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Una reflexión sobre el sexenio que está por terminar

Por: Vicente Hernández

“»La enseñanza siembra conocimientos, en cambio el adoctrinamiento planta la cultura del odio y convierte a quien piensa distinto en el enemigo»
«Luis Gabriel Carrillo Navas»

La gente está fanatizada de tal manera con el sistema de gobierno establecido, que es incapaz de concebir alternativas a los criterios impuestos por el poder, y el poder para conseguirlo se vale del entretenimiento vacío, de mentiras, de un México feliz, feliz, feliz, con el objetivo de abotagar nuestra sensibilidad social, y acostumbrarnos a ver la violencia, la vulgaridad, la estupidez y las mentiras, como las cosas más normales del mundo, incapacitándonos para poder alcanzar una conciencia crítica de la realidad.

Dentro de este adoctrinamiento vacío, el comportamiento humano rustico e irrespetuoso, se considera valor positivo, como vemos constantemente en la televisión, en los programas basura llamados “del corazón”, y en las fiestas-espectáculo en las que el griterío y la falta de respeto es la norma, y estas se se fusionan en el fútbol-espectáculo, la forma más completa y eficaz que tiene el sistema establecido para aborregar a la sociedad, aunque durante los casi seis años de gobierno la mañaneras hayan superado todo lo anterior.

En esta subcultura, lo que se promueve es un sistema basado en los valores del individualismo posesivo, (centralización del poder) en el que la solidaridad y el apoyo mutuo se consideren como algo ingenuo, todo está pensado para que el individuo soporte estoicamente el sistema de gobierno establecido sin rechistar, porque para el gobernante que está por terminar su sexenio, la historia no existe (salvo la contada por el mismo), el futuro no existe; sólo el presente, y la satisfacción inmediata que procura el falso paternalismo, donde todo está bien por decreto presidencial.

Vivimos en una sociedad donde adoptamos la actitud de Diógenes, con su lampara buscando los valores que paulatinamente hemos estando perdiendo, por eso no es de extrañar que proliferen los libros de superación o autoayuda, auténtica basura psicológica, o misticismo, desde Dale Carnegie pasando por Og Mandino hasta el Paulo Coelho, o infinitas variantes del clásico “cómo hacerse millonario sin esfuerzo” cuando en realidad los únicos que se superan, y se hacen millonarios, son precisamente los autores y vendedores de estos libros de “ Autoayuda y superación” porque el efecto de superación, dura solo mientras le damos lectura al libro, pero después de cerrarlo lo tiramos en algún rincón de la casa, y seguimos siendo las mismas personas que fuimos antes de emprender su lectura.

El adoctrinamiento político sistemático al que fuimos sometidos durante estos casi seis años de gobierno Morenista, ha conseguido la proeza extraordinaria de hacer que los valores del esclavista sean también los valores de los que se ven esclavizados por él, algo así como el llamado “Síndrome de Estocolmo” y en gran medida el gobierno ha logrado penetrar psicológicamente con sus programas sociales, y crear en una parte de la sociedad, sobre todo entre la clase marginada, la fantasía que estos apoyos económicos los ayudaran a salir de la marginación económica, dejando a un lado sus aspiraciones de escalar social y económicamente, para salir del estado marginal en el que se encuentran actualmente, y si no lo hicieron, será tal vez por el temor de que el presidente los acuse de “aspiracionistas”.

El sistema de gobierno establecido es muy sutil con sus finalidades, ya que pretendió forjar nuestras estructuras mentales, y para ello se valió del púlpito mañanero, y el que todos tenemos en nuestras casas: la televisión y las redes sociales, en ellas no hay nada que haya sido inocente, en cada mañanera, en cada programa, en cada película, en cada noticia, en cada chat, siempre fueron filtrados los valores del sistema establecido, y sin darnos cuenta, creyendo que la verdadera vida es así, nos introdujeron sus valores en nuestras mentes.

Si seguimos permitiendo, (en el posible caso de que Morena gane las elecciones este dos de junio) que el adoctrinamiento sistemático continúe modelando nuestras conciencias, y por lo tanto nuestro mundo a su antojo, terminará destruyéndonos, porque su objetivo no es otro que el de crear una sociedad de hombres y mujeres, que abandonen los ideales y aspiraciones que les hacen rebeldes, para conformarse con la satisfacción de unas necesidades inducidas por los intereses de las élites dominantes, así los seres humanos quedaremos despojados de toda personalidad, convertidos en animales vegetativos, siendo desactivada por completo la vieja idea de luchar contra la opresión, atomizados en un enjambre de egoístas desenfrenados, quedando las personas solas y desvinculadas entre ellas, más que nunca, absortas en la exaltación de sí mismas.

Para finalizar, hay que reconocer que la promoción de la ignorancia no se limita a la TV y las redes sociales; intervienen todos los medios posibles de enajenación del individuo, incluyendo los planes de estudio, la falta de ideología magisterial, lo que incluye la formación cívica, el desprecio a la ciencia y el método científico, la filosofía imperante en la academia, la negación de la verdad y la realidad, la falta de una base cívica, y de integración social, la moda, la industria cinematográfica, los ídolos juveniles, que se les obliga a seguir patrones predefinidos, y luego se invita a los jóvenes a imitarlos, y muchas otras formas de denigración intelectual, a los que estamos tan acostumbrados, que ya es casi imposible notarlo. -En fin

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