Sin Filtros; por Brenda Ramos
Llegó el día en que los verdugos de ayer son las reses del presente, pues la candidata del debilitado grupo de Cabeza de Vaca suplica porque la guerra sucia se detenga y exige que el gobierno estatal no meta las manos en la elección.
Y es que Imelda Sanmiguel, la más débil de los candidatos al Senado ha confundido los recordatorios de sus propios actos con guerra sucia, los cuales llevarán al voto de castigo de los tamaulipecos en contra de su líder político Cabeza de Vaca sin que gobierno del estado tenga que meter las manos.
Por el contrario, la candidata debería solicitar que el gobierno de Américo Villarreal estuviera alerta cuando ella vaya a pedir el voto casa por casa, no vaya a ser que la reciban a huevasos o que la persigan para que el cabecismo regrese lo que se robó.
Pero ya hablando en serio (aunque el escenario anterior tiene muchas probabilidades de suceder) que cinismo el de esta mujer que no es capaz de enfrentar las consecuencias de sus actos, iniciando en su pasado en su natal Nuevo Laredo como parte del cuestionado cabildo de Carlos Canturosas, para luego pasar al saqueo en obras públicas con Enrique Rivas al frente, brincando a la 64 legislatura en donde blindó al exgobernador Cabeza de Vaca ilegalmente y terminando en la 65 legislatura en donde como títere de René Cantú se la pasó gritando, faltando al respeto al presidir la mesa directiva, gritoneando que ella hacia lo que le diera la gana.
Fue la marioneta de los Cabeza de Vaca que reía mientras aprobaban los cambios inconstitucionales a la ley de aguas de Tamaulipas, cuando le dieron el poder absoluto a Irving Barrios. Aplaudió y celebró cuando el fiscal anticorrupción persiguió con ordenes de aprehensión a los morenistas y cuando los GOPES persiguieron, empapelaron y encarcelaron a los operadores políticos de MORENA y ahora pide juego limpio, ver para creer.
Pero Imelda no tiene de que preocuparse, puesto que no representa una amenaza para sus competidores, la verdad se esperaba mas “punch” de la coalición Va por Tamaulipas, pero sus desangeladas presentaciones fácilmente pueden ser superadas por un perro atropellado en la calle que sin duda juntaría más gente que esa candidata.
Lo que si hay que dejar muy claro es que ni ella ni sus simpatizantes sufrirán persecución en estas campañas porque el cabecismo terminó el 1 de octubre y que la pose de mártir nadie se la compra. Más bien, el panorama se va esclareciendo, Imelda es el señuelo o carnada que Francisco García Cabeza de Vaca envió al matadero con el único fin de que no diera batalla contra su candidato real, su cuñado legítimo José Ramón Gómez Leal quien bajo las siglas de morena está luchando por mantener a flote el cabecismo.
Primero mediante el senado, segundo al desencarrilar el proyecto de Claudia Sheinbaum en 2024 y como golpe final la gubernatura regresando a las pesuñas de la Vaca en 2028, por lo que de aquí a 6 años podremos ver candidatos débiles como Imelda Sanmiguel, que seguramente quedará en tercer lugar en la contienda este próximo 19 de febrero.
