Los contenidos de mis textos al inicio y al ocaso de este sexenio
Por: Vicente Hernández
“En México tenemos un presidente que tiene la arrogancia del gallo, que piensa que el sol sale únicamente para oírlo cantar”
«picaresca mexicana»
Al escribir sobre el tema político, me es casi imposible no mencionar las ocurrentes declaraciones y el adoctrinamiento, que desde el pulpito de las mañaneras, el “Rey Peje” que aún vive en Palacio Nacional les receta a sus seguidores, militantes de su partido Morena, pero también los insultos y descalificaciones a todos los mexicanos que no votaron a su favor, ni piensan como él, al llamarlos aspiracioncitas y conservadores, pero también a los que si votaron por él, pero que tienen aspiraciones a vivir mejor, sin tanta violencia, sin carestías, y con un verdadero sistema de gobierno democrático.
Algunos de mis compañeros de oficio, así como algunos políticos, me han preguntado el porque en muchos de mis textos arremeto en contra del presidente López Obrador, un mandatario que casi por concluir el sexenio, su porcentaje de aceptación es muy alto (dicen) y yo solo les contesto, que como dice el dicho popular “el que se lleva se aguanta” porque muy frecuentemente, durante sus homilías desde el sagrado altar mañanero, agrede al gremio periodístico al que siento que pertenezco, por lo que si no somos tratados con respeto, que no espere nuestro respeto, aunque López Obrador quisiera que todos tuviésemos la actitud genuflexica que tiene “Lord Molécula”, y la comparsa de seudo periodistas que asisten a cada una de sus mañaneras, ¿y si al inicio de su sexenio critique su forma de gobierno, porque al final no he de seguir haciéndolo?
Y es que los mexicanos (al menos 30 millones) votaron para elegir un presidente, y no a un rey o Sultán, y el actual siempre se ha comportado como rey o Sultán, quien juzga, condena y manda quemar en leña verde a los que considera sus enemigos, cual Quijote combatiendo molinos de viento (perdón Cervantes por la comparación).
Solo en las dictaduras, las críticas hacia la clase gobernante son tomadas como ataques, y sus críticos como enemigos, tal es el caso de los periodistas Ciro Gómez Leyva, Joaquín López Doriga, el historiador y editor de la revista Letras Libres Enrique Krause, el escritor y también editor de la revista Nexos Héctor Aguilar Camín, solo por mencionar los más representativos: ¿entonces la libertad de expresión solo es permitida para decir y escribir loas, aplausos, y adulaciones hacia Andrés Manuel López Obrador?
Para cerrar este tema, me pregunto: ¿Cómo es posible que desde una tribuna con toda la ventaja que da su trasmisión a nivel nacional se ningunee, se agreda, se satanicé y se condene, a las voces y plumas inteligentes que critican, no a la persona, sino su forma de gobernar? y todavía no acabo de entender la barbaridad de haber tenido (al menos hasta el fin de sexenio) al frente del Fondo de Cultura Económica a un patán como Paco Ignacio Taibo 11, (que, aunque ilustrado no deja de ser patán) o un loco esquizofrénico como Gerardo “Changoleon” Fernández Noroña en la cámara de diputados, o a un furibundo Epigmenio Ibarra, como su biógrafo visual y matraquero oficial, que si tienen la licencia y permiso presidencial, de insultar y agredir, a los mexicanos que no abrevamos de su doctrina.
A menos de tres meses y medio de que terminen las administraciones, los funcionarios, regidores, síndicos y directores, se han vuelto invisibles en sus oficinas, aduciendo que es para protegerse del sol que cada día los rostiza, y los “aprieta” ¿aún más? cuando la mayoría están más chamuscados que el ex dirigente de la ya desaparecida en Altamira CNC, y ahora “próspero empresario” José “Pepito” Enríquez Reyes.
Pero este sol no cuenta para ir a los mítines, recorridos y reuniones de sus candidatos, aun en horario de oficina, y por las tardes ir de compras, y aprovechar ofertas del día en las tiendas de autoservicio con sus familias, y en carros del ayuntamiento, ya que a muchos de ellos se les ha visto por los centros comerciales, ha pero eso sí, no podrán atender a la gente en sus oficinas para no exponerse al sol, pero para aprovechar ofertas les vale gorro exponerse, ¿y sus representados? ¡Que se chinguen! ahí que se hagan cargo sus secretarias, que para eso están, que al fin y al cabo este trienio ya se está terminando.