En una tragedia que tuvo lugar en la madrugada del lunes, un grupo de jóvenes, presuntamente bajo los efectos del alcohol, se vieron involucrados en una riña que culminó con el trágico asesinato del dueño de un local de cervezas en Iztapalapa, quien se negó a seguir vendiéndoles alcohol y se preparaba para cerrar su negocio.
La víctima de este fatal incidente fue identificada como Martín Medina Castillo, un hombre de 29 años de edad que era propietario de un establecimiento llamado «El Perico Rico», una cervecería ubicada en la colonia Santa María Aztahuacán, Iztapalapa.
Las impactantes imágenes capturadas por una cámara de videovigilancia muestran el momento en que dos hombres y una mujer salen del establecimiento con vasos de cerveza en mano y se dirigen hacia un automóvil negro y una minivan gris.
En cuestión de segundos, uno de los jóvenes, vestido con un chaleco y una gorra, comienza a discutir acaloradamente con el dueño del local y su esposa. En el video se aprecia cómo su compañero, vestido de negro, pone fin a la discusión disparando a quemarropa contra la víctima. Además, el hombre del chaleco empuja a la esposa de Martín.
Tras la brutal agresión, los presuntos responsables se dan a la fuga en sus respectivos vehículos, disparando al aire para disuadir a los testigos presentes de seguirlos.
Un joven que se encontraba cerca del lugar de los hechos llamó a las autoridades desde su teléfono celular para solicitar ayuda. Rescatistas y oficiales respondieron al llamado y llegaron al lugar de los acontecimientos, donde encontraron el cuerpo de la víctima cubierto con una sábana y rodeado de veladoras.
Según la investigación en curso, Martín Medina, además de ser el dueño de la cervecería, también estaba involucrado en la venta de marihuana y había sido detenido anteriormente por estos cargos.
En un giro de los acontecimientos, la policía del sector Santa Cruz organizó un operativo en coordinación con el C2 que culminó en la detención de tres sospechosos: Rogelio «N,» Adriana «N» y Kevin «N.» Los detenidos fueron puestos a disposición de las autoridades correspondientes.
A pesar de la detención de los responsables del homicidio, los familiares de la víctima optaron por cerrar el local y desalojar la vivienda debido al temor a posibles represalias.
