Por: Mauricio Fernández Díaz
Olor a triunfo atrae a lacras del PRIAN
Ciudad Victoria.- La anticipada sucesión presidencial ha separado a las principales figuras del morenismo local en distintos grupos cuando ya, por naturaleza, arrastran diferentes proyectos. Cada quien se ha acomodado con alguna de las tres «corcholatas» presidenciables, identificadas por Adán Augusto López, Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum. No se sabe todavía hasta qué punto piensan llevar esta competencia entre camaradas, pues su territorio común es Tamaulipas y en teoría deberían mantenerse unidos a él. Habrá que tener los ojos abiertos para que esta rivalidad no se convierta en una fractura posterior.
En otro tiempo, el líder indiscutido de Morena Tamaulipas hubiera sido el gobernador, y él estaría marcando línea a las diversas agrupaciones del partido, como ocurría en las administraciones priistas y del PAN. Pero el presidente Andrés Manuel López Obrador ocupa y llena todos los espacios de este instituto político. Y es él quién ha adelantado el reloj de la sucesión, promoviendo a Sheinbaum, a Ebrard y a Adán Augusto desde ahora.
A cumplir con ese cometido llegó a Tamaulipas, hace unos días, una avanzada de Marcelo Ebrard, con la finalidad de presentar el libro «El camino de México»; más bien esta fue la excusa para promover al canciller como figura presidenciable. Lograron reunir a unos cientos de personas en salones privados y publicar la noticia en medios estatales.
Pero no es el libro lo que nos interesa destacar sino a los tamaulipecos que apoyan a Marcelo. Se trata de la senadora Guadalupe Covarrubias y del diputado local Armando Zertuche. Los dos pueden impulsar en su medida las aspiraciones del secretario, ya que Covarrubias tiene presencia y seguidores en el sur del estado, y Zertuche en la región de Reynosa. De hecho, están comprometidos a eso.
Para no variar, ya se están trepando priistas y panistas en proyectos de Morena, y pudimos identificar a dos de ellos en la gira organizada para el libro de Ebrard. Ahí estuvieron David Vallejo Manzur, ex director de Comunicación Social del gobierno de Egidio Torre y brazo derecho del nefasto Guillermo Martínez. El otro fue David Granados Ramírez, quién ha ocupado cargos en diversos gobiernos panistas y hoy promueve la reivindicación de Antonio López de Santa Ana, el traidor por antonomasia de México. Si con estos individuos se va a formar un gobierno de izquierda, entonces yo soy Santa Claus.
A Claudia Sheinbaum la apoya el grupo de Américo Villarreal y familia, pero esto no ha sido reconocido directamente por ellos. Se trata de pequeños gestos y de lenguaje no verbal que comunica un acercamiento entre el gobernador y la jefa de la Ciudad de México. Ella es la única corcholata que no pertenece al gabinete federal y, sin embargo, asistió al cierre del doctor Villarreal y ha mantenido con él reuniones en la capital del país. Tener simpatías por un aspirante no es un delito, y aún le queda tiempo a este proceso interno.
Otro que vinculan a Sheinbaum es el coordinador de programas federales en Tamaulipas, Luis Lauro Reyes, y tras él, a varios funcionarios estatales cuyos nombres se perfilarán con el paso de los meses.
Fuentes confiables nos indican que algunos titulares de los CREDES en el estado son operadores de Claudia Sheinbaum o de algún grupo político fuerte dentro de Morena, ya que no hacen otra cosa que reclutar maestros para una causa. También esto se aclarará con el paso del tiempo, pues se esperan muchos movimientos.
El olor a éxito a éxito atrae todo tipo de plagas y esta vez no ha sido la excepción. Guillermo Martínez, o Memo Martínez, colabora con el equipo de Claudia Sheinbaum como enlace de comunicación social en la región Noreste. ¿La evidencia? Un video en redes sociales donde Memo enlaza a la jefa de la Ciudad de México, en una conferencia virtual, con algunos informadores de Tamaulipas.
Panistas y priistas tamaulipecos, todos corren a ocupar alguno de los grupos de Morena, conscientes de dos cosas: que es el único partido con posibilidades de ganar en 2024, y que deja entrar a cualquiera, aunque sea conservador, si le ayuda a conseguir victorias.
Por último, Adán Augusto López, el secretario de Gobernación, también quiere el apoyo del morenismo tamaulipeco para ser el presidenciable. Sus promotores en la entidad son el senador José Ramón Gómez Leal y el diputado federal Erasmo González; como se ve, el hombre de confianza del presidente tiene una caballada flaca en la entidad, pero algo es mejor que nada y con eso se la juega entre nosotros.
Casi lo olvidábamos: Adán Augusto suma una carta fuerte, la tesorera de Tamaulipas, Adriana Lozano. Veremos quien de las tres corcholatas llega a la meta.
El riesgo de fraccionar al partido en grupos rivales y ponerlos a competir entre sí entraña un riesgo evidente. Por lo pronto, el morenismo tamaulipeco le reza a diferentes “santos”, en vez de actuar en unidad, al tiempo que el liderazgo presidencial entra en su etapa final.
