La unidad de MORENA
José Ángel Solorio Martínez
Me preguntó un amigo que se mueve en la IV T a nivel de la Federación:
-¿Qué tantas posibilidades hay de que Maky Ortíz, se vaya a otro partido si no logra la candidatura de MORENA a la gubernatura?
Respondí que es muy remoto que se vaya a la búsqueda de otras opciones; sin el PAN y MORENA, que son los partidos que mayor potencia poseen para competir en la contienda a la gubernatura, el resto de los espacios son muy frágiles política y estructuralmente en la entidad.
Es decir: sería un monumental error acogerse a otros mini partidos que ni en sueños le ofrecerían los dos mastodontes electorales en la entidad: MORENA y PAN.
La circunstancia de ir únicamente por la gubernatura -y no por Ayuntamientos y diputados locales- achica aún mas las posibilidades de negociación para la familia Peña Domínguez.
¿Será fructífero, para el clan de los makyavélicos postularse por organizaciones políticas sin sacar raja alguna?
La lógica familiar, expone: lo que no paga, no conviene.
La pifia de Maky de irse por otra opción partidista, no sólo sería una ruptura con MORENA -ya rompió con el PAN-; representaría, quedarse sola entre dos tiburones -forzosamente uno de ellos ganará el Ejecutivo estatal-; y lo peor: dejar en ese foso controlado por esas bestias, a un inerme Carlitos Peña.
En efecto: el segundo escurrimiento de Ortiz Domínguez, del espectro político estatal, dejaría en la orfandad al grupo que liderea. Distanciada de MORENA y del PAN, su vástago quedaría a merced de ambas fuerzas -que buscarían venganza y justicia, para cobrar la afrenta- en el Congreso local.
Nada mas, sería la mayoría absoluta de la Legislatura local, la que enfrentaría el jefe edilicio reynosense.
¿Valdría la pena, ir a la derrota -ni en la peor pesadilla, se concretaría el triunfo de la gubernatura de Maky por otros partidos ajenos a MORENA y el PAN- a cambio de nada?
¿Sería la ex alcaldesa, una insensible madre como para llevar al sacrificio a su adorado retoño?
¿Pondría en riesgo la gobernabilidad de Reynosa, con una insensata conducta la ex alcaldesa?
Allá ellos.
Por lo pronto, la declinación de Alejandro Rojas Díaz y sus aspiraciones, aporta un toque de unidad al proceso interno de MORENA. Atempera las aguas y convoca a un orden interno civilizado. Américo Villarreal, Héctor Garza, y Adrián Oseguera, con cautela y prudencia, esperan un resultado acertado y democrático.
La aterciopelada postulación de MORENA, está en marcha.
