Renuncia la magistrada Lilia Mónica López Benítez tras 36 años de servicio; acusa que la reforma judicial “cambió el alma de la justicia mexicana”

La magistrada Lilia Mónica López Benítez presentó su renuncia al Poder Judicial de la Federación tras casi 36 años de trayectoria, al considerar que la reforma judicial de 2024 “quebró los proyectos de vida y sueños” de quienes integraban la carrera judicial. La decisión se formalizó durante una sesión extraordinaria del Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, del cual formaba parte.
Durante la sesión, el secretario del Tribunal dio lectura a la resolución que otorga licencia prejubilatoria a López Benítez del 16 de octubre al 15 de diciembre de 2025 y su retiro voluntario a partir del día siguiente. En su mensaje final, la magistrada calificó de “forzada” su jubilación anticipada y denunció que la reforma impulsada por el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador “cambió el alma de la justicia mexicana” al sustituir la certeza constitucional por el cálculo político.
López Benítez fue una de las figuras más visibles durante las protestas del Poder Judicial en 2024. Como consejera de la extinta Judicatura Federal, respaldó las movilizaciones de jueces y trabajadores que rechazaban la elección popular de magistrados, jueces y ministros. Tras la aprobación de la reforma y su publicación en el Diario Oficial de la Federación el 15 de septiembre de 2024, la magistrada declinó participar en la elección judicial y denunció haber sido incluida en las listas de candidatos sin su consentimiento.
En su discurso de despedida, la juzgadora criticó el desmantelamiento de la carrera judicial y afirmó que la reforma “no solo transformó instituciones, sino que arrebató la certeza de un porvenir fundado en el compromiso constitucional”. Añadió que su decisión también fue consecuencia de un incidente reciente, cuando se le negó una licencia de tres días sin goce de sueldo bajo el argumento de que su tribunal necesitaba estar “integrado en su totalidad”.
“Cesada pero necesaria”, ironizó, antes de concluir que se retiraba “con la serenidad de quien resistió sin renunciar a sus principios” y con la convicción de que “el tiempo pondrá en su lugar a quienes confundieron el servicio con la sumisión y el poder con la justicia”.