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Quien va primero en Madero?

Sin Filtros; por Brenda Ramos 

En la política maderense se delinean solo dos proyectos serios que continúan prosperando para buscar la presidencia municipal bajo las siglas de MORENA y aliados. 

Por un lado, Erasmo González Robledo, un nombre que, si bien suena en los pasillos de la política nacional, no siempre es en tono positivo, pues su ascenso no ha sido sin controversia; las sombras de un pasado priista y declaraciones que una vez calificaron a AMLO como un «peligro para México» siguen persiguiéndolo, como fantasmas que no perdonan ni olvidan.

Por otro lado, emerge Carlo González Portes, el tesorero de la administración actual, cuyo nombre resuena con la vibración de la maquinaria local. No es un nombre que encuentres en los titulares nacionales, pero sí en los corazones de los maderenses, de quienes es tan cercano y por si no lo han captado, ellos son los que votan en las urnas. 

Carlo representa la antítesis de la política tradicional; su historial es limpio, su trabajo arduo y su cercanía con el pueblo es incuestionable. 

En la política, como en la física, cada acción tiene su reacción, y la fuerza política de un grupo sólido como el de Oseguera, capaz de movilizar a 18 mil asistentes para el mejor evento que Claudia Sheinbaum ha tenido en Tamaulipas, habla de un músculo que no se puede ignorar. Es una demostración de que el poder territorial y el apoyo de la base pueden ser decisivos.

El evento en Plaza Gobernadores ubicada en Playa Miramar fue una demostración de fuerza, del gigante del sur, que tiene el respaldo del pueblo. Y en política, el respaldo de las bases es la moneda más valiosa. Si Morena opta por Erasmo, podría enfrentarse a un electorado local reacio, que no olvida ni perdona el pasado, que sigue sin aceptarlo como morenista y mucho menos como lopezobradorista.

Por otra parte, no se puede ignorar el simbolismo del evento en Ciudad Victoria ese mismo día. Maki Ortiz, la exalcaldesa panista, que alguna vez pronunció las mismas palabras contra AMLO, fue marginada, un gesto que no pasa desapercibido. Es un recordatorio de que, en política, los viejos agravios no se borran con un cambio de camisa partidaria. 

La lección aquí es clara: la política es tanto memoria como visión. El candidato del pueblo, que trabaja sin descanso, que conoce el terreno y que no carga con el lastre del pasado, tiene una ventaja innegable. Morena Tamaulipas debe considerar esto si quiere mantener su fortaleza en Ciudad Madero.

 La política es de percepciones tanto como de realidades, y en la percepción está la clave de las victorias futuras.

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