Por Oscar Díaz Salazar
Mal, de malas y en mal momento se aprobaron las reformas a la ley, para impedir la enésima reelección de la secretaria general del Sindicato único de trabajadores al servicio de los poderes del Estado de Tamaulipas (sutspet), Blanca Valles, alias la Porfirio Díaz de la burocracia estatal.
Contrariando el precepto de que las reformas a la ley no deben tener dedicatoria para un individuo, las modificaciones a la Ley de Trabajo de los Servidores Públicos de Tamaulipas, están claramente enfocadas a terminar el largo reinado de doña Porfiria (Blanca Valles) en el gremio que aglutina a los burócratas estatales.
La reelección en los sindicatos es un tema discutido y resuelto, por el poder judicial, a favor de la reelección de los líderes, si ese es el deseo de los agremiados, por lo que esa reforma y el intento de derrocar a Valles por esa vía, están destinados al fracaso.
Desde otra perspectiva, es más que evidente que los consejeros jurídicos y políticos del gobernador traen un pésimo sentido del timming, andan desfasados, traen perdido el sentido de la oportunidad, y lo digo porque es un grave error generar malestar en el dirigente del gremio que aglutina a los trabajadores del principal empleador (patrón) en la capital del Estado, a una semana de un proceso electoral. A menos de que de eso se trate precisamente, de inducir el voto en contra del partido (coalición) que gobierna.
Tal parece que la “Ley Tania Contreras”, está motivada por venganzas personales de su autora, revisora y conyuge del funcionario que ordenó su publicación en el periódico oficial en vísperas de la elección.
Teniendo tantos fierros en la lumbre, y habiendo tantos asuntos urgentes, es difícil entender por qué le declaran la guerra a un personaje, Doña Porfiria, que no se caracteriza por obstaculizar el trabajo de su patrón en turno y que siempre ha tenido la habilidad para mantener en calma a sus agremiados, a pesar de los bajísimos salarios y prestaciones de la base trabajadora.
No pudieron con el dirigente del SNTE, no han podido con el Memillo Mendoza de la UAT, ahí sigue el Fiscal del Estado, sigue aferrado a la silla el Auditor carnal (carnal de Francisco N), siguen los cabezones en todos los organismos autónomos.
Como para que abrir otro frente… en el que también les espera el fracaso.
Les urgen los servicios de un especialista en derecho constitucional.
