En el ocaso del sexenio: reformas, traiciones, plantones y maíz para los pollos

Por: Vicente Hernández

“Silencio pollos pelones, que ya les van a echar su maíz”
«Emilio Carballido”

A Morena solo le falta un voto en la cámara de senadores para ser mayoría, ya que solo cuenta con 85 de los 86 requeridos, por lo que la interrogante ha surgido en los círculos legislativos; ¿Quién y de cual partido político será el “Traidor” o acomedido que le proporcione a la bancada de Morena la mayoría requerida? por lo pronto el impresentable Alejandro “Alito” Moreno grita desaforado: ¡¡Al ladrón, al ladrón, al ladrón!! al acusar al coordinador de los morenos Adán Augusto López Hernández de estarlo presionando y amenazando, para votar a favor de la reforma al Poder Judicial; “no nos van a doblar”, agregando que los 15 legisladores de su grupo parlamentario votarán en contra de la reforma judicial, y que no aceptarán dinero a cambio de su voto asevero muy enfático.

La discusión sobre el número exacto de votos necesarios se centra en la interpretación del Artículo 135 de la Constitución que señala: “Las reformas a la Constitución serán aprobadas por las dos terceras partes de los votos de los integrantes de cada Cámara del Congreso de la Unión, en una misma legislatura, y, en su caso, por las dos terceras partes de los votos de los Congresos de los Estados, cuando se trate de reformas a las leyes que regulan las atribuciones de las legislaturas locales en materia de derechos humanos, cuando éstas hayan sido solicitadas por el Congreso de la Unión o por los gobiernos estatales, así como cuando se trate de reformas que afecten la forma de gobierno de los Estados.” O sea, en su primera parte estipula que serán las dos terceras partes del voto de los integrantes de cada cámara, en cuanto a reformas a la Constitución, y lo mismo para los congresos de los estados para adecuarla a las constituciones de cada estado.

Pero previendo que no se logre el voto numero 86, el coordinador de la bancada de Morena en el senado Adán Augusto López Hernández, mañosamente ya está adelantando vísperas, al declarar que Morena necesita sólo 85 votos para mayoría calificada en el Senado, y no los 86 que tanto se han mencionado, en base a lo que se estipula en el Sistema Información Legislativa (SIL) para él, bastaran tan solo 85 votos a favor, y no los 86 que dicta el (SIL).

Esto ha provocado polémica entre los legisladores de las coordinaciones de la oposición, quienes simbólicamente tienen acuartelados, o atrincherados y en constante comunicación, a los integrantes de sus bancadas para evitar que alguno de ellos repentinamente se “enferme”, traicione o simplemente se ausenten a la hora de emitir su voto, que como ya lo han repetido hasta el cansancio, será en contra de la iniciativa propuesta por el presidente López Obrador, y obedecida ciegamente por sus diputados morenos, quienes a mano alzada (sin que se identificaran como legisladores en el revoltijo de gentes en el lugar de sesión alterna) de manera aplastante aprobaron por mayoría la iniciativa, con la consigna de no quitarle ni un punto ni una coma.

Mientras tanto, los trabajadores al servicio del poder judicial, magistrados, jueces y licenciados litigantes, dan la batalla en las calles y afuera, tanto de la cámara de diputados, como en la cámara de senadores, aunque muy en el fondo de sus adentros, saben que no tienen muchas oportunidades de ganar esta batalla, ya que el gobierno tiene toda la artillería pesada, y las muy malas mañas heredadas de la época de los regímenes priistas, que gobernaron e impusieron sus leyes por 83 años (1929-2000 PRI) (2000-2012 PAN) (2012-2018 PRI) (2018-2024 Morena)

Y esta claro que los siguientes seis años, también gobernara Morena al frente del cual estará por vez primera una mujer, de nombre Claudia Sheinbaum, y quizás Morena siga gobernando igual que el PRI por los próximos sexenios, porque ni pensar que el pueblo de México despierte y entienda bien lo que es la política, solo esperemos que de él, emane un nuevo partido político, con un líder carismático con ideas verdaderamente innovadoras, que despierte a la gente de ese aletargamiento, adoctrinamiento y sometimiento, a base de dadivas emanadas de programas clientelares, con los cuales el gobierno ha compra conciencias y votos.

Porque al paso que vamos, con el nuevo decreto para la CDMX, donde de un plumazo se reforma el inciso A, numeral 2 del artículo 3 de la Constitución Política de la Ciudad de México, siendo esta modificación lo que causó polémica, ya que se eliminó el término “propiedad privada” por lo que se pude deducir que de acuerdo a la ley “Las personas tienen el derecho a poseer propiedades privadas, pero este derecho no es absoluto, y está sujeto a regulaciones y de acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el derecho a la propiedad privada es aquel que toda persona tiene de usar, gozar, disfrutar y disponer bienes de acuerdo a la ley, sin embargo aunque la comisión establece que dicho derecho deberá ser protegido por el Estado, apunta que “en caso de interés público, y observando la debida indemnización” se puede restringir el derecho a “usar, disfrutar y disponer de ella”.

En otras palabras, la propiedad privada con este galimatías de decreto, desaparece, porque podría ser usado políticamente para presionar algún opositor al gobierno, a un candidato de otro partido, o algún periodista incomodo (como es la moda), porque con el pretexto de que “es un caso de interés público” se podría despojar o amedrentar a enemigos del régimen, de expropiarle la propiedad con la indemnización que el gobierno fije, y no con el valor comercial que el propietario pida, y aguas que este modelo de reforma se puede replicar en cada uno de los estados por mandato presidencial.

Así va México, encaminado paso a paso, a ser un país donde desaparecerán las libertades, porque muchos mexicanos son como los pollos, a los que por medio de programas sociales les arrojan maíz, pero cuando el gobierno logre apoderarse totalmente del país, desaparecerá el maíz, y entonces vendrá el sometimiento total, que no lo verán venir los atolondrados mexicanos, porque adoctrinados en el culto a la personalidad y como pejezombies seguirán coreando ¡¡Es un honor, estar con Obrador, es un honor estar con Obrador, es un hon…!!