Sin Filtros; por Brenda Ramos
Con el cambio de director del DIF de Ciudad Victoria, se les terminó la credibilidad de ser un organismo altruista y transparente, convirtiéndose en blanco de desconfianza y pasando a la lista de los señalados como bodegas de corrupción que servían para hacer los desfalcos más jugosos aprovechándose de el halo de protección que tienen al evitar transparentar ciertos movimientos transformados en “donaciones” para los más beneficiados y “recepciones” de “bondadosos” benefactores.
Si hasta el momento, la ciudadanía había soportado que el DIF fuera un escaparate de vanidades por el que desfilaban las más encumbradas ahora “servidoras públicas”, la llegada de César Saavedra a manejar los cuantiosos recursos del DIF, deducibles de impuestos y fáciles de camuflar en auditorías, fue la gota que derramó el vaso para el pueblo victorense, que ahora ve con desconfianza absolutamente todo lo relacionado con el DIF Victoria.
¿Cómo puede una sola persona enlodar la imagen de todo un organismo municipal? En el caso de Saavedra, se debe a su pasado, ya que fungió como Secretario del Ayuntamiento en la administración de Pilar Gómez la prima del gobernador, impuesta a la fuerza después de la fallida administración de Xico.
Como Secretario del Ayuntamiento las funciones de César eran autorizar y firmar la mayoría de los documentos en la administración de Pilar que por cierto ha sido llamada a comparecer ante la auditoría del ayuntamiento para aclarar un faltante de 120 millones de pesos, sin embargo no tuvieron éxito ya que no se presentó ni Pilar ni Xico a responder.
En este caso sería más fácil que le preguntaran a Saavedra si no sabe algo, digo ya que lo tienen tan a la mano; la verdad es que este medio de comunicación no se quedó con la incógnita y unas dos semanas después de su nombramiento nos dispusimos a visitarlo en su elegante y pulcra oficina.
En la conversación con el ahora director del DIF VICTORIA, nos contestó con algunos monosílabos que él prefería mantenerse al margen del tema. Nosotros insistimos en el interrogatorio, que si él fuera llamado a aclarar alguna circunstancia referente a la administración de Pilar se presentaría y aunque trató de evadir varias veces la respuesta, seguimos preguntando hasta que dijo que sí. Así que para que batalla Lalo Gattás y el Contralor si Saavedra les puede desmenuzar en que se gastó el dinero al fin y al cabo el trabajo de los secretarios del Ayuntamiento es FIRMAR Y AUTORIZAR TODO ¿O NO?
La desconfianza siguió en la mesa y por eso abordamos el tema del manejo de recursos del DIF, llámese en efectivo, despensas, juguetes, cobijas, cualquier tipo de programa, padrón, empleados, etc, etc, a lo cuál César Saavedra refería que no tenía los datos por el momento pues venía llegando pero que no tuviéramos duda en que “se estaban haciendo bien las cosas” ¿Así como con Pilar? Fue lo primero que se nos vino a la mente, pero mi compañero Isaias Alvarez y yo no quisimos pecar de inoportunos y preferimos dejar el agua correr, al fin y al cabo el tiempo todo descubre.
De eso han pasado dos meses aproximadamente y la verdad es que no creemos que el DIF VICTORIA pudiera pasar avante una auditoría, sobre todo algo que hay que decir es que no es correcto que se aprovechen de que las instalaciones del DIF estatal se encuentran en su misma ciudad y se aprovechen de esto, colgándose del director el licenciado Geancarlo Boneta Cavazos para que les resuelva todas las peticiones y problemas de la Ciudad mientras los y las integrantes del patronato del sistema DIF VICTORIA entregan cobijas picosas, juguetes de waldos, bolsitas con puras colaciones y un kilo de chile en las posadas. Pero eso sí, con la uña de Niurka, pestañas de Mink, tinte retocado, maquillaje perfecto, smartwatch y outfit a la medida, y aún así quieren que la gente les crea que no mienten no roban y no traicionan.
No cabe duda de que la voracidad de la administración de Lalo Gattás no tiene límites. Pobre Morena y pobre Ciudad Victoria ¿Quien podrá ayudarlos?