En el gobierno de López Obrador con el grupo Atlacomulco “Primero los ricos”
Por: Vicente Hernández
“La experiencia ha demostrado que incluso bajo las mejores formas de gobierno, los encargados del poder, con el tiempo y por operaciones lentas, lo han pervertido en tiranía.”
«Thomas Jefferson»
Cuando se habla del Grupo Atlacomulco, se está hablando de algo “inexistente” ya que este ha sido negado rotundamente por sus propios integrantes, pero principalmente por los políticos priistas, o ex priistas, quienes son los que en su mayoría lo conforman, durante muchos años este grupo ha estado infiltrado en varios gobiernos priistas, panistas, llegando incluso sus tentáculos hasta la llamada cuarta transformación, haciendo negocios a la sombra de la administración encabezada por el morenista Andrés Manuel López Obrador.
Una frase muy socorrida, muy mencionada, pero a la vez muy desgastada, en el lenguaje morenista es la que acuño su líder máximo López Obrador “Primero los pobres” pero esta frase está dirigida hacia sus seguidores de las bases populares, porque en la realidad fueron “Primero los ricos” a los que invito a formar parte de su gobierno, ya que antes de tomar posesión como presidente de México, el 15 de noviembre de 2018, anuncio la creación del Consejo Asesor Empresarial, que en sus inicios estuvo integrado por Ricardo Salinas Pliego, Bernardo Gómez, Olegario Vázquez Aldir, Carlos Hank González, Daniel Chávez, Miguel Rincón, Sergio Gutiérrez y Miguel Alemán Magnani, todos ellos coordinados por Alfonso Romo, convertido en la mano derecha de AMLO en los asuntos de la iniciativa privada, aunque a la fecha algunos de los integrantes de este consejo ya abandonaron el grupo.
La intención original de formar este consejo, fue para que este, le brindara asesoria al primer mandatario en todo lo concerniente al crecimiento económico de México, pero además en la creación de programas como el de Bienestar, con todo y sus bancos del bienestar, si es que se le puede llamar bancos, porque carecen de instalaciones adecuadas, y en su mayoría son oficinistas sin cajeros automáticos, y solo sirven para pagar los apoyos de gobierno, porque no prestan dinero pero si reciben remesas del extranjero, que ya fueron acusados de ser lavaderos de dinero (ya estoy preparando un artículo sobre esos bancos).
Pero retomando el tema del grupo Atlacomulco, entre los miembros de este consejo figura Carlos Hank González, presidente del consejo de Administración de Grupo Financiero Banorte, cuya fortuna estaba calculada en el 2023 en 3,685 millones de dólares, más lo que se haya acumulado a la fecha, hijo del ex gobernador de Baja California Carlos Hank Rhon, y nieto de “El profesor” Carlos Hank González, quien fundó un imperio empresarial que continuaron sus hijos, y que ahora preservan sus nietos, esta agrupación de la que niegan su existencia, si existe fuera de la ley, tal como la mafia siciliana, o cualquier mafia que actúa a la sombra de las leyes para confabular sus estrategias de corte político, empresarial, religioso e incluso cultural, y en esta están entrelazadas familias como los Peña, los Del Mazo y los Montiel, porque son familias que tienen un complejo empresarial muy importante a nivel nacional.
Pero los largos tentáculos financieros del grupo no se quedaron solo en el Estado de México, pues estos se extendieron al norte del país, donde Hank González padre, adquirió el Hipódromo de Agua Caliente, en Tijuana, Baja California, que vino a derivar después en los famosos casinos Caliente, que comanda so hijo Jorge Hank Rhon y se cuenta c casi como leyenda que cuando Hank González y se dice que cuando recién adquiere el hipódromo, invita a inversionistas, como Mario Moreno Cantinflas, quien se decía que era prestanombres del profesor, y también a Sasha Montenegro, la actriz, amante, y después esposa, del entonces presidente José López Portillo.
De acuerdo a analistas financieros, los Hank son una de las 100 familias más ricas de México, e influyentes en política, no por nada Carlos Hank González es asesor de la Presidencia con López Obrador en asuntos empresariales, y tan solo en el primer trimestre del 2020, las diversas empresas encabezadas por Carlos Hank Rhon y su hijo Carlos Hank González obtuvieron 24 contratos públicos, del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, por 7,695 millones de pesos, esto lo convirtió en el tercer contratista que más dinero ha recibido del gobierno federal, al menos en ese año.
Del grupo “Atracomulco” como fue bautizado por sus oponentes políticos, la dinastía de los Hank es la que más ha escalado, tanto en lo económico como en lo político, ya que en el sexenio de Enrique Peña Nieto (otro distinguido miembro del grupo) ampliaron su poder en el sector financiero, construcción, energético y hotelero, y aunque el primer gobernador surgido del grupo Atlacomulco fue Isidro Fabela, quien gobernó de 1942 a 1945 el que construyó el actual imperio político-empresarial mexiquense fue Carlos Hank González, y a quien en 1996 el entonces luchador social López Obrador describió a Carlos Hank como “el gran capo de la política mexicana” pero hoy la familia Hank, se ha convertido en una de las consentidas de la 4T, y además agradecida con el Grupo Atlacomulco, ya que su intervención fue decisiva para que el entonces gobernador del Estado de México Alfredo del Mazo entregara el gobierno a Morena, y su candidata Delfina Gómez se convirtiera en la primera gobernadora externa del Grupo, y en cuanto a Alfredo del Mazo su recompensa por tan grande favor a Morena aun se especula, que bien podría ser una embajada, o una Senaduría plurinominal, de las que aun están reservadas, aunque eso lo ha negado Mario delgado en diversas ocasiones. Cierro texto con una frase de F. Paul Wilson: “Existen dos cosas que son importantes en la política. La primera es el dinero… y no puedo recordar la otra cosa.”