RÍO REVUELTO

Los Redactores8 Agosto, 2020

La amenaza de multar a quien no utilice cubrebocas o que no respete el “Doble no circula” no ha sido tomado con seriedad aún, pues el antecedente de Rivas y el Estado de echarse para atrás con las medidas anunciadas no le da una credibilidad en ese sentido.

Aunado a esto, lo primero que piensa la mayoría cuando se dice que será la Policía Estatal y el Departamento de Tránsito los que lleven a cabo la vigilancia de estas medidas y por lo tanto la expedición de las multas, es que será una campaña centavera, sin importar lo que diga Rivas y otras autoridades municipales y estatales, así sería.

La verdad es que esta clase de medidas son efectivas siempre y cuando se ejecuten a tiempo -pero se quieren implementar cuatro meses después, ya cuando estamos hasta el cuello de Covid- y por autoridades confiables, ahí le dejamos a usted el criterio de qué tan confiable considera a Tránsito y a la Policía Estatal para ejecutar esta tarea.

El fin de semana libre de impuestos era cada año un momento de auge en Laredo, Texas, pues en el marco del regreso a clases para estadounidenses y mexicanos venían muchos visitantes de Nuevo León, Coahuila y obviamente de Nuevo Laredo, para cruzar al lado americano y surtirse de ropa, calzado y útiles escolares.

Era muy común que ciudadanos de Nuevo Laredo esperaran hasta este fin de semana para comprar las mochilas de los niños, algunas loncheras y sin duda algo de ropa y útiles, pero sobre todo las mochilas, mas en esta ocasión parece que lo que más necesitarán los estudiantes, serán computadoras.

Algunos comerciantes han perdido la esperanza de que a finales de agosto se termine la restricción de cruce en los puentes internacionales a los viajeros mexicanos con visas de turista, pues cada mes se ha ido aplazando por 30 días más.

Otros más consideran que aunque las condiciones no sean las ideales, el gobierno estadounidense reabrirá el cruce apenas y a tiempo para que las compras navideñas logren dar un respiro a las tiendas, claro que son conjeturas que se basan en algunas declaraciones de Trump, que dejan entrever que está considerando seriamente sacrificar la salud y -a opinión de algunos- el enorme potencial de un mayor repunte de casos, para intentar salvar a la economía estadounidense.

Una realidad es que en proporción y en números, Estados Unidos se ha visto más afectado que el resto de los países, hablando de contagios y muertes, de empleos y economía en general, para colmo, se trata de un país que enfrenta una pandemia en medio de una crisis social por temas como el Black Lives Matter, que expuso mediante protestas un racismo sistemático que ha obligado a evaluar y modificar las técnicas policiales.

Al igual que en algunas empresas, ayer nos platicaban algunos empleados municipales que presuntamente existen ya algunos trabajadores con Covid-19, pero que se han negado a darles la incapacidad.

Por temor a represalias se negaron a proporcionarnos sus nombres, sólo aseguraron que están preocupados por sus compañeros y que la burocracia o algún otro factor esté obstaculizando que estas personas puedan pasar su cuarentena en casa por el bien propio y de sus familias. Al menos esto es lo que nos dijeron los trabajadores.