Con información de Milenio
El presidente Andrés Manuel López Obrador comentó sobre el asesinato del ex candidato presidencial ecuatoriano, Fernando Villavicencio, y las presuntas implicaciones en el ámbito electoral. Estas declaraciones han generado una serie de reacciones diplomáticas entre Ecuador y México.
López Obrador señaló que durante las elecciones en Ecuador, la candidata de las fuerzas progresistas mantenía una ventaja significativa sobre sus competidores. Sin embargo, el asesinato de Villavicencio provocó un cambio en el panorama electoral.
«Hubo elecciones en Ecuador, iba la candidata de las fuerzas progresistas como 10 puntos arriba, 10 puntos», declaró el Presidente. «Entonces, un candidato que habla mal de la candidata que va arriba de repente es asesinado, y la candidata que iba arriba se cae, y el candidato que iba en segundo sube».
El presidente expresó su preocupación por las circunstancias en las que se desarrollaron los comicios y denunció la creación de un ambiente de violencia durante la campaña electoral, señalando la presencia de candidatos en debates utilizando chalecos antibalas.
Hizo un llamado a la responsabilidad de los medios de comunicación y de todos los actores políticos, instándolos a actuar con integridad y principios. Criticó duramente la utilización de tácticas de «guerra sucia» y la difusión de mentiras con el fin de obtener beneficios electorales.
Estas declaraciones han generado repercusiones significativas, incluyendo la declaración de persona «non grata» a la embajadora de México en Quito por parte del gobierno ecuatoriano. Además, Verónica Sarauz, esposa de Villavicencio, criticó las palabras de López Obrador, calificándolas de lamentables y haciendo un llamado al respeto por la memoria de su esposo.