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Les ponen un corral a los reporteros en Tamaulipas

Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Lo primero que le llamó la atención al rector de la Universidad del Norte de Tamaulipas, Francisco Chavira Martínez, cuando entró al Congreso del Estado, fue ver que a los reporteros los encierran en un corral.

El galardonado con el título de Honoris Causa por su labor educativa en todo Tamaulipas, no se quedó callado y opinó al respecto:

“¿Qué están haciendo ahí? -preguntó a los reporteros- “¡si no son aminales! ¡quítenla!”

Su defensa rápido encontró respuesta en algunos reporteros que hasta se molestaron por esa aseveración, pero Chavira tenía razón, los reporteros estaban como animales, encerrados en un corral y sólo ellos estaban encerrados porque detrás de la cerca todos podían caminar tranquilos, los diputados, los invitados, los guardias, los empleados, los choferes de los diputados, y hasta los meseros.

Además de las vayas metálicas que instalaron a modo de barrera de protección, la “seguridad” del Congreso ordenó que también un séquito de guaruras bien vestidos de traje y corbata, que se comunicaban a través de radios, vigilaran la cerca para evitar que alguno se fuera a brincar.

Así es que cada vez que los reporteros veían desde su corralito a un funcionario “entrevistable” comenzaban a gritar como chivitos “¡hey! ¡hey! ¡acá! ¡diputado! ¡diputado!” hasta que conseguían atraerlo con sus gritos, obviamente si el entrevistable no accedía lo abuchaban.

Era el inicio de sesiones de la 64 Legislatura de Tamaulipas, más bien, la toma de protesta, porque hoy lo único que hicieron los diputados fue rendir protesta como nuevos integrantes del Poder Legislativo y después degustar un excelente platillo gourmet.

Resultaba irónico que el Palacio Legislativo, este majestuoso edificio moderno construido en tiempos del gobernador Eugenio Hernández Flores, ahora fuera casi exclusivo para los diputados o mejor dicho para el gobierno en turno.

Olvidan de pronto que este inmueble fue construido con el dinero de todos los tamaulipecos, pero eso no es todo, es un edificio público al que cualquier persona puede asistir sin mayores restricciones porque es patrimonio de todos los habitantes de este estado.

Pero eso quizás también lo desconocen los diputados o la administración a la que le tocó organizar el agasajo de los diputados.

Fuente: Redes.

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