Con información de Milenio
La refinería de Cadereyta, en Nuevo León, podría elevar la calidad de sus combustibles y reducir aún más la contaminación mediante la adición de aditivos a la gasolina, según Ramsés Pech, asesor en energía y economía. Aunque actualmente la refinería cumple con las normas establecidas, Pech sugirió que se aumente la cantidad de gasolina producida y se revisen los requisitos de la NOM-148-Semarnat-2006, que regula la recuperación de azufre en los procesos de refinación del petróleo.
El asesor enfatizó la importancia de solicitar al Gobierno federal la producción de gasolinas con mayores cantidades de oxigenantes, destacando que el Gobierno de Nuevo León debe liderar esta iniciativa. Actualmente, la refinería de Cadereyta ya cumple con la normativa al recuperar más del 90% de azufre, pero Pech señaló la necesidad de actualizar la norma, que data de 2006, y de realizar monitoreos adicionales para evaluar la calidad del aire.
Pech aclaró que las emisiones de la refinería no deben confundirse con la calidad del aire, ya que, según la NOM-148, Cadereyta está cumpliendo con los estándares establecidos. Instó a una coordinación entre el Gobierno de Nuevo León y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales para determinar los niveles adecuados de dióxido de azufre y llevar a cabo monitoreos precisos dentro de la refinería.
En última instancia, Ramsés Pech subrayó la importancia de abordar la cuestión ambiental de manera integral, garantizando que las acciones tomadas beneficien tanto a la calidad del aire como a la eficiencia de la producción de combustibles en la refinería de Cadereyta.
