Mas sobre periodismo y también un poco sobre libros
Por: Vicente Hernández
“La única manera de hacer un gran trabajo, es amar lo que haces. Si no lo has encontrado, sigue buscando. No te conformes.
«Steve Jobs»
Que gran verdad nos dejo el genio de la tecnología digital, y es aplicable a cualquier profesión que uno practiqué, aunque yo escogí el periodismo de crítica social y política, que si bien es cierto me ha dejado algunas satisfacciones, no ha sido la profesión más redituable económicamente que he ejercido en mi larga vida, pero felizmente amo mi trabajo, y si no me alcanza para comer suculentamente, antes de renunciar a mi línea editorial, seguiré comiendo ¡Sopa de letras!
Un regidor me dijo: “Espero que en un pronto futuro, ya cambies tu manera de hablar y de escribir, porque te vas a quedar sin trabajo, sin amigos, o sin vida” y quizás tenga razón, pero el estilo de escribir de cada uno, de los que ejercemos el periodismo de riesgo, es difícil cambiarlo por las flores, las adulaciones, el elogio fácil y el servilismo genuflexo oficial, porque no se puede uno quedar callado ante tanta corrupción, nepotismo, arbitrariedades y abusos de funcionarios en todos los niveles, que a diario ejercen el oficio de déspotas, como si esto estuviese estipulado como una obligación en el Código Municipal.
Otro líder campesino me dijo “Me ofendiste porque ayer escribiste que yo era un títere” a lo que yo le conteste, que una cosa era ser su amigo, y otra no decir la verdad, aunque esta muchas veces incomode, porque los asuntos privados del funcionario dejan de serlo cuando se vuelven del dominio público, es cierto que esta actitud critica para hablar, y escribir, me ha ocasionado quebrantos económicos, pero una de mi mayor fortaleza que he tenido en mi vida, es la de no claudicar en mis ideales y convicciones, aunque estas solo me acarreen malos momentos, y escases en mis bolsillos.
La gente del Altamira antiguo, tuvo la gloria de haber sido fundadora de Tampico, y fue tambien la que le cedió una parte de superficie territorial a la entonces “Villa de Doña Cecilia” para que esta se independizara de Tampico, y naciera ciudad Madero, pero para eso están los cronistas, que han dejado escritas paginas con historias, anécdotas, leyendas y costumbres de nuestros antepasados.
Uno de estos historiadores, es el licenciado Enrique Zúñiga Castillo, que en sus libros “Memorias de Sal y “El Lirio y el Fango” y en algunos otros de su producción editorial, nos cuenta de una manera amena los acontecimientos, la vida cotidiana, las anécdotas, y la historia de Altamira, y de los altamirenses en la década de los cuarenta en el primero, de los cincuenta en el segundo, y así sucesivamente, hasta nuestros días, y en ellos nos plasma en cada página, retazos de la vida provinciana de la entonces Villa de Altamira.
De su segundo libro, extracto el siguiente fragmento. “Raquitismo Presupuestal”:
En 1954, el raquítico presupuesto municipal aprobado por el Congreso del Estado fue de 130 mil doscientos pesos. El presupuesto para 1959 presentado por el tesorero en sesión de cabildo, proyecto un gasto por 221 mil, 125 pesos. La escasez en las finanzas públicas, obligaba a las autoridades del ayuntamiento, acudir a la ayuda de agricultores y ganaderos. Como cuando para comprar una camioneta, la administración conto con el apoyo de algunos rancheros.
El vehículo costo 8 mil pesos. El gobierno abono 6 mil pesos, y el resto quedo pendiente a la espera de la cooperación esplendida de otras personas. Así quedo registrado en el acta de sesión ordinaria del 15 de julio de 1958. El vehículo fue destinado a la sindicatura en funciones del Ministerio Publico (paginas 15 y 16)
Una constante, fue el sobrecargo en las partidas. Cuando esto ocurría, el ayuntamiento tramitaba una ampliación al presupuesto. Lo sustentaba en obras benéficas para la población. Con ese razonable argumento lograban el aval del gobernador ante el Congreso
Es interesante la lectura de estos libros, que en sus paginas podemos leer, que las practicas un tanto corruptas, no son privativas de las administraciones actuales, ya que elevar las cifras de las finanzas públicas, es un deporte que se viene practicando desde hace muchísimos años
Y toda persona que desee adquirir alguno de los libros de historia y biografías, de altamirenses ilustres, puede pasar cualquier domingo, en la esquina que forman el Boulevard Allende y calle Hidalgo, frente a la cafetería Super Cream y sobre la barda de la escuela Mártires de la Revolución, donde Enrique exhibe una galería de personajes locales, y al comprar su libro la dedicatoria es gratis.