Columnas

Se desató la guerra interna

David Ed Castellanos Terán
@dect1608

Todo  el escandalazo mediático de los medios de comunicación está nuevamente sobre una misma entidad y por un mismo objetivo. Contra Tamaulipas el estado vecino de Estados Unidos, y su eternizada guerra contra el narco y sus mieles.

A diferencia de otros años, ahora las acusaciones van más allá de simplemente señalar al gobernador en turno y sus presuntos vínculos con el crimen organizado, que en este caso particular viene sucediendo desde que era candidato, es más desde antes; dirían los cabecistas “nada nuevo”, sin embargo, lo verdaderamente alarmante de los bombazos periodísticos hacia Tamaulipas, trastocan al primer círculo de confianza presidencial en el combate a la violencia y contra el narcotrafico

Todo el día de ayer miércoles, desde las paradisíacas playas tamaulipecas se vio a la distancia una clara fractura en el Gabinete Nacional de Seguridad, los periodicazos sólo utilizaron el nombre del gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, para atacar entre líneas a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), del general Luis Crescencio Sandoval.

Hace un año aproximadamente el Grupo de Coordinación Tamaulipas, sostuvo una de tantas  reuniones para evaluar la situación delictiva de esta entidad, en aquel entonces la capital del estado Cd. Victoria, ardía bajo fuego cruzado entre los cárteles por la disputa del territorio, entre los asistentes, todos representantes de corporaciones como Policía Federal, Marina-Armada de México, Fuerza Tamaulipas y demás agrupaciones policías, también estuvo presente el entonces Coronel Anastasio Santos, comisionado precisamente por la SEDENA a ese municipio en conflicto. La Procuraduría General de la República, en aquel entonces había cuadrado todo para que se diera cumplimiento a varias órdenes de aprehensión contra algunos objetivos prioritarios, la SEMAR y Policía Federal, estaban dispuestos a actuar, el estado con su policía local, no tenía manera de entrar, solamente las Fuerzas Federales contaban con el poder de hacerlo, pero sucedió algo inexplicable, un alto mando bloqueó todo operativo, nada se concretó y las cosas siguieron igual a la fecha, solo que la violencia estalló ahora en Nuevo Laredo, municipio en el que la paz en su momento estuvo bajo la custodia del General Luis Crescencio Sandoval, que estaba al mando de la Cuarta Región Militar que componen Tamaulipas, Nuevo León y San Luis Potosí (como precisó el periodista Raymundo Rivapalacio, en su columna de ayer titulada: El Gobernador investigado).

A diferencia de aquellos días, hoy le remuerde la conciencia a uno de los asistentes a la reunión de seguridad efectuada en Tamaulipas. Hoy, que el Presidente de México, que muchos beneficios y condescendencias ha tenido con la SEDENA, se revive aquel recelo que existió entre Marinos y Soldados; hoy hasta los ex policías federales, acorralados hasta integrarse a la Guardia Nacional, están resentidos con “los verdes”, en el México de hoy, no hay autoridad, ni presidencislismo que haga algo por la Secretaría de Marina Armada de México que fue echada de Nuevo Laredo, a la fecha todos se han hecho ojo de hormiga, nadie ha visto por la SEMAR que es una de las corporaciones más distinguidas y prestigiadas de México, la Comisión de los Derechos Humanos, incluso pasó por encima de ellos, insisto, al grado de expulsarlos de Nuevo Laredo.

El problema es grave y la fractura podría ser determinante para frenar el proyecto de la Cuarta Transformación; antes nunca nadie se había atrevido  a poner en tela de duda la honorabilidad y lealtad de los soldados o de sus altos mandos en funciones, y mucho menos siendo integrantes del Gabinete Nacional de Seguridad en funciones.

Dios salve a Tamaulipas…

davidcastellanost@hotmail.com

@dect1608

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