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Los Dioses, la creación y la evolución: temas de reflexión para este fin de semana

Por: Vicente Hernández

“El cielo es mi padre, el me ha engendrado. Tengo por familia todo este acompañamiento celeste. Mi Madre es la gran Tierra. La parte mas alta de su superficie es su matriz; allí el Padre fecunda el seno de aquella, que es su esposa y su hija”
«Rama»

A lo largo de la historia, se han venido desarrollando distintas concepciones míticas, religiosas, filosóficas y científicas, respecto a la existencia del ser humano, cada una con su propia explicación sobre el origen del hombre, trascendencia y misión en la vida, pero también durante siglos la especie humana ha venerado a distintos “Dioses Geográficos” de acuerdo al lugar de su nacimiento, así que navegando por el mar de la información, tenemos que según la antropología, existió un homínido importante es el Homo Habilis, que vivió hace aproximadamente 2 millones de años, después existieron los Australopitecos, hasta los Homo sapiens, que aparecieron hace unos 200. 000 años, y estos primeros hombres se encontraron con otras especies humanas, como los neandertales y los denisovanos, aunque también, y de acuerdo a los estudios antropológicos, estos antepasados directos de los seres humanos modernos, han dejado huellas de su existencia a través de fósiles, herramientas y artefactos que nos permiten reconstruir su forma de vida.

Ya, como Homo Sapiens, tenemos que a través del tiempo, dos teorías sobre la aparición de la raza humana han tratado de enunciar su verdad; primeramente tenemos la teoría de el Creacionismo, siendo las filosofías religiosas las que apoyan esta teoría, y sostienen que todo lo que vemos, incluidos nosotros, la Tierra y el universo, fue creado por un Dios, y está basada en las escrituras de los llamados “libros sagrados”, que representan las bases de cada doctrina, pero es la fe y la lealtad de sus seguidores la que mueve al Creacionismo, pues según las creencias, todo lo plasmado en los libros sagrados, son mensajes de ese poder externo llamado Dios.

La segunda, es la Teoría de la Evolución, la cual es sostenida por los científicos y antropólogos, quienes han demostrado que el hombre es descendiente de primates más avanzados, pertenecientes al género Homo, y que poco a poco fueron evolucionando, hasta lucir anatómicamente modernos, con rasgos craneales más equilibrados, una postura erguida, y sobre todo, un cerebro más desarrollado, claro que esto le llevo millones de años en perfeccionarse, y cada etapa estuvo representada por una especie de homínido, que es un individuo del orden de los primates superiores, y de la clase de los mamíferos.

Las dos teorías expuestas renglones arriba, son las que por muchos años hemos conocido, aunque ya en pleno siglo XXI, a cobrado fuerza una tercera teoría, que es la teoría Extraterrestre sobre el origen del hombre, y viene a competir con la Evolucionista y la Creacionista, con la historia de Adán, Eva y el Edén, y la Teoría científica de la Evolución Homo Habilis-Homo Sapiens (dos corrientes tradicionalmente en pugna) aunque según el destacado astrofísico Stephen Hawking (recién fallecido) y su famosa Teoría del Big Bang, la llamada creación espontánea es la causa del universo, y de que existamos, que vendría a ser una moderna expresión de “hágase la luz” aunque la teoría extraterrestre sobre el origen del hombre, va de la mano del mito de que somos producto de una experimento, y que nuestros orígenes están en otro planeta ha cobrado fuerza, sobre todo entre las nuevas generaciones, aunado al acelerado avance de la ciencia y la tecnología, que va desde el microondas, hasta el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), la inteligencia artificial(IA), y la clonación humana, así como la teoria de que la vida provino de asteroides que cayeron sobre la Tierra, trayendo consigo tanto el agua como la glicina, el componente básico que permite la construcción del ADN.

Una teoría mas es la de “La Matrix” la cual propone que el universo y los seres humanos existimos en una realidad simulada, lo que implicaría que fuimos programados por una súper-computadora, y que vivimos en una apariencia muy lejos de la verdadera realidad, y que existe un arquitecto creador de esta matrix, que opera como un programador del sistema, que es quien controla todo, y decide quién vive y quién muere.

Y ya en pleno abordaje al terreno de la ciencia, también podría ser (no como teoría, mas bien como idea) que en la creación del hombre, la evolución terrestre o extraterrestre, bien se nos pudo haber plantado en nuestro ADN el “Chip de Dios” o sea, algo alojado en nuestro cerebro, o en el mismo ADN, que nos impulsa a creer en algo divino, superior y creador, desde los tiempos del Homo Habilis, o de nuestros ancestros anteriores al diluvio universal, que dicen acabo con otras civilizaciones, quizás mucho más avanzadas que la nuestra.

Y tal vez, por esta razón en ciertas etapas de la historia, han surgido grandes iniciados, para adoctrinarnos en la creencia de un Dios, o de una filosofía, y recordarnos el pasado, para comprender el porvenir, así nos lo demostraron con sus enseñanzas; Rama en el ciclo Hindú, Krishna en la India, Hermes en Egipto, Moisés en Israel, Orfeo, Pitágoras y Platón en Grecia, Jesús en Capernaum (hoy Israel), Zoroastro en Persia, Buda en la India y Quetzalcóatl en Mesoamérica.

Con este texto, no trato de descalificar nada, ni a nadie, ya que toda persona tiene el derecho que nos da el Articulo 24 de nuestra Constitución, de libertad de pensamiento y religión, porque la mayoría de los seres humanos, como ya lo dije anteriormente, tiene adicionado desde su nacimiento el “Chip de Dios” y esto se demuestra por los millones de seguidores que tienen las ocho más grandes religiones en el mundo: 1- Cristianismo – 2.400 millones de personas. 2- Islam – 1.900 millones de personas. 4- Hinduismo – 1.200 millones de personas. 5- Budismo – 535 millones de personas. 6-Religiones tradicionales africanas – 100 millones de personas. 7- Sijismo – 24-28 millones de personas. 8- Judaísmo – 14-18 millones de personas, más las que se hayan acumulado desde la aparición de este estudio, a nuestros días. Pero también 1.200 millones de personas pertenecen al Agnosticismo, ateísmo, secular o no religioso.

Aunque yo en lo personal, no me siento descendiente de Moisés, Rama o Buda, ya que soy prieto, chaparro y panzón, si tuviese que creer en algún, o algunos Dioses, me sentiría más identificado con deidades Aztecas, como Huitzilopochtli, Quetzalcóatl, Tláloc y Coatlicue, junto con dioses de la lluvia, la fertilidad y la muerte, porque es mi herencia teológica pero más bien, seguiré conservándome como en toda mi vida lo he sido: Agnóstico.

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