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La otra Lety Salazar “Nuestra experiencia con Lety” El aeropuerto fue el escenario Autoritaria, agresiva…

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                                               HECTOR MIGUEL CHAVEZ

        

H. Matamoros, Tam.- Por ser de interés general y diferente, me permito compartir con usted la columna “El Diván”, escrita por la excelente reportera e investigadora Ruth Adriana Pérez. Dice así, para que usted opine:

El final de las campañas se acerca ya y los ciudadanos tuvimos la oportunidad de conocer las propuestas de campaña, las que son viables y las que son quizás demagogia, en lo personal, me tocó conocer una cara que no conocía, en la candidata a la alcaldía de Matamoros, Norma Leticia Salazar Vázquez.

Les comparto mi experiencia sobre la “otra” cara de quien ya se siente alcaldesa y que de verdad me tiene aún sorprendida.

El pasado domingo 23 de junio acudió a esta ciudad la presidenta municipal de Monterrey, Nuevo León, Margarita Arellanes para acompañar en un día de trabajo proselitista a la candidata del PAN Norma Leticia Salazar Vázquez, y con la finalidad de realizar una cronología de la visita de la alcaldesa, le dimos seguimiento a los eventos.

Y una cronología es eso: todo cronometrado hasta el final, y el final era en el aeropuerto hasta que la aeronave se va.

Todo estuvo aparentemente bien hasta llegar al aeropuerto, ahí la candidata panista Norma Leticia Salazar Vázquez, dispuso que no se nos permitiera entrar al editor de la video revista “El Faro de México” Oscar Farías, y una servidora. El “representante” de la candidata nos condicionó la entrada al aeropuerto internacional Servando Canales de no tomar fotos, ni videos, a lo que accedimos en atención a la forma que tuvo para pedirlo.

Luego de unos minutos, mientras la alcaldesa de Monterrey, Nuevo León tomaba un refresco en la cafetería, la candidata panista se despidió de ella y unos metros a distancia, en la sala de espera, cuando nos encontrábamos con el “representante”, que no se nos despegó ni un minuto, se nos acercó la multicitada candidata “torteando” y con las palmas de las manos abiertas, nos “invitó” a que saliéramos y nos retiráramos junto con ella del aeropuerto.

Ante la negativa, con el rostro desencajado Norma Leticia Salazar Vázquez nos dijo que ya habíamos andado toda la gira detrás de ella y que siguiéramos al siguiente evento, que era en el ejido Vanguardia, mientras que en ese momento el guarura nos tomaba del brazo pidiendo que la acompañáramos, a lo que mi compañero respondió que no iba a los ejidos.

Sumamente furiosa nos dijo “No, Vámonos! ¿A poco se van a quedar a esperar el vuelo comercial?”. La respuesta fue positiva y la candidata ordeno que no se fuera nadie hasta que saliéramos, mientras enojada iba y cruzaba palabras con los Policías de la Federal Preventiva que se encontraban en el aeropuerto.

Al ver lo anterior, su guarura y su personal siguieron rodeándonos y solicitándonos que nos fuéramos, o que si nos quedábamos no tomáramos fotos, ni videos ni audios, compromiso que nosotros desde un principio habíamos hecho.

Pensando que la candidata se había retirado, el “guarura” pregunto si se había ido a los ejidos la candidata y como respuesta fue que Norma Leticia Salazar no se había retirado porque estaba adentro de su camioneta, afuera del estacionamiento esperando que nos fuéramos.

Minutos después sacaron a la alcaldesa de Monterrey, Nuevo León, por la parte de atrás, la subieron a una camioneta y entró al aeropuerto Karina Encinia, coordinadora de prensa de Norma Leticia Salazar, para preguntarnos si queríamos una entrevista con la alcaldesa porque habían cambiado los planes y se iba a regresar a Nuevo León, por vía terrestre. Mientras, nosotros teníamos a la vista al personal que la acompañaba y los elementos de la Marina Nacional continuaban escoltando el aeropuerto.

Y de querer una entrevista nos darían solo dos o tres minutos que era el tiempo que “se iba a parar”, obvio que era una treta para que nos alejáramos del aeropuerto.

¿Por qué esa actitud de la candidata panista de tratar de sacarnos con esos ademanes y esperar, como dijo su empleada, “amachada” arriba de la camioneta?

Las lecturas que de este comportamiento me quedan es que es una persona acostumbrada a mandar, no a pedir; que ya se siente alcaldesa con esa autoridad de mandar a quien sea y como sea, y que si las cosas no salen como lo ordena, con razón o sin razón, la sacan de sus casillas, la desorientan, la desubican. Es mal educada y actúa como niña en ocasiones que debe de ser madura.

Esas son mis conclusiones saque usted las suyas.

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