Agravia a los tamaulipecos la demora que huele a vendimia
Por: Mauricio Fernández Díaz
Ciudad Victoria.- En los últimos meses, los militantes de Morena apoyaron a su aspirante favorito en la interna del partido; luego, acompañaron a Américo Villarreal cuando se convirtió en el candidato a la gubernatura y, finalmente, pidieron el voto casa por casa para ganar la elección el 5 de junio, como ocurrió. Han sido, pues, días de trabajo agotador y esperanzas reprimidas, y se pensó que el camino había terminado con la constancia de ganador. Se equivocaron; ahora deben remar contra la corriente para que ellos y no el PAN designen al gobernador sustituto, una posibilidad jamás pensada.
Ni aves de mal agüero ni profetas, no nos consta que eso vaya a suceder. Sigue en suspenso el fallo del Tribunal para anular o ratificar el resultado y, con él, el triunfo del doctor Villarreal. Lo que debemos admitir es que hay signos que presagian el peor desenlace para Morena y el gobernador electo, a pesar de haber ganado la gubernatura. El doctor Villarreal y su equipo denunciaron que uno de los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Reyes Rodríguez Mondragón, ha servido por muchos años a Roberto Gil Zuarth, abogado de Cabeza de Vaca. Luego, sin mediar razón convincente, el colegiado ha corrido la fecha de la sentencia al límite de lo tolerable, el próximo 30 de septiembre. Súmase a todo una campaña en medios nacionales con la consigna de que la delincuencia organizada financió a Américo Villarreal.
Para Morena, los dados están cargados a una votación favorable para anular la elección del 5 de junio. Esta preocupación es tan cierta que el fin de semana organizaron una colecta de firmas en todo el estado para apoyar el triunfo de Américo Villarreal. Si el tribunal no separa a Reyes Rodríguez de juzgar la denuncia del PAN, apoyada por el propio Gil Zuarth, ¿acaso va a convalidar el resultado, que es exactamente lo que rechazan los panistas? Por algo pidieron la anulación; por algo el Tribunal le ha dado tiempo al denunciante.
Hasta ahora, Reyes Rodríguez Mondragón sigue en la Sala Superior, a pesar de la solicitud de Morena.
Con ese balón en el aire, lo más probable es que caiga después en la cancha del Congreso de Tamaulipas, y en ese lugar continuaría, hasta con más intensidad, la lucha entre conservadores e izquierdistas. Los albiazules se han convertido en perros de presa para arrebatar a Morena la mayoría de la 65 Legislatura, y lo consiguieron; la Junta de Coordinación Política está en manos de Félix el Moyo García, jefe de la diputación del PAN. Hace unas semanas, la 4T recuperó posiciones y ahora las dos bancadas tienen el mismo número de integrantes. Hay que ver, entonces, hacia los diputados de los partidos minoritarios en busca del voto de diferencia.
Así es: en Morena ya trabajan en la recuperación de la mayoría del Congreso Local para impedir que el PAN pueda elegir al gobernador interino.
En otras palabras, reconocen la posibilidad de que se caiga el triunfo de Américo Villarreal, después de tanto esfuerzo, de tantos kilómetros recorridos y de tanto desgaste con el cabecismo. Siendo una verdad hipotética todavía, ya la sopesan y mueven sus piezas.
Si uno revisa las declaraciones de los panistas desde que perdieron la elección, si uno repasa las conferencias de prensa de entonces a ahora, notará un exceso de confianza en sus expectativas a futuro; ya ni siquiera argumentan. Luis Cantú Galván, apodado el Cachorro, salió con una fanfarronada: “La gubernatura se va a caer; nos vemos en diciembre”.
Informes venidos este fin de semana indican que los comités municipales de Acción Nacional están en alerta ante “la inminente” repetición de los comicios. Y sin ser necesario ni obligatorio, Francisco García Cabeza de Vaca no ha reconocido el triunfo de Américo Villarreal después de 113 días de la elección.
Por esa razón, los grupos en disputa se concentran en la posibilidad de controlar la 65 Legislatura para nombrar a un gobernador interino. Al parecer, los panistas han vuelto a cabildear con bolsas de dinero para atraer de nuevo a legisladores de Morena y otros partidos, pero desconocen que están enlazados entre sí las 24 horas del día y, en cierto modo, acuartelados, para evitar deserciones y renuncias sorpresivas.
El PAN pide anular la elección que ganó el doctor Villarreal para limpiar los procesos y apegarse a otros antecedentes de este tipo. En efecto, de 2000 a la fecha, en tres ocasiones se anularon comicios estatales: Tabasco en el 2000, y Colima en 2003 y 2015.
Las elecciones se repitieron en los tres casos, y ocurrió un fenómeno que ya había sido anunciado por los analistas: volvió a ganar el mismo candidato y el mismo partido que la primera vez. Nunca se revirtió la preferencia de los ciudadanos.
Por la falta de obras en los últimos seis años, la deuda que hipoteca los ingresos del estado, la subida de impuestos estatales y el saqueo en las Comapas, quedan muy pocos motivos para volver a votar por el PAN en Tamaulipas.
En la tarde del domingo 25, circularon dos noticias que cimbraron al ya sacudido ambiente político de Tamaulipas: el magistrado Jorge Luis Vargas propuso validar la elección y la constancia de ganador a Américo Villarreal, de acuerdo con el proyecto de sentencia que subió el portal de la Sala Superior. De inmediato, los morenistas celebraron desde anoche el “triunfo” ratificado del doctor Villarreal, y comenzaron los funerales del cabecismo. Pero pierden de vista que es solo el proyecto, y deberá ser votado por cinco magistrados en la próxima sesión. No está, pues, resuelto.
La otra noticia fue un audio, supuestamente filtrado, donde César Verástegui Aranda, hijo del Truko, da por hecho la anulación del resultado. “Lo digo con conocimiento de causa”, asegura el joven en la supuesta grabación. Anunció un evento que cambiará la vida del estado en esta semana, y esto motivó una protesta de la diputación morenista, que lo interpretó como una velada amenaza contra la integridad de Américo Villarreal. Así de tirantes están las relaciones entre el gobierno, las instituciones y los partidos en el cabecismo.
Este viernes termina la era de Francisco García Cabeza de Vaca, pero no sabemos si el sábado tomará protesta Américo Villarreal.