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Almaraz el que miente más

Sin Filtros; por Brenda Ramos

En el clima político que se respira en Ciudad Victoria, la figura de Oscar Almaraz Smer despide el tufo amargo del pasado que desea regresar para seguir saqueando a Tamaulipas, pero ahora mediante las arcas de sus municipios. Las promesas de progreso que Almaraz pregona, son tomadas por los capitalinos como los dichos de un falso profeta, pues durante su mandato, no movió ni un dedo mientras el exgobernador oprimía y destruía a la ciudad por su rencor a los capitalinos y que finalmente entregó al PAN aun sabiendo que Xico sería el peor presidente en la historia de la ciudad.

Finalmente, Almaraz no pudo esconder más su traición y mentiras al pueblo que dejó sufrir a manos de Francisco e hizo público que se encontraba a su servicio, aceptando un curul dentro de las filas del PAN. Al igual Yahleel Abdalá y muchos otros priistas de hueso colorado, Almaraz no pudo resistir caer en los brazos del cabecismo, enterrando su ya de por sí enlodada carrera política.

Pero su intento de regresar no viene solo, el enviado de Cabeza trae arrastrando un pasado de señalamientos de corrupción y cuentas con la justicia que los ciudadanos no lo dejarán olvidar. Como reguero de pólvora las redes sociales han recordado las acusaciones que pesan sobre Almaraz son de una gravedad tal que socavan cualquier intento de presentarse como un candidato creíble. Publicaciones y articulistas ya se encuentran mencionando como desde mayo de 2018, enfrenta denuncias por ejercicio indebido de funciones y atribuciones, peculado y delincuencia organizada y que estas acusaciones, lejos de ser meras especulaciones, han sido tomadas con suficiente seriedad como para atraer la intervención de la Fiscalía General de la República.

Esto debido a que el poder judicial afín a los intereses cabecistas así como el anterior fiscal anti corrupción, detuvieron la carpeta numeral NUC 05/2018 que de acuerdo a la información publicada, contiene una denuncia en Contra de Oscar de Jesus Almaraz Smer por los delitos de EJERCICIO INDEBIDO DE FUNCIONES Y ATRIBUCIONES, PECULADO Y DELINCUENCIA ORGANIZADA, la cual se realizó el día cuatro de mayo del dos mil dieciocho.

En este contexto, la posibilidad de que Almaraz logre una victoria en Ciudad Victoria se ve empañada no solo por la magnitud de las acusaciones en su contra, sino también por la creciente desconfianza de los electores en su capacidad para gobernar con integridad y transparencia, pues ya experimentaron la ineficiencia de su gobierno fallido que termino de hundir al PRI en su ciudad.

Además, la situación de Almaraz pone de relieve un problema más amplio en la política mexicana: la necesidad de líderes que no solo aspiren al poder, sino que también demuestren un compromiso inquebrantable con la ética, la transparencia y el servicio público. La política no es solo un juego de poder; es una responsabilidad hacia los ciudadanos, quienes merecen representantes que estén a la altura de sus expectativas y necesidades y Oscar desde su curul no ha movido un dedo por Victoria.

De sus iniciativas, o no pasan en comisiones, están desechadas o retiradas; en cuanto a su trabajo en comisiones, como secretario de la comisión de Federalismo y Desarrollo Municipal no ha sido capaz de bajar recursos para ningún ayuntamiento ni siquiera el de Victoria que fue rescatada por su actual presidente, diputados locales y gobernador mediante el fondo de capitalidad.

Y para no extendernos, como miembro de la comisión de asuntos migratorios, nada hizo por levantar la voz por los migrantes que perecieron en Camargo a manos de los GOPES que estaban al servicio de su patrón Cabeza de Vaca, o por ayudar a los cientos de migrantes de Reynosa que se encontraban en la plaza en condiciones infrahumanas, y en cuanto a los 32 migrantes que recientemente fueron liberados en Río Bravo, ni siquiera se inmutó ante su desaparición, aparición y/o futuro en cuanto a su status migratorio.

El “regreso” de Almaraz, con una historia que es un espejo del deterioro político en México: una mezcla de promesas vacías y mentiras, con un desempeño deslucido, que busca nuevamente llegar al poder y sobre todo a las arcas municipales,

El “regreso” de Almaraz, con una historia que es un espejo del deterioro político en México: una mezcla de promesas vacías y mentiras, con un desempeño deslucido, que busca nuevamente llegar al poder y sobre todo a las arcas municipales, está irremediablemente condenado al fracaso. Su sometimiento a Francisco García Cabeza de Vaca, el exgobernador prófugo cuya gestión dejó una huella de corrupción y miseria en Tamaulipas, particularmente en Ciudad Victoria, es como una mancha de la que no puede deslindarse.

El apoyo de una figura tan desacreditada no hace más que reforzar la percepción de Almaraz como un candidato desconectado de las verdaderas necesidades y aspiraciones de la gente, uno que representa lo peor del pasado y no la promesa de un futuro mejor. En este escenario, la perspectiva de su victoria se desvanece, no solo por sus propias deficiencias, sino también por la sombra oscura de asociaciones políticas que los ciudadanos de Ciudad Victoria están más que listos para dejar atrás.

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