Opinión con sentidoPolítica

Las connotaciones religiosas en las declaraciones y discursos políticos en México

Por: Vicente Hernández

“No pidáis a Dios que os de una carga apta para vuestros hombros; pedidle unos hombros aptos para soportar vuestras cargas”
«Phillips Brooks»

Desde hace muchos años a la fecha, políticos de alto, medio y bajo nivel de casi todos los partidos políticos, llámense alcaldes, diputados, gobernadores, regidores o síndicos, han agarrado la costumbre de mezclar la religión con la política, quizás solo como una pose para quedar bien con la ciudadanía, o con el sector que voto por ellos para que ocuparan el cargo que ocupan, o tal vez les gana su religiosidad y la expresan en lugares o foros donde no deben.

Un caso reciente(aunque sobran ejemplos) es el de Alejandra Cárdenas Castillejos, diputada priista por el Distrito XIV, de la 65 Legislatura Constitucional del Estado de Tamaulipas, quien durante una entrevista declaro “Con la bendición de Dios iniciaremos campañas” esto en relación el reciente asesinato de la candidata de Morena a la alcaldía de Celaya Guanajuato Giselda Gaytán, quizás la señora diputada no esté consciente, que no solo con bendiciones se puede hacer campañas electorales en estos tiempos tan violentos, ni que con bendiciones se pudieron evitar los crímenes perpetrados a candidatos y mandatarios, y menos se puedan evitar, los que ojala ya no ocurran, y tendría que estar consciente también, que no fue Dios el que la puso en el cargo que hoy ocupa, sino los votantes que sufragaron en las urnas a su favor, y que esta parte de la ciudadanía paga sus impuestos, y que una parte de ellos esta destinado a la seguridad pública, y pasa por alto que al Congreso se llega para votar leyes, y no para hacer agregados a la Biblia, o modificaciones a los Evangelios, se llega a la Cámara de Diputados para servir a los tamaulipecos hayan votado o no, por ella, que para eso le pagan, y le pagan muy bien.

Por otro lado, tengo entendido que fue el PRI quien respaldo su candidatura, y no el Episcopado de México, y los que salieron a votar fueron los ciudadanos con su credencial del INE en la mano, y no los congregantes de “La Vela Perpetua” como tampoco se realizo el milagro de la multiplicación de los votos, y que la victoria la obtuvo gracias al trabajo de campaña que realizo su partido, y no fue por obra y gracia del Espíritu Santo. Bueno para estas alturas del texto, algunos lectores ya estarán pensando en pedir mi excomunión, y sea quemado en leña verde por ateo, y hereje, así que creo menester fijar mi postura citando al novelista y poeta estadounidense Paul Auster: “Para los que no tenemos creencias, la democracia es nuestra religión”.

Y en lo particular, pienso que vivimos regidos por un estado democrático, y no monárquico, porque los tiempos del Virreinato se acabaron con la declaración de la Independencia de México, y afortunadamente los ideales postulados por el intelectual francés Juan Bodino (1529-1596) no prosperaron, ya que en su Obra “Los Seis Libros de la República” sostiene que los gobiernos mandan “por derecho divino” ya que han sido instituidos por la divina providencia, para el bienestar humano.

Desafortunadamente para Francia, y posteriormente para México, la teoría del clérigo, predicador e intelectual francés, y teólogo de las monarquías absolutas, Jacques Benigne Bossuet (1627-1704) defensor de la teoría del origen divino del poder, si prosperaron, ya que, en algunas de las páginas de su libro “Discurso sobre la Historia Universal” escribió; que, dentro del absolutismo, ningún ciudadano tiene el derecho de propiedad, que solo al rey, es decir al estado le pertenece. Así que, en base a esa teoría del origen divino del poder, el gran déspota Luis XIV acicateado por estas ideas, a menudo despojaba de sus bienes a sus súbditos.

Lo mismo sucede en México, que desde tiempos inmemorables los caciques, el clero, los gobernadores y los presidentes de la república, han robado haciendas, ranchos, terrenos paradisiacos y estratégicos, con el pretexto de la expropiación “por el bien de la nación” seria bueno que la diputada Alejandra Cárdenas, repasara el Articulo 130 de nuestra Constitución, que a la letra dice: El principio histórico de la separación del Estado y las iglesias orienta las normas contenidas en el presente artículo. Las iglesias y demás agrupaciones religiosas se sujetarán a la ley. Queda estrictamente prohibida la formación de toda clase de agrupaciones políticas cuyo título tenga alguna palabra o indicación cualquiera que la relacione con alguna confesión religiosa. No podrán celebrarse en los templos reuniones de carácter político. A lo que yo añadiría “No podrán darse en los foros políticos declaraciones o discursos con carácter religioso” ¿Así o mas claro?

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