Opinión con sentidoPolítica

La visita de Claudia y las cinco iniciativas de reforma

Por: Vicente Hernández

“Imponer cambios legislativos, sin que los ciudadanos previamente los hayan comprendido, es simplemente decretar la fecha de caducidad de cualquier disposición regenerativa.”
«Ibiza Melian»

La visita que hiciera el día de ayer la virtual presidenta de la república Claudia Sheinbaum al todavía presidente Andrés Manuel López Obrador a Palacio Nacional, además de haber sido protocolaria fue crucial para ambos, ya que después de comer y dialogar sobre diversos temas, (según se dio a conocer) a su salida Claudia dio una breve entrevista, en la cual afirmo que aprobaron sumar sus propuestas de campaña, a las iniciativas de reformas del actual gobierno de la república.

Uno de los puntos mas importantes que se supone trataron, fue el de la reforma al poder judicial, la cual según informo la misma Claudia, cuenta con todo su respaldo, precisando que en las próximas once semanas habrá diálogos para escuchar a las barras de abogados, universidades y personal del poder judicial, ¿para pedirles su opinión, o simplemente para que la respalden? Porque la consigna hacia los nuevos legisladores será: “no le cambien ni una coma” como ya se volvió costumbre durante este agonizante sexenio.

Lo que si dejo en claro la señora Sheinbaum, es que dicha reforma se aprobara en el mes de septiembre, luego de un proceso de apertura y dialogo en todo el país, entonces la interrogante surge ¿le alcanzara el tiempo para hacer una consulta y entablar diálogos con los entes mencionados renglones arriba? Porque según mis cuentas, solo le quedarían un poco más de tres meses y medio para conciliar intereses, preparar las iniciativas, abrir foros de consulta, o quizás solo se limitará a hacer una consulta ciudadana, al estilo del aeropuerto de Texcoco, a la que los adversarios de López Obrador calificaron de consulta “patito” con la cual mal empezaría su sexenio.

Las otras cuatro reformas son más de lo mismo, regalar dinero para que los beneficiados puedan votar por Morena en próximas elecciones, lo cual ya comprobaron en las del pasado dos de junio, les dio esplendidos resultados, las siguientes iniciativas serian: 1-El apoyo a las mujeres de 60 a 64 años de edad, 2-Becas para los niños de educación publica, 3-Reforma a la Ley del ISSSTE, para aumentar la pensión de los maestros, 4-que no haya reelección.

Para estas cinco iniciativas, Claudia propuso que en todas ellas se haga una consulta “amplia” ahora nos falta saber a la mayoría de los mexicanos que quiso decir con “amplia” y si es como lo entendemos, entonces en el caso de la reforma judicial, se tendrían que escuchar a todas las voces, y no solo a las que mencione anteriormente, por tratarse de una reforma muy delicada, ya que en el poder judicial esta contenida la libertad, la justicia, y la seguridad ciudadana, entre otros importantes renglones, sobre todo en estos tiempos tan convulsos.

Hace días el doctor Juan Ramon de la Fuente declaro durante una entrevista, que la doctora Sheinbaum no nos va a fallar, y que va a ser la presidenta de todos los mexicanos, y que va a estar a la altura de las circunstancias y del reto que implica ser la primera mujer presidenta de México y Norteamérica, ya que en una democracia las mayorías mandan, (¿será?) y las minorías tienen derechos, y en esta caso la doctora va a ejercer el derecho que le han dado las mayorías con el voto popular, y va a honrar el derecho de las minorías como corresponde a una democracia madura, bueno de buenos propósitos ya tuvimos bastante al comienzo de este sexenio en el 2018.

Es innegable, e inobjetable el triunfo de Claudia Sheinbaum en las urnas electorales, aunque no se puede decir, como lo dice el líder nacional de Morena Mario Delgado, que “la gran mayoría de los mexicanos han optado por la continuidad de la cuarta transformación” ya que cuarenta millones de mexicanos no salieron a votar, y si el padrón total de votantes es de 98 millones, tenemos que las preferencias por Claudia es de tan solo el 37% del padrón total o sea, dos terceras partes de los mexicanos elegibles para votar, no tienen una marcada preferencia por la doctora, es algo que tendría que tomar en cuenta la próxima presidenta, y principalmente sus voceros, empezando por Mario Delgado.

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