La opinión desafortunada que ocasiono un conflicto diplomático
Por: Vicente Hernández
“Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que antes hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Entonces eran rápidamente silenciados, pero ahora tienen el mismo derecho a hablar que un Premio Nobel. Es la invasión de los imbéciles.”
«Umberto Eco»
La postura intervencionista, asumida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha colocado a México en un conflicto diplomático a nivel mundial, a raíz de haber hecho en una de sus mañaneras unas declaraciones muy desafortunadas, poniendo en duda la legitimidad de las elecciones del 2023 en Ecuador, y analizando a su modo el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, afectando la estabilidad democrática, soberanía y dignidad del Ecuador, y violentando nuevamente el principio fundamental de no intervención en los asuntos internos de otros países, como ya lo había hecho anteriormente con Perú, cuyo Gobierno, encabezado por Dina Boluarte, no reconoce como legítimo, lo mismo hace con los Estados Unidos, entrometiéndose en sus elecciones en su imparable incontinencia verbal.
Cuando le conviene al jefe de la nación, recurre a la postura de no intervención, (Cuba, Nicaragua y Venezuela) basada en la Ley Estrada, decretada el 27 de septiembre de 1930, la cual es mas conocida como “La Doctrina Estrada” pero ¿Qué dice la Doctrina Estrada? de acuerdo a las fuentes consultadas, dicha Ley se fundamenta en aspectos de la política internacional, especialmente en el principio de no intervención, y derecho de autodeterminación de los pueblos, es decir, afirma que gobiernos extranjeros, no deberían juzgar (para bien o para mal) gobiernos, o cambios de gobiernos en otras naciones, ya que esto implicaría una violación a su soberanía.
Sin embargo, aunque esta Doctrina esta vigente, hay analistas de política internacional que opinan, que pese a que López Obrador violo esta Ley, es condenable la irrupción a la embajada de México en Ecuador, por parte de la policía ecuatoriana, para evitar la fuga del exvicepresidente del país Jorge Glas, a quien se le sigue juicio por nexos con el narcotráfico, delito por el cual no puede ser considerado perseguido político, expresando la canciller de Ecuador Gabriela Sommerfeld, que el artículo tercero de la Convención de Caracas sobre Asilo Diplomático de 1954, y el artículo primero de la Convención de Montevideo sobre Asilo Político de 1933, establecen claramente que es ilícito otorgar asilo político a personas condenadas.
Y es precisamente en este punto, cuando surge la interrogante ¿el apegarse a una Ley de no intervención, a quien desmerece en el caso de Ecuador? al pueblo mexicano, o a un mandatario que ha tratado de suprimir el poder judicial, controlar el poder legislativo, y entregarle jugosos contratos de obra y Direcciones al ejército mexicano y a la marina, para tenerlos entretenidos, y gobernar desde el poder ejecutivo, y así poder decir nuevamente a los cuatro vientos “A mi no me vengan conque la ley es la ley” queriendo convertirse en un mandatario absolutista, juzgador de otros países por sus pistolas, solo que el tiempo se le está acabando, y hasta el día de hoy no ha podido aterrizar su modelo de gobierno bananero.
Y si hacemos un poco de historia, recordemos que el 20 de noviembre del 2006, en el Zócalo capitalino, Andrés Manuel López Obrador se autoproclamo “presidente legítimo de México” tras el supuesto fraude electoral (que a la fecha no ha podido probar) del que acuso, y sigue acusando, enfermizamente al expresidente Felipe Calderón Hinojosa, quien le venció electoralmente. La banda presidencial “Patito” le fue colocada por la entonces Senadora Rosario Ibarra de Piedra, integrando a su gabinete “Legitimo” entre otros a: José Agustín Ortiz Pinchetti en la Secretaria de Relaciones Políticas a Bernardo Bátiz en Justicia y Seguridad, a Mario Di´ Constanzo en la Secretaria de hacienda a Martha Elvia Pérez Bejarano en la Secretaria del Bienestar, y en la Secretaria del Patrimonio Nacional, nada mas y nada menos que a ¡Claudia Sheinbaum! En esta ocasión Andrés Manuel no recibió el reconocimiento de algún país, o nación, debido a que se autonombro Presidente “Patito” y candidato perdedor en una elección democrática, pero sus primeras acciones de gobierno, fueron impulsar cuatro paquetes de reformas constitucionales, y sobre todo, una Ley de Austeridad Republicana, aunque durante su sexenio “legitimo” el se asigno un sueldo de 50 mil pesos mensuales, y 112 mil pesos para su equipo, dinero que según él, salía de aportaciones voluntarias de legisladores y simpatizantes, que depositaban en cuentas bancarias. No por nada a López Obrador, le queda como el título del libro escrito por Elena Chávez “El Rey del Cash”.