Tres asesinatos, el mismo número de detenidos, un secuestro y la presunta disputa por una propiedad conforman este terrible caso
Lo que comenzó como una desaparición terminó como un triple homicidio, el cual conmocionó al medio del espectáculo y a todo México. Se trata del caso de los hermanos Jorge y Andrés Tirado, además de su tío José González, de 73 años, los tres, junto a su tía, estaban reportados como desaparecidos. Los cuerpos de los hombres fueron hallados con cinta canela en la cabeza, estaban atados de pies y manos. El descubrimiento se hizo el domingo 18 de diciembre, en un inmueble ubicado en la colonia Roma Norte, dos días después de que se las víctimas fueran vistas por última vez.
La mañana antes del descubrimiento de los cuerpos, varios famosos compartieron la ficha de búsqueda de los jóvenes artistas, Andrés, de 27 años, era actor; mientras que Jorge, de 34, era músico y fotógrafo. Horas después las mismas personas compartían con dolor la noticia de la muerte de los hermanos, acompañada de una exigencia de justicia, pues claramente se trataba de un crimen con saña. Por su parte, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) comenzó a dar la información conforme salía, algunos reporteros de nota roja que se mantenían cerca de la escena del crímen informaron los avances.
Primero se supo la identidad de los hombres jóvenes, los hermanos Tirado, pero se seguía desconociendo la del adulto mayor. Horas después del descubrimiento de los cuerpos, el periodista Carlos Jiménez reveló que se trataba del tío abuelo de los artistas, el señor José González de 73 años de edad. Los tres tenían una alerta de búsqueda, pero queda una incógnita, pues junto a ellos se reportó la desaparición de su tía Margarita María Ochoa, de 72 años de edad, pero de ella no se sabía nada.
Conforme pasaron las horas y avanzaron las indagatorias se logró ubicar a la mujer, quien dio su declaración la cual nutrió la carpeta de investigación, con lo que se logró la detención de tres personas, quienes primero fueron interrogados en calidad de testigos, pero al caer en contradicciones se convirtieron en sospechosos. La principal línea de investigación de los crímenes es la disputa del inmueble en el que ocurrieron los hechos.
Con ello, los implicados en el multihomicidio de la colonia Roma Norte aumentaron, para poder entender un poco el caso. que cabe señalar sigue en investigación- se presenta el perfil de los presuntos involucrados y las víctimas.
Hermanos Tirado
Andrés Tirado Díaz de León nació en Sinaloa y radicaba en la Ciudad de México; tenía 27 años y era actor. Realizó sus estudios en el Centro Universitario de Teatro (CUT) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Participó en varias obras de teatro y en la película “Peña de lobos”.
Jorge Enrique Tirado Díaz de León, tenía 34 años, se dedicaba a la música y la fotografía, se desempeñaba como manager del artista Augusto Bracho, y tuvo apariciones en el documental de su representado emitido por YouTube.
Los tíos
José Luis González de 73 años y Margarita María Ochoa, de 72 años de edad, eran tíos abuelos de los jóvenes asesinados, fueron secuestrados junto a ellos, la mujer no fue asesinada, se mantuvo como desaparecida hasta que la Fiscalía capitalina informó que se encontraba bajo resguardo.
De acuerdo a la información oficial, los adultos mayores vivían con sus sobrinos en la parte alta del inmueble donde fueron asesinados. La mujer dijo que fueron secuestrados por personas que además de tratarlos de manera violenta, los despojaron de sus tarjetas y las vaciaron. La tía era hermana del propietario del inmueble.
Los detenidos
Tres personas fueron detenidas tras el triple homicidio de la colonia Roma Norte, todo apunta a que éste ocurrió por una disputa por el inmueble, en el cual también vivía Blanca, una enfermera, quien aseguró ser concubina del dueño de la propiedad, fallecido el pasado mes de mayo. Ella atendió al occiso y después ocupó la parte de abajo del domicilio.
Junto a ella fueron detenidos su hija Sally y su yerno Azuher, quienes también vivían en el hogar. Las indagatorias apuntan que la enfermera permitió el acceso a sus cómplices para que cometieron los crímenes, pues ella buscaba quedarse con la propiedad.
