Urge el rescate del Partido Verde


Fuentes fidedignas. Por Isaías Álvarez
José Ramón Gómez Leal anda muy ocupado hasta en domingo. Esta vez apareció en Bustamante, sonriente, abrazando a la gente, subió a redes una frase de campaña disfrazada de trabajo legislativo: “La transformación se construye con la gente”. Qué casualidad. Porque donde parece construirse algo últimamente es en su imagen rumbo al 2027 y 2028.
No es secreto, las gorras verdes y guindas lo delatan. Cada vez que visita un municipio, reparte souvenirs con los colores que —curiosamente la mitad— no son los de su partido. Y en política, los colores son más importantes que las palabras. No se eligen al azar, se eligen para marcar territorio y enviar mensaje.
Hace unas semanas lo comentábamos: el verde que JR reparte no es ambiental ni ecológico, es político. Y no es como que a la imprenta se le hayan acabado las gorras guindas y solo le quedaran verde limón. Su elección es intencional y va con un objetivo claro. No en beneficio de Morena, sino del Partido Verde Ecologista, que hoy vive sus horas más grises.
Mientras en Veracruz y el sur de Tamaulipas las familias luchan contra el agua, el senador sigue de gira. No por solidaridad, sino por obsesión. Ni una desgracia lo saca del camino de la promoción. El país se inunda, pero JR no suelta su bolsita con gorras para repartir.
El Verde en jaque
Los rumores ya se escuchan en las mesas de café grillero. Dicen que Manuel Muñoz Cano está por caer. Que los errores, las denuncias y el descontento dentro del Verde lo dejaron sin piso. Y como en política no hay vacíos, JR ya prepara el zarpazo.
Huele sangre y va por el partido. No sería la primera vez que en esa familia se apoderan de una estructura partidista. Su cuñado, Cabeza de Vaca, lo hizo con el PAN. El resultado es historia conocida: corrupción, persecución y órdenes de aprehensión. Y el senador parece dispuesto a repetir la fórmula.
Hoy busca quedarse con el Verde, aunque haya que pintarlo a su manera. Con gorras, giras y discursos reciclados. Con la misma sonrisa con la que niega las acusaciones de despojo de terrenos a empresarios en Reynosa, esas que aún lo siguen como sombra y a las que se están sumando otros afectados que por miedo no alzaron la voz.
Ni con Muñoz ni con JR
El Partido Verde en Tamaulipas no necesita más oportunistas ni ambiciosos con pasado oscuro. Necesita un rescate real, lejos de los que lo convirtieron en negocio personal. Ni Manuel Muñoz ni JR Gómez Leal representan una opción de renovación. Ambos lo usan, lo exprimen y lo manipulan.
Si el Verde quiere sobrevivir, debe librarse de los dos. De las garras de Muñoz y de las manos ansiosas de JR. Porque de seguir así, pasará de un captor a otro. De Guatemala a Guatepeor, diría el refrán.