Lo carroñero del verde, y las empolvadas de Geño los vicios de la política
Por: Vicente Hernández
“El que es buen perico…en cualquier partido inhala”
«Refrán popular»
El 6 de octubre del 2017 titularon los medios informativos de esa época: “Fue detenido Eugenio Hernández Flores”, y la noticia corrió como un reguero de pólvora, y resonó principalmente en el ámbito político no solo estatal, también en el federal, porque nadie imaginaba que aquel exgobernador ojiverde, que hizo suspirar a cientos de lideres de colonias, amas de casa, solteras y con marido, que gano varias elecciones abanderado por el otrora todopoderoso PRI, partido en el cual inicio en 1997, y que tan solo dos años después en 1999, durante la campaña presidencial de Francisco Labastida Ochoa, fue designado coordinador estatal en Tamaulipas de su campaña, que le valió ganar elecciones, primero como diputado federal por el V Distrito Electoral en el año 2000, siendo en ese mismo año que pidió licencia como diputado, para buscar la presidencia municipal de Ciudad Victoria, la cual ganó, y asumió el cargo en el 2001, tres años mas tarde en 2004, gana la consulta interna de su partido, dejando con un palmo de narices al entonces Senador Oscar Luebbert Gutiérrez, y es designado candidato a la gobernatura, y vuelve a ganar las elecciones estatales llevadas a cabo el 14 de noviembre de dicho año, Eugenio Hernández resultó vencedor, con 58.26% de la votación, y paso a ser el gobernante número 219 en la historia política de Tamaulipas ( del 1 de enero de 2005 al 31 de diciembre de 2010).
Con esta carrera política a cuestas, uno se pregunta ¿Qué le paso a Eugenio, porque vistió de rayas en diferentes penales? Siendo el ultimo el de ciudad Victoria, en el cual fue huésped distinguido y del que salió en agosto del año pasado, acusado durante el gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca de enriquecimiento ilícito, operaciones con recursos de procedencia ilegal y asociación delictuosa, incluso, contó o todavía cuenta con un proceso de extradición hacia Estados Unidos, aunque es sabido que tramitó en el 2018, un amparo para impedir su extradición, ya que un juez le concedió una suspensión para no tocar suelo norteamericano.
Los delitos por los que es señalado, por la autoridad de los Estados Unidos son, por establecer junto con su cuñado, una serie de empresas ficticias, donde desfalcaron al estado de Tamaulipas por medio de contratos públicos, dinero con el cual abrió varias cuentas en Estados Unidos, donde depositó un total de 300 millones de dólares, por lo que Eugenio está acusado en Estados Unidos de lavado de dinero y fraude bancario, finalmente un juez Primero de Distrito en el estado de Tamaulipas, Genaro Antonio Valerio Pinillos, determinó dejarlo en libertad, debido a que no había manera de establecer la prisión preventiva justificada, y sólo se le condicionó a pagar una fianza de 5 millones de pesos, por lo que el pobre Geño tuvo que romper su “Cochinito” alcancía, para poder pagar su libertad.
Y desde agosto que abandono el penal, adopto un bajo perfil, hasta que la dirigencia, verde del pájaro…tucán y nada ecologistas, tocaron a su puerta para ofrecerle en bandeja de plata la candidatura a la senaduría en las elecciones del 2 de junio, y todo parece que Eugenio no deshojo la margarita, simplemente como novia enamorada, el 14 de febrero les dio el tan ansiado si, al PVEM, pero no va solo en esta aventura legislativa, va en formula con la Chapulina reynorense Maky Esther Ortiz Domínguez.
Ante estos acontecimientos, la pregunta surge ¿De quién fue la maquiavélica idea de crear un dúo dinámico tan sui generis, ya que él, es un presunto delincuente, expresidiario, y ella es una alambrista política, que a fuerzas quiere estar dentro del juego político, y estar prendida a la ubre gubernamental, ahora que no es para nadie extraño que el carroñero Partido Verde recoja los despojos que los demás partidos tiraron al bote de la basura, con un candidato estelar que tiene un historial relacionado con el narcotráfico, con fama de adicto empedernido, que consintió durante su gobierno a los jefes del narco, que cambiaron el estatus de Tamaulipas, que paso de ser un estado de paso de la droga, a ser un estado cautivo consumidor de todo tipo de drogas, un candidato que cambio su sonrisa amable, por una distorsionada mueca, remedo de sonrisa, clásica en los adictos al polvo blanco.
Solo se puede entender, que por medio del Verde Ecologista se este madurando un plan para contrarrestar el resurgimiento del cabecismo en las próximas elecciones, ya que tanto Maky como Eugenio, tienen cuentas que cobrarle al jefe del clan cabecista; Francisco García Cabeza de Vaca, porque como dice el dicho “Para los toros del jaral, los toreros de allá mesmo” ahora que como lo hacen los partidos rémoras que abandonan una coalición, tienen que escoger candidatos, que aunque no ganen la elección, les puedan acarrear los votos suficientes para alcanzar la cuota requerida por el INE, y no perder el registro de su partido, así que los verdes deben de estar muy desesperados, para elegir de candidato a un expresidiario, y adicto, y así lograr sus metas, porque ¿Se imagina a un Geño parado frente a la tribuna del Senado, con la mirada perdida, tratando de balbucear algunas palabras? A que nivel tan bajo ha caído la política en estos tiempos, con gobernadores futbolistas, con diputadas transgénero, comediantes, Changoleones, y ahora senadores adictos, si llegara Geño a ganar la elección, y termino con la frase atribuida erróneamente a Don Quijote “Cosas veredes, amigo Sancho”