Murillo político y empresario hermano del actual alcalde de Sombrerete, 9 de febrero – Alfredo Chávez secretario del ayuntamiento de Villa de Álvarez, 10 de febrero – Yahir Romero Segura aspirante a diputado federal de la bancada de Morena en Ecatepec, Estado de México, 12 de febrero – Andrés Valencia Ríos exalcalde de Veracruz, 26 de febrero – Armando Pérez y Miguel Zavala, ambos aspirantes a la alcaldía de Maravatío, en Michoacán.

3 de marzo – Alfredo González Díaz en Guerrero candidato a presidente municipal del Partido del Trabajo para Atoyac, en la Costa Grande de Guerrero, 5 de marzo – Karla Citlalli Herrera González lideresa del Partido Encuentro Solidario en Ario de Rosales, Michoacán, 7 de marzo Román Quesada líder del Comité Directivo Municipal del Partido Acción Nacional en el municipio de El Fuerte, Sinaloa, 7 de marzo José Luis Durán Reveles candidato del Partido Verde Ecologista de México a una diputación federal por el distrito 24 de Naucalpan, 13 de marzo – Tomás Morales Patrón aspirante de Morena a la alcaldía de Chilapa, en Guerrero, 14 de marzo – Diego Pérez precandidato del Partido Revolucionario Institucional a la presidencia municipal de San Juan Cancuc, Chiapas, 1 de abril – Gisela Gaytán candidata de Morena a la alcaldía de Celaya.

Esta, tan solo son algunos de los políticos asesinados en lo que va de este año, y ante este mar de violencia en el que están sumergidos los actores políticos, en casi todo el territorio nacional, el PAN y el PRI proponen una iniciativa para anular elecciones donde se compruebe que crimen “metió la mano”, o séase donde hayan asesinado a uno, o dos candidatos, sean del partido político que sean, lo propone Jorge Romero coordinador del PAN en la Cámara de Diputados de esta manera: “La única manera para evitar que el crimen organizado se involucre en las elecciones 2024, es anular los comicios donde se compruebe la participación de la delincuencia” Esta iniciativa que tiene más de locura, que de iniciativa seria, y de aprobarse le entregaría al crimen organizado la decisión de poder imponer presidentes municipales, gobernadores, diputados y matar impunemente a candidatos “incomodos”, en donde le convenga que no haya elecciones ¿Así o mas pendeja la iniciativa panista-priista?

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