Opinión con sentidoPolítica

¿Qué rumbo tomara México de aprobarse la reforma al poder judicial?

Por: Vicente Hernández

“La diferencia entre una democracia y una dictadura es que, en una democracia, primero votas y después recibes órdenes. En una dictadura no tienes que perder el tiempo votando.”
«Charles Bukowski»

Mañana miércoles 21 de agosto, se llevará a cabo un paro nacional de labores de jueces y magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación, luego de llevar a cabo una votación, en la cual el 86 por ciento de los votos estuvo a favor, y 14 por ciento en contra, en total mil 403 integrantes de la asociación participaron en este ejercicio, donde se determinó que sí se llevará a cabo el paro nacional de labores, como protesta ante la Reforma al Poder Judicial de la Federación propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Los argumentos que exponen, tanto López Obrador como los legisladores de Morena, es hacer una reforma integral del Poder Judicial y así poder hacer un cambio de régimen de gobierno en México, porque así lo decidió el pueblo ¿De cuándo acá el pueblo es experto en temas jurisprudenciales para analizar, y determinar que se necesita un cambio de régimen de gobierno? ¿Cambio de régimen? será acaso un régimen totalitario, donde el presidente ordene a los jueces y magistrados que hacer, a quien encarcelar, y a quien dejar en libertad, porque estos jueces elegidos por el “voto popular” no tienen la experiencia necesaria para poder impartir justicia, pero según López Obrador, los jóvenes recién egresados de las universidades no tienen malicia (pero tampoco experiencia ni el criterio judicial requerido).

Esta supuesta reforma, según algunos expertos sobre el tema, probablemente le abriría las puertas al narcotráfico y al crimen organizado, ya que podrán proponer sus candidatos a jueces y magistrados, y una vez estando impartiendo justicia, podrían influir en ellos para favorecer resoluciones, que pudieran poner en libertad a gente relacionada con estos negros grupos de poder delincuencial, algo que paradójicamente ha señalando durante sus mañaneras el presidente López Obrador, quien a pregunta expresa sobre el paro de labres de los trabajadores del poder judicial, jueces y magistrados, lo minimizo, y hasta ironizo al decir: «Ahora que decidieron irse a huelga, a la mayoría de los mexicanos no les va a importar, les diría con franqueza y también respeto, que hasta nos ayudará porque si no estarán jueces, ministros en activo, entonces tendremos cuando menos garantía de que no dejarán libres a delincuentes del crimen organizado, y como no trabajan los juzgados tampoco habrá libertad para los delincuentes de cuello blanco».

Otro de los inconvenientes del objetivo principal del llamado “Plan C”, es que al ser los jueces y magistrados elegidos por voto popular, existe el riesgo de que el poder judicial se vea influenciado por la política partidista, y desde Morena se les de “línea” a sus militantes para que voten por sus candidatos a modo, y así poder asegurar que los jueces y magistrados sean fieles y obedientes a quienes los apoyaron para llegar al cargo, y como ya se ha dicho, estos estén sujetos a tomar decisiones que favorezcan a los intereses del gobernante en turno, a sus amigos, compadres y familiares que estén ventilando algún caso judicial.

Y aunque durante la mañanera de este martes, ya fueron presentadas las boletas que se usaran para la elección de candidatos, y sus requisitos para ocupar un puesto dentro del poder judicial, aún se deben afinar detalles sobre cómo se llevará a cabo la elección de los candidatos, y cuál será el proceso exacto, aunque hace días el presidente López Obrador insistió en otra de sus geniales ocurrencias, o sea establecer una “tómbola” o sorteo para seleccionar o insacular a las personas que aspirarían a competir por un cargo en el Poder Judicial de la Federación, y de esta manera se seleccionaría a la suerte si es que se inscriben más de los que deben integrar cada una de las boletas: 30 para el caso de ministros, y 6 para el caso de cada vacante de juez o magistrado de distrito, y que después que el pueblo decida quien llegaría a ser juez, magistrado o ministro (genial).

De tal manera que es importante seguir de cerca el desarrollo de esta reforma, ya que podría tener implicaciones significativas para la estructura y funcionamiento del Poder Judicial en México, y su aprobación en las dos cámaras (de lograr tener la mayoría absoluta en las dos) tal y como lo desea el primer mandatario; que no se le mueva ni un punto y ni una coma, México se estaría preparando para cambiar de un régimen democrático, a un régimen autocrático, dicho de otra manera, a un régimen totalitario, bananero y demagógico, pero aun no toma las riendas de gobierno la presidenta Claudia Sheinbaum, y no podemos ahora sí que adelantar juicios, para estar a tono con el tema de este texto.

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