Por:Mauricio Fernández Díaz
Ciudad Victoria.- Todavía no se plasma el nombre de Américo Villarreal Anaya en la constancia de mayoría y ya se barajan los primeros nombres que lo podrían acompañar en la administración 2022-2028. Por otro lado, se trata de una costumbre normal en los procesos poselectorales. Lo mortificante es esperar la validación del triunfo durante cinco o seis días. ¿No podrían imprimir de inmediato el acta de ganador, recién terminado el total del PREP, como hace la Liga Europea de fútbol, que empieza a grabar en la copa el nombre del campeón al instante en que se pita el final? Esto, claro, sin anular el derecho a la justicia de los inconformes.
Aunque falte la validación, la fábrica de secretarios de estado ya se echó a andar, y los operadores vislumbran algunos rostros en el nuevo gabinete.
Entre otros destaca el de Erasmo González Robledo, siempre y cuando no se lo impida algún proceso penal. Antes de que le resten méritos conviene saber de parte de quién llega a ese puesto. A Erasmo lo apadrina Mario Delgado, mandamás de Morena y ex compañero suyo en la Cámara de Diputados. Erasmo es un operador financiero de confianza de Mario porque le ha respondido con resultados cada vez que lo pone a prueba. Como operador político, sin embargo, Erasmo es un fiasco, y no suma apoyo ciudadano ni para su propia causa (quiso ser aspirante a la gubernatura pero no pasó del primer filtro del partido).
Quizás su mayor defecto sea su relación con el finado Sergio Carmona, a quien introdujo en Morena Tamaulipas y lo dejó corromper a todas sus figuras a fuerza de regalos y fiestas. Este escándalo exhibió la novatez de González Robledo como estratega político y casi le cuesta la libertad, si acaso no le exigen todavía cuentas por ello. Esa misma novatez lo ha hecho colocar en puestos municipales a personajes incompetentes que hoy causan pena y risa en el sur de Tamaulipas, sobre todo en Altamira.
En lo concerniente a las finanzas públicas Erasmo tiene sus mejores logros y lo demostró durante su periodo como presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados. Domina todos los aspectos de los programas federales y de los fondos de participación para entidades federativas. Por lo tanto, está bien perfilado como responsable de finanzas o asesor en la materia para el nuevo gobierno estatal.
Otro de los nombres que seguramente veremos en el gabinete de Américo Villarreal es el de Jesús Lavín Verástegui. Doctor en Educación, con una carrera académica y administrativa en la UAT, Lavín Verástegui es uno de los hombres más cercanos a Américo. Durante la campaña, fue el coordinador estatal de los foros de participación ciudadana, y ya se le menciona como el próximo responsable de los foros consultivos para la elaboración del Plan Estatal de Desarrollo,
Por su alto perfil académico, su experiencia en la materia y sus habilidades administrativas, Jesús Lavín Verástegui está considerado como futuro rector de la UAT, e incluso como Secretario de Educación en el Estado.
Aunque su segundo apellido hace recodar al candidato del PAN, nos han señalado que no hay parentesco entre él y César Verástegui Ostos, el Truko, rival de Américo en la elección del domingo. Con Jesús Lavín Verástegui se confirmaría el propósito del doctor Villarreal de invitar al gobierno a personas preparadas, de buena reputación y capacidad de servicio.
Su llegada a la universidad o a la SET de ninguna manera son decisiones tomadas sí o sí. En este momento sólo se analizan los perfiles de los más allegados para los cargos de la administración pública.
En esa condición se encuentra la señora María Esther Camargo, esposa de Óscar Luebbert Gutiérrez. Exdiputada federal, licenciada en Educación, con máster en Educación y máster en Historia, colaboró igualmente en la organización de los foros ciudadanos durante la campaña del doctor Villarreal Anaya. Mujer culta, ha sido también directora del Instituto Tecnológico de Tamaulipas Norte, y del Instituto Tamaulipeco de Educación para los Adultos, y ha ejercido diversos cargos municipales.
Por sus credenciales se la ubica como la próxima titular del Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes, organismo que languideció casi hasta morir bajo el gobierno de García Cabeza de Vaca. Algunos también la consideran para la Secretaría de Educación.
María Esther Camargo goza de excelente reputación y tiene el respaldo de su esposo, Óscar Luebbert Gutiérrez, exsenador del PRI y él mismos exaspirante a la gubernatura. Luebbert corrió el riesgo de apoyar al doctor Américo Villarreal cuando Cabeza de Vaca usaba la fiscalía y la UIFE para perseguir a los opositores.
Otro que tiene un pie dentro de la siguiente administración estatal es Manuel Muñoz Cano, presidente del partido Verde en Tamaulipas. De la nada formó brigadas de jóvenes ecologistas para apoyar la campaña de Américo cuando Ricardo Gaviño había dejado al PVEM sin oficina, sin muebles y hasta sin frigorífico.
A Manuel Muñoz Cano y su equipo le corresponde la Secretaría de Desarrollo Ambiental y las áreas dedicadas a preservar zonas naturales, la ecología y el tema cada vez más urgente del agua.
En Comunicación Social no hay otro nombre que el de Francisco Cuéllar, pero eso depende de que se mantenga el organigrama original del gobierno del estado. Lo decimos porque López Obrador suprimió la coordinación a nivel federal y creó una vocería. Es una rebaja sustancial de presupuesto, puestos operativos y autoridad pasar de coordinador a vocero. Hasta ahora son únicamente posibilidades.
Este es solo un repaso de algunos nombres y su trayectoria general ante la posibilidad de que lleguen al gobierno de Américo Villarreal. Podrán quedar en cargos distintos a los señalados en este análisis.
Pero ya los vimos en la campaña , y los veremos en el próximo gobierno. Eso es seguro.
